Monthly archive

octubre 2019

19º edición de la Semana de la lengua italiana en Morón

La 19º edición de la Semana de la Lengua Italiana en el mundo, la cita más importante dedicada a la promoción de esta lengua en el exterior, se celebrò también en la Zona Oeste del conurbano bonaerense. Por eso, el Consulado Italiano de Morón organizó el 25 de octubre una jornada de espectáculos italianos en el Teatro Gran Ituzaingó.

La Semana de la Lengua Italiana en el mundo es organizada por el ministerio de Relaciones Exteriores y por la Cooperación Internacional. También participan la Academia de la Crusca, la Sociedad Dante Alighieri y la Confederación helvética. Este año la temática elegida fue: L’italiano sul palcoscenico (El Italiano sobre el escenario). Por eso todas las actividades y eventos de la 19º edición giraron en torno al teatro, la cultura y la dramaturgia.
Así, por ejemplo, el Istituto Italiano di Cultura preparó para el martes 22 de octubre a las 18.30 h una conferencia titulada “Dante para Buenos Aires” con el actor y filósofo Franco Ricordi.

Por otro lado, la Asociación Dante Alighieri preparó distintas propuestas en todas sus sedes del país, con representaciones artísticas, musicales y muestras teatrales, varias de ellas con acceso libre y gratuito.

Los eventos programados en los partidos de Morón e Ituzaingó también giraron en torno al slogan de la 19º edición de la semana de la lengua italiana en el mundo. En Morón, el Consulado propuso una tarde dedicada al idioma italiano con representaciones teatrales, juegos interactivos en italiano, música, bailes y canciones populares.
Al finalizar, hubo una recepción ofrecida por la Agencia Consular de Italia en Morón.

La cita fue en el Teatro Gran Ituzaingó, ubicado en la calle Gobernador. Mariano Acosta 55, 1714 Ituzaingó.
En Ituzaingó también hay una sede de la Asociación Dante Alighieri y allí realizaron una presentación con los alumnos del centro, en el Teatro Pirán (Pirán 250, Ituzaingó) el 24 de octubre a las 19 horas.

Los alumnos recrearon una fiesta en la corte de Lorenzo el Magnífico, con las mentes más ilustres del Renacimiento. Entre los invitados estaba el genio de Leonardo con su último invento. Fue una noche de descubrimientos y sorpresas entre el pasado y el presente, entre el Nuevo y el Viejo Continente

En lo que respecta a Ramos Mejía, la asociación celebrò la Semana de la Lengua Italiana en el Mundo con dos puestas teatrales de profesores y alumnos y la presentación del Coro de la Dante Alighieri de Ramos Mejía.

Cierre en Lomas de Zamora de la XIX Semana de la lengua Italiana en el Mundo

Luego de tanta espera llegó el día. El sábado 26 de octubre en el teatro Municipal de Lomas de Zamora se realizó la “Chisura della XIX Settimana della lingua Italiana nel Mondo”, una reunión plena de alegría a sala llena, donde se premiaron los trabajos literarios afines a la fecha efectuados por alumnos de la Dante Alighieri de Lomas de Zamora, y se homenajeó a 70 italianos con más de 50 años en el país a través de un “attestato”. Todo animado con la participación especial del Tenor Alberto Daisen, el Coro de la Dante Alighieri de Lomas de Zamora y el grupo folclórico italiano Chialchia con toda su calidad artística.

FEDITAL agradece al público presente, la colaboración del municipio al facilitarnos el teatro y su área técnica. Una mención especial para la Lic. Viviana Badolati en representación de la Agencia Consular de Italia en Lomas de Zamora, como también el Sr. José Laurino Presidente de F.A.C.I.A y Emilio Bianco Presidente del COMITES de Lomas de Zamora; sin olvidarnos de todos los colaboradores y sponsors que hicieron posible el éxito del festival.

