Desde hace 40 años el 11 de diciembre se celebra el día nacional del tango

Ayer fue el Día del Tango. Como creo que la historia no es – como suele repetirse ahora – un relato, sino que son hechos que uno puede relatar de una u otra manera, pero que esencialmente son hechos -nos gusten o no nos gusten – me referiré brevemente a este día cuyo mentor fue Mauricio Brenner, más conocido en el ambiente como Ben Molar, personaje además de Leopoldo Marechal en su novela Megafón o la guerra, en que aparece como Demonio Ben.

El demonio Ben recorrió desde fines de los sesenta despachos oficiales con el proyecto de instituir el Día del Tango y durante once años vio cómo se cajoneaban sus solicitudes.

Finalmente un día intimó al entonces Secretario de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires, Ricardo Freixá, con hacer una gran movilización y un festival monstruo en el Luna Park en apoyo del Día del Tango en el que contaría cómo su proyecto estaba cajoneado. Y era verdad porque, junto con la Asociación Amigos de la Calle Corrientes, le había pedido a Tito Lectoure el Luna Park para el 11 de diciembre. A las pocas horas del ultimátum – o del apriete, para decirlo en porteño – del Demonio Ben, se promulgaba el Decreto Nº 5830/77 de la Municipalidad de Buenos Aires.

El 29 de noviembre de 1977 Ben Molar recibió la noticia y el 11 de diciembre se celebró el festival con la presencia de casi todo el mundo tanguero. Ben había elegido ese día porque era la fecha de nacimiento de dos grandes del tango: Carlos Gardel y Julio De Caro. Y esa noche Julio De Caro recibió en el escenario el aplauso de todo el público que le cantó el cumpleaños feliz.

Pero Ben quería más. Cuando lo llamó el entonces Secretario de Cultura de la Nación, Dr. Raúl Alberto Casal, para que organizara una despedida tanguera del año en el Cervantes, contraatacó. Finalmente el 19 de diciembre en el Cervantes, en la despedida tanguera se dio lectura al Decreto Nº 3781/77 del 19 de diciembre de 1977 que establece el 11 de diciembre como Día Nacional del Tango.

Nos guste o no nos guste. Ésta es la historia y no otras que circulan por internet en que se atribuye esta institución legislativa a personalidades políticas recientes. 

Ana Sebastián