Mafalda de Saboya, la princesa gentil que vivió rodeada de tragedias

El 22 de octubre de 1908, la princesa italiana Mafalda María Isabel Ana Romana de Saboya está a un mes de cumplir seis años y corretea con una amiga por uno de los muelles de los astilleros genoveses de Riva Trigoso. Ha nacido noble: segunda hija del rey Víctor Manuel III y de Elena de Montenegro, hermana del futuro (y último) rey de Italia, Humberto II.

Corre y ríe, porque en un par de horas botarán un dios de los mares que lleva su nombre: Principessa Mafalda. No conoce el desastre del pasado inmediato… Un año antes, la botadura de su mellizo, el Principessa Jolanda, así llamado en honor a su hermana, fue algo increíble pero cierto: se escoró al deslizarse por los barrales, y siguió viaje ¡hasta el fondo del mar! Un gag usado luego por muchos films cómicos, pero cierto.

Todo está listo. El Principessa… no repetirá el desastre. Es un transatlántico perfecto desde sus entrañas hasta sus salones de lujo babilónico. Además de sus 141 metros de eslora (largo) y sus 17 de manga (ancho), sus motores, calderas, sus dos chimeneas, sus dos hélices, el salón comedor de la clase de lujo tiene una maravillosa cúpula de cristal, sostenida por cuatro columnas, y grandes ventanas al mar (una novedad).

Pero una sombra aletea entre algunos oficiales y marinos de largo oficio: la superstición. Nunca silbar en el puente de mando, nunca cambiar el nombre de un barco, nunca herir a una gaviota o un delfín…, y nunca bautizarlo con un nombre marcado por el destino. En este caso, la palabra Pincipessa, como el hermano naufragado.

A la hora señalada, Mafalda, en brazos y ayudada por su madre, lanza contra el casco una botella de champagne Veuve Cilcquot atada a una cinta con los colores de la bandera de Italia unificada. E la nave va, como en el film de Fellini…

Pasan los años. El transatlántico sigue uniendo Italia con la Argentina en catorce días, a 18 nudos por hora (algo más de 33 kilómetros)…, hasta el 25 de octubre de 1927. Casi veinte años de embarcar celebridades –desde Gardel hasta millonarios, políticos de fuste, testas coronadas–, para terminar en el fondo del mar.

¿Por qué? Por la soberbia –lo mismo que hundió al Titanic en la noche del 14 al 15 de abril de 1912–: la nave sería reemplazada por otro coloso, el Giulio Cesare, y la empresa armadora descuidó el mantenimiento del Principessa… Tanto, que el capitán Simón Guli se negó a zarpar. Pero el negocio pudo más. Y siguió rumbo al Cuadrante Desastre.

Al atardecer de ese día de octubre, frente a las costas de Brasil y a toda máquina –grave error–, la hélice de babor (izquierda) se desprendió al romperse el árbol de transmisión del motor, se estrelló contra el casco, y abrió un enorme boquete en la popa.

El agua entró en avalancha. Se lanzó el SOS. El jefe de máquinas se suicidó de un balazo. De las 1.200 almas, sólo se salvaron 78. Una vez más, la superstición y su leyenda se había cumplido.

Entretanto y muy lejos, aquella princesita Mafalda que lo bautizó con una botella de champagne francés, cumplía 21 años y conocía en Roma al príncipe y landgrave alemán Felipe de Hesse-Kassel (1896-1980), sobrino del ex Káiser Guillermo II. (N. de la R.: “landgrave” era un título nobiliario usado en el Sacro Imperio Romano Germánico y después en los territorios derivados de éste, comparable al de “príncipe soberano”).

De rasgos nórdicos, modales y gustos refinados, sospechado de bisexualidad…, y fascista, estos dos últimos datos no hicieron retroceder a Mafalda: se casaron el 23 de septiembre de 1925 en el Castillo de Racconigi, Turín, bastión de los Saboya.

Vasta luna de miel en cada rincón de la Riviera itálica, mansión en Villa Polissena, dentro de las tierras de Villa Saboya, diseñada por el novio, y nacimiento de cuatro hijos: Mauricio, Enrique, Otto y Elizabetta.

En 1922, después de la Marcha sobre Roma con el grotesco gesticulador Benito Mussolini a la cabeza de sus camisas negras –el fascismo en acción–, el rey Víctor Manuel III lo nombra presidente: un modo desesperado y equívoco de superar la crisis económica y social, y salvar a la monarquía.

En la década del 30, el viejo corazón camisa negra de Felipe, idólatra de Mussolini, vuelve a latir con fuerza, y se afilia al Partido Nazi. Con premio: lo nombran, por su prosapia y fidelidad a la cruz gamada, gobernador de la provincia de Hesse-Nassau.

Primer quiebre de la pareja: Mafalda, enemiga del fascismo, se opone al nombramiento, que además implica abandonar Italia y hacer pie –y vida– en Alemania. Pero no son tiempos en que la voz de la mujer signifique algo: se mudan en 1934.

En 1943 (simetría: simple inversión de números), los aliados invaden Sicilia, obligan a replegarse a las tropas nazis, y descabezan el gobierno de Mussolini, depuesto y encarcelado por Víctor Manuel III. Las tragedias empieza a tejer su última madeja…

Hitler, lejos de intuir que el Tercer Reich para un milenio se acabará como la luz de un fósforo, furioso por lo que llama “la traición del rey”, decreta y pone en marcha la Operación Abeba: caza de la familia real italiana a cualquier precio.

Mafalda está en Sofía (Bulgaria) para asistir al entierro del rey Boris III, y no sospecha el peligro del avance aliado. Se cree a salvo de todo. ¿Qué puede pasarle, casada con un alemán miembro del Partido Nazi, y funcionario? Pero muy otra, y sombría es la verdad.

Ignora que Felipe, por orden directa del führer, está en la cárcel por no haber informado la caída de Mussolini, y lo peor: también ignora que su cabeza tiene precio. El 21 de septiembre de 1943 llega a Roma, se encamina al Vaticano, donde están refugiados sus hijos, rechaza la protección que le ofrece el Papa, y retorna a Villa Polissena. Decisión fatal. Al otro día, la Gestapo cae sobre ella.

Prisionera, la llevan en avión a Alemania bajo la promesa de que allá podrá encontrarse con su marido. ¡Trampa! La acusan de traición y la mandan al campo de exterminio de Buchenwald, y allí la confinan en la Barraca 15 de Aislamiento bajo un nombre falso: Frau von Weber, y le prohíben revelar su identidad.

La cuidan una testigo de Jehová y una prostituta. Le asignan un menú “de privilegio”: pan negro, manteca, algo negro parecido al café –sin azúcar– y sopa de carne y cebada.

Trabaja todo el día como una devota enfermera.., hasta el 24 de agosto de 1944. Ese día llueven bombas aliadas sobre el campo. La barraca se derrumba. Ella se refugia en un pozo, pero la herida es grave: fractura expuesta en un hombro, y el brazo lacerado por esquirlas y escombros. Se lo amputan. La operación es larga y sangrienta. No sobrevive.

Muere tres días después. La entierran en una fosa común como “262, mujer desconocida”. Encontrada mucho después por los obreros italianos prisioneros que la sepultaron, e identificada, yace en la cripta familiar del Schloss Friedrichshof, Castillo de Kronberg, Hesse, Alemania.

Según aquellos que la conocieron, “era buena, linda y gentil”. Extraño destino. Un barco, una mujer, dos tragedias. Separados por fechas, kilómetros y circunstancias. Pero de algún modo, inseparables.

Alfredo Serra (publicado en Infobae el 21/10/2019)

BACI: los chefs italianos que quieren revalorizar la cocina de las abuelas

La cocina argentina, y la porteña en particular, está atravesada por la inmigración. Y una de esas líneas que la cruza con más fuerza, con más profundidad, es la italiana. Muchos platos que son parte de lo que comemos habitualmente –la pizza, la pasta, la milanesa—los trajeron los “tanos” en los barcos. Pero aquí se encontraron con productos distintos y con otros inmigrantes, y hubo una reescritura de sus recetas.

“La primera vez que llegué a la Argentina, a fines de 1999, me quedé un poco amargado. Con el tiempo entendí esta interpretación tan local, rioplatense. Y aprecié la historia de los italianos acá y comprendí por qué cambiaron sus platos”. El que habla es Donato de Santis​, el cocinero italiano más famoso de la Argentina y el impulsor de BACI, una agrupación que desde su nombre juega con la sigla de Buenos Aires Cocineros Italianos para formar la palabra “besos” en la lengua del Dante.

Donato agrupó a varios de los chefs nacidos en Italia que cocinan en Argentina para revalorizar la tradición culinaria de la península. Este miércoles, los baci, como se llaman, mostraron parte de esa cultura en una cena que organizó el Consulado General de Italia en el hotel Panamericano a beneficio de la comunidad Sant’Egidio.

“Hace unos tres años los baci comenzaron a organizarse y en ese momento nosotros desde el consulado estábamos pensando en hacer una acción solidaria. Nos pusimos juntos y ya logramos la tercera edición de estas cenas, con la idea de hacer el bien comiendo bien”, cuenta Riccardo Smimmo, el cónsul general de Italia en Buenos Aires.

La comunidad Sant’Egidio es una asociación laica fundada en Roma en 1968, que en la actualidad tiene presencia en 73 países. En Argentina viene haciendo un trabajo muy fuerte con poblaciones vulnerables desde hace décadas, y planea abrir próximamente un centro de encuentro para niños, niñas, adolescentes y ancianos en La Boca. El objetivo de la cena benéfica “Solidaridad que une” fue recaudar fondos para este proyecto.

“Escuché el sábado en el programa de Marcelo Bonelli de esta cena y vine para apoyar a la comunidad Sant’Egidio”, comentaba en una de las mesas del salón colmado Rosa, que había ido con una amiga. Entre los concurrentes, había empresarios, como Cristiano Rattazzi y los dueños de Kosiuko, Federico Bonomi y Cynthia Kern, y varios famosos, como Andrea Frigerio, Carla Peterson, Iván de Pineda y Guillermo Francella.

Pero las estrellas, los que eran buscados por todos los asistentes para la foto con el celular, fueron los cocineros. Donato, a la cabeza. No era el único: Roberto Ottini, siempre histriónico, también estaba entre los más demandados. El, con su celular, capturaba además los momentos de diversión de los chefs, sirviendo al público las exquisiteces de la mesa de antipasti: fiambres y quesos típicos (como la burrata o el caciocavallo), caponata de melanzane y otra especialidad hecha con berenjenas, la famosa parmigiana. En el salón, el menú siguió con los ‘ndunderi, una especie de ñoqui que nació hace más de 1.000 años en la Costa Amalfitana, porchetta de conejo con panceta, y el emblemático tiramisú.

“Estos cocineros solidarios son un fenómeno e invito a visitar sus restaurantes, que son ristoranti italiani veri”, aseguró el embajador, Giuseppe Manzo. Manzo también le puso cifras a la presencia italiana en Argentina: un millón de residentes, de los cuales 340.000 están en Buenos Aires, lo que convierten a la capital argentina en una de las ciudades con mayor población italiana en el mundo. Además de Donato (Cucina Paradiso) y Ottini (Altra Cosa), integran BACI Alberto Giordano (Ike Milano), Maurizio De Rosa (San Paolo Pizzería), Pedro Picciau (Italpast), Paolo Spertino (Renatto), Leonardo Fumarola (L’Adesso), Mauro Crivellin (Mauro.it) y Federico Scoppa (Core).

Este último resume qué es lo que todos tienen en común: “Nos estimula la pasión por la cocina tradicional italiana y la necesidad de valorizar sobre todo los platos pobres de nuestro amado pueblo. Igualmente, no te quiero mentir: es un placer juntarnos cada tanto sólo para comer, reír y sentirnos un poco más cerca de casa”.

“Somos italianos de distintas partes y defendemos la italianidad. La comida italiana es una de las que más se comen en el mundo, es como el perejil, que está en todos lados. Fue viajando con los inmigrantes que hicieron lo que pudieron con los productos que encontraron. Los que llegaron aquí después de la guerra no encontraron ni el jamón crudo, ni el queso Grana Padano, ni la pasta italiana. No renegamos de las modificaciones que se hicieron, pero queremos mantener viva la gastronomía italiana”, suma Ottini, para quien la cocina es además “un motor de unidad de la comunidad”.

Donato también recuerda a esos inmigrantes que llegaron a la Argentina, que se juntaban en el conventillo primero o en sus casas después, y llevaban sus bandejas. “Eran platos de casa, no se hablaba de una cocina de regiones. Se hacían con lo que se conseguía. Algunos cambiaron, otros desaparecieron, otros resistieron”, señala.

Para él, el “inmortal” es el tuco. “Argentina es la república del tuco. El tuco con carne es rey, o reina –sonríe–. Es la bisagra para todas las regiones. Después hay situaciones divertidas, como la pizza con fainá que une el norte y el sur: algo que la sociedad no logra, la comida sí”.

La bagna cauda, el panettone, las masitas fritas, el fiambre casero, la pascualina, el vino patero: el chef enumera elementos del patrimonio gastronómico italiano. “Las abuelas amasaban esperando que todos volvieran al hogar. Hoy las abuelas casi no están más. No nos estamos dando cuenta de que estamos perdiendo una herencia importante. BACI nació para tratar de rellenar ese vacío”, cierra Donato.

Adriana Santagati (publicado en Clarín el 24/10/2019)

Buenos Aires, elegida entre las 20 ciudades más lindas del mundo

Es probable que, si le preguntamos a cualquier ciudadano del mundo cuál es la mejor ciudad del mundo, nos responda que es aquella en la que vive. O al revés, tal vez responda que la suya es la peor.

Para evitar este tipo de distorsiones, el metabuscador canadiense Flight Network se propuso elaborar un ranking de las 50 mejores ciudades del mundo preguntando a los expertos: más de mil escritores, blogueros y representantes agencias de viajes de todo el mundo, que han visto y experimentado lo mejor que el planeta tiene para ofrecer.

Esta amplia colaboración global dio como resultado una completa lista, una guía que bien puede servir de inspiración para quienes estén planeando viajes en los próximos años.

En este ranking, encabezado por París seguida por Nueva York, aparece Buenos Aires en el puesto número 20, apenas un puesto detrás de la austríaca Viena, y es la segunda ciudad latinoamericana más linda después de Río de Janeiro, que figura en el puesto 15.

“Buenos Aires, un colorido torbellino”

“Una capital europea en los confines del mundo, esta ciudad clásica tiene un don para lo espectacular”, destacó el periodista – David Light, del periódico Khaleej Times, que se publica en inglés en Dubái.

El informe destaca que “el corazón cosmopolita de Argentina, Buenos Aires, es un colorido torbellino de acción”. Y como ejemplo destaca al barrio de La Boca, “con sus apartamentos de colores brillantes, asadores que hacen agua la boca y gritando y animando a los fanáticos del fútbol en cada esquina”.

Otro punto que resalta es el Cementerio de la Recoleta, “lleno de arte”, y que otro sitio “bastante inesperado” para ver es el Jardín Japonés, “que se completa con estanques de koi y un increíble restaurante de sushi”.

El ranking también destaca que “la gran mayoría de la ciudad es de ascendencia europea o una mezcla de varias etnias, y que Buenos Aires tiene incluso “la comunidad judía más grande de América Latina, por lo que aún puede obtener un poco de sopa de bolas de matzá en los fríos meses de invierno”.

Finalmente, señala que “los argentinos son muy acogedores y felices de compartir su cultura (y comida), lo que hace de Buenos Aires un destino de viaje preciado”.
Las 20 mejores ciudades según el ranking de Flight Network:

1. París, Francia
2. Nueva York, Estados Unidos
3. Londres, Reino Unido
4. Venecia, ITalia
5. Vancouver, Canadá
6. Barcelona, España
7. Ciudad del Cabo, Sudáfrica
8. San Francisco, Estados Unidos
9. Sidney, Australia
10. Roma, Italia
11. Singapur
12. Lisboa, Portugal
13. Ámsterdam, Holanda
14. Praga, República Checa
15. Río de Janeiro, Brasil
16. Budapest, Hungría
17. Estambul, Turquía
18. Tokio, Japón
19. Viena, Austria
20. Buenos Aires, Argentina

En Argentina vive la comunidad italiana más numerosa del mundo: un millón de ciudadanos

“Este es un dato que impacta y que incentiva aún más a nuestros consulados a renovar y reforzar el enorme empeño con el que brindan servicios a nuestros connacionales en el país”, dijo el diplomático a Télam, luego de un encuentro de representantes de la Comunidad Italiana Residente en el Exterior (Com.It.Es) el 14 y 15 de septiembre en la ciudad de Bahía Blanca.

“Se trata de una comunidad en constante crecimiento que, como subrayaron los presidentes de los nueve comités que sesionaron en Bahía Blanca, pide un aumento de los recursos humanos y potenciar a los consulados para que puedan hacer frente a la gran demanda de trámites diarios, como las solicitudes de ciudadanías y la expedición de pasaportes”, indicó Manzo.

Reafirmó además el “compromiso” que el Ministerio de Asuntos Exteriores y todas las instituciones mantienen con la comunidad italiana en Argentina, de cara a la relevancia que ha adquirido a través de su desenvolvimiento en los distintos planos de la actividad social, productiva, económica y cultural del país.

Durante el encuentro se debatieron las temáticas de mayor relevancia para la comunidad italiana residente en la Argentina y se destacaron las acciones encaradas para una mejor atención, como la apertura de una oficina consular honoraria para asistir a la comunidad en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo.

También se puntualizó la designación de funcionarios “itinerantes” para llevar los servicios consulares a los lugares periféricos de la Argentina, así como la puesta a prueba de un sistema de videollamada por whatsapp en el Consulado en Buenos Aires, que permita brindar una mayor transparencia a la hora de otorgar los turnos para gestionar la ciudadanía.

En la jornada en Bahía Blanca se resaltó que la comunidad italiana en la Argentina se reafirma como la más numerosa en el mundo y supera al millón de residentes.

Además, se destacó la futura apertura de una nueva cátedra de enseñanza de la lengua italiana en la Universidad Nacional del Sur y la importancia de la colaboración entre el Com.It.Es, los consulados y la embajada, con el fin de promover la cultura y el idioma italianos a través de la participación de los jóvenes.

“Esta participación es fundamental para renovar el patrimonio único de la histórica presencia italiana en la Argentina”, indicó el embajador, quien dijo que recientemente fue inaugurada en Mar del Plata la primera cátedra universitaria en el mundo sobre italianidad, con seminarios dictados por profesores de la universidad nacional de esa ciudad y de universidades italianas.

Télam, 16/09/2019

Mejoras en el servicio consular

Se escribe y se habla muy seguido sobre los problemas de los servicios consulares, disfuncionalidades que no se deben a la conducción del Consulado o de fallas en el servicio, sino a la escasez de recursos humanos y económicos y a veces de una normativa, decidida en Italia, ya un poco obsoleta.

Pero también es justo reconocer las mejoras que se realizaron en el servicio, mejoras que se lograron en los últimos años. De hecho hubo algunas y muy buenas que ayudaron a acercar el Consulado a la gente.

Desde que se mudó en calla Reconquista 572, antes no pasaba, se tenía la impresión que se hubiera vuelto como una fortaleza, un lugar cerrado sin ningún contacto con el exterior. Parecía muy difícil para un ciudadano normal poder tener un dialogo con la estructura, expresar su problema y recibir una respuesta. En breve, dialogar.

En los últimos tres años esta impresión cambió porque el cónsul general Riccardo Smimmo y el cónsul de la ciudad de Buenos Aires, Gianluca Guerriero, con algunas reformas, lograron acercar el consulado a su público o aspirante público. El segundo y cuarto miércoles del mes, de 9 a 12, la gente puede acercarse al Consulado y presentar sus dudas a dos empleadas que atienden en la planta baja y partir del martes 16 de julio de 2019 está disponible un servicio de call center para brindar información sobre el trámite de reconocimiento de la ciudadanía italiana. El servicio está activo los días lunes, martes, jueves y viernes desde las 09:00 hs. hasta las 11:00 hs. llamando al siguiente número telefónico 4114-4790.

La conclusión es que de parte del Consulado de Italia en Buenos Aires existe toda la voluntad de funcionar de la manera mejor posible pero que la gran cantidad de italianos hace que esta tarea sea más difícil.

Edda Cinarelli

El discurso del Senador Adriano Cario en el 18° Congreso de FEDITALIA

Pasaron ya diez años del último congreso de jóvenes organizado por FEDITALIA. Sinceramente, no es cuestión de hacer números, porque tranquilamente se hubiesen podido seguir organizando sin que ello signifique en absoluto una mayor participación e injerencia de las nuevas generaciones en nuestra colectividad, ni mucho menos.

Sin embargo, cuando los hechos son el reflejo de procesos naturales, de movimientos auténticos e inocultables, la realidad toma otro sentido y sobre todas las cosas, un propio carácter.

¿Dónde voy con esto? El impulso que dio Julio Croci en FEDITALIA a la participación de los jóvenes es un proceso genuino que se viene dando hace años, con Irma Rizzuti, Graciela Laino, Franco Fiumara y tantos otros dirigentes nucleados en la FACA, al que se suman Ricardo Merlo, Mario Borghese y Darío Signorini que desde los congresos del MAIE también contribuyeron a este presente como tantos otros dirigentes presentes hoy en este Teatro, Marite Perrella, Antonio Pontoriero, Luis Cosenza, Palmira Frasca, y Cristina Borruto y tantos otros más.

El hecho que este proceso tantas veces impulsado por nosotros hoy sea verdaderamente genuino y natural, comporta la complejidad de ya no ser nosotros dueños ni conductores de la iniciativa. El movimiento que se está dando en nuestra comunidad y hoy hace epicentro en la Ciudad de Mar del Plata ya no tiene dueño ni límites. Es un proceso que tiene impulso propio, temas propios, inquietudes, ideas y formas de expresarse propias.

El mayor cambio deberá ser el nuestro, el de los dirigentes. Desde los 15 años que voy a congresos, charlas y encuentros de jóvenes organizados por la comunidad. Siempre los temas fueron sobre lo que nos querían hacer hablar, éramos jóvenes hablando cosas de viejos.

Hoy, en cambio, tendremos que estar preparados para que las charlas, discusiones, debates y decisiones estén bajo la iniciativa de los más jóvenes.

Agradezco a Julio y a todos los dirigentes que hicieron esto posible y estoy seguro que están a la altura de un momento histórico que hoy vivimos.

Viva Italia Viva Argentina…

Galería de imágenes

El Consulado y los italianos fantasmas

Se sabe que los consulados tienen muchos problemas para resolver, desde la escasez de recursos humanos y económicos, hasta un gran numero de usuarios, más de un millón, y de aspirantes a usuarios. Son cada vez más las personas de origen italiano que quieren que se les reconozca su ciudadanía italiana. Se sabe también que todos los empleados de las varias sedes consulares hacen lo posible para llevar a cabo su trabajo titánico, desde los varios cónsules generales hasta los digitadores. Es necesario aclararlo para que se entienda que las críticas no son hacia ellos, sino hacia el sistema y algunas de sus normas. De hecho sacar un turno para pasaportes no es nada fácil y lograr una cita para ciudadanía es una misión casi imposible, “casi imposible”, porque sólo algunas personas con mucha suerte lo logran.

Los problemas para manejarse en las páginas de los varios consulados no son exclusivos de las personas mayores sino también de los jóvenes no acostumbrados a manejar los sistemas informáticos o no muy familiarizados con las plataformas web. El sistema “prenota online” no es una interface amigable, está diseñada en función de una lógica burocrática/administrativa que no considera al usuario.

Como si todo esto fuera poco se agrega la complicada situación de muchos italianos que son bloqueados si no siguen algunas normas. Por ejemplo: si una persona logra sacar un turno pero non se presenta por una inesperada complicación y no avisa, es bloqueada. Y si no se registra nuevamente con el programa Fast-It no puede hacer ningún otro trámite. Puede lograr un turno que luego es sistemásticamente cancelado.

La situación más absurda es la de italianos que son declarado: “irreperibili” (no localizables) o sea que son puestos en una especie de limbo porque se desconoce su dirección, hasta cuando se vuelven otra vez “reperibili” (localizables), luego de haber realizado el Fast-It. Ellos no existen, es como si se volvieran fantasmas y como tales no pueden realizar ningún tramite. Esto pasa especialmente en épocas de elecciones cuando los consulados envían a la casa de los italianos los sobres electorales. Sucede que los porteros tienen que dejarlos personalmente a los destinatarios y si no los encuentran no pueden dejar los sobres en las porterías y tienen la obligación de devolverlos al remitente. El proceso iría bien y sería fehaciente si en Argentina el Correo funcionara como un reloj, pero no es el caso y no se puede confiar demasiado en un cartero acostumbrado a manejarse a su criterio. Muchos italianos fueron considerados “irreperibili” y se les volvió imposible pedir turnos, por ejemplo para el pasaporte. La solución entonces es nuevamente el Fast-It. Fácil decirlo, difícil realizarlo.

De hecho el tramite es engorroso y se necesitan varios documentos; DNI digitalizado, pasaporte y un servicio pago. Se aceptan solo boletas de agua, gas, teléfono fijo, luz, cable, no sirve por ejemplo el resumen de cuenta de un banco.
Esta es una normativa algo vieja o correspondiente a otra realidad. En Argentina, algunas empresas, las empresas privatizadas cambian los nombres del titular del servicio, pero las empresa del Estado, como Aysa, no lo hacen ya que el titular del servicio es el bien inmueble y no la persona que lo habita.

En estos momentos hay diferentes jóvenes ítalos-venezolanos, que llegaron a Argentina y no pueden regularizar su situación en el AIRE porque alquilan una pieza y no tienen servicios a su nombre. Conozco también el caso de un conocido abogado que en el DNI tiene su domicilio de trabajo, coincidente con el domicilio fiscal y no está en condición de realizar el Fast-It porque no tiene ningún servicio a su nombre. En este caso, siendo el propietario del inmueble donde funciona su oficina, procede a auto alquilarse el inmueble para justificar el domicilio.

Por esto pregunto si las normas están previstas en sintonías con los tiempos o corresponden a la realidad de algunos tiempos atrás.

Edda Cinarelli

Ir Arriba