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agosto 2022

La vivaz campaña de Mario Borghese

Entre tantas campañas políticas se destaca por su dinamismo la de Mario Borghese, candidato a senador por el Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior – MAIE.

No sólo es dinámica sino que también también un fuerte matiz afectivo. Borghese tiene una historia familiar muy vinculada a las asociaciones italianas, su padre fue presidente del Comites de Córdoba por muchos años y probablemente aprendió en casa como hablar a los ítalo-argentinos. Es médico, tiene 41 años, es de origen italiana, casado y junto con Ricardo Merlo fundó el MAIE (Movimento Associativo Italiani all’Estero), un movimiento autónomo de los partidos políticos italianos que tiene sus electores en las asociaciones italianas.

Este movimiento tiene en el centro de su campaña en la mejoría de los servicios consulares, defiende la ciudadanía Ius Sanguinis y también se interesa de medio ambiente. En línea con este compromiso y para intentar proteger el planeta de los cambios climáticos, Borghese visitó la empresa Municipal de Transporte Tamse. Allí habló sobre la importancia de utilizar sistemas de transporte amigables con el ambiente y de la experiencia europea en Smart City y Green Transportation. Afirmó: “Nos comprometimos desde el MAIE y el Parlamento a realizar una agenda en Europa e Italia para generar vínculos en acuerdos de movilidad sostenible”. Borghese estudió en la escuela Dante Alighieri de Córdoba, que ahora cuenta con dos mil estudiantes.

Junto a sus directivos, se comprometió a instituir en el Ministerio una mesa permanente de coordinación de Escuelas Paritarias Italianas en Sudamérica para que los alumnos puedan realizar intercambios en Brasil, Chile, Colombia y Uruguay.

Por su lado Merlo y el candidato a diputado para el MAIE, el dr. Claudio Zin, siguen trabajando intensamente en Buenos Aires.

Edda Cinarelli

Mario Sebastiani candidato a senador del PD

El Dr. Mario Sebastiani fue presentado como candidato a senador durante un encuentro en la Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE), en Hipólito Yrigoyen 1287- CABA, por el Circulo Enrico Berlinguer y el Circulo David Sassoli, ambos del PD. El aspirante legislador es especialista en Obstetricia del Hospital Italiano, autor de 13 libros, integrante del Consejo Directivo de la Asociación Cultural Cristoforo Colombo y defensor de la libertad, de los derechos y de la internacionalización y promoción del sistema Italia.

Durante la reunión varios de los presentes aportaron ideas para despertar el interés de los ítalo-argentinos, en especial de los jóvenes, hacia Italia. Se habló de cursos de perfeccionamiento, becas, pasantías, de la defensa del patrimonio arquitectónico de la colectividad italiana y de mejorar el servicio consular.

El PD basa su campaña en una administración eficaz, mejoramiento del servicio consular, en los valores, el desarrollo económico, la legalidad, la ética, el respeto del ambiente, el conocimiento y tiene una lista de candidatos muy destacados que podrían volver a reposicionarlo como uno de los mas importantes partidos italianos en América Latina. Las principales características de sus candidatos son la ética, la legalidad y su amplia formación.

Los sobres eletorales comenzarán a llegar a partir del 1° de septiembre. Sus candidatos a senadores son Mario Sebastiani y Andrea Matarazzo, mientras que por la cámara de diputados se postulan Antonella Pinto, Fabio Porta, Salvatore Finocchiaro y Filomena Narducci. Todos son muy conocidos y tienen una interesante trayectoria.

Edda Cinarelli

Puede haber fraude otra vez en las elecciones italianas en Sudamérica

Después de haber luchado por más de tres años tratando de demostrar ante la justicia italiana y la argentina que el senador elegido en su lugar en las elecciones italianas de 2018 en América del Sur había hecho fraude, Fabio Porta logró ocupar su banca en el Senado de Italia. Quien fue acusado de trampear al miembro del Partido Democrático, de centroizquierda, fue Adriano Cario, un ítalo-uruguayo que vivió en Argentina. Cario fue candidato de la Unión Sudamericana de Emigrados Italianos y luego se había pasado al Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior fundado por el senador ítalo-argentino Ricardo Merlo. En diciembre de 2021, el senador fraudulento fue expulsado del Parlamento porque según comprobaron las investigaciones oficiales, habían manipulado al menos unos 2000 votos.

Pero la batalla contra los posibles fraudes electorales en las elecciones italianas en el exterior no ha terminado. En la apurada campaña electoral que se está llevando a cabo en estos últimos meses en Italia y en los demás países con importante población italiana que participarán de las elecciones parlamentarias del 25 de setiembre, el riesgo existe. Y sobre todo en Sudamérica donde han ya surgido indicios de posibles manipulaciones, según contó en una entrevista con Página 12 el senador Porta, nacido en Italia pero que ha vivido más de veinte años en Brasil y que esta vez es candidato a diputado de los italianos en el exterior.

Del 28 al 31 de agosto, Porta estará en Argentina con la viceministra de Asuntos Exteriores y miembro del PD Marina Sereni. “Estos episodios de fraude han existido en el pasado y en las últimas elecciones de 2018 me afectaron personalmente”, contó Porta. “Lamentablemente no hemos logrado hacer modificaciones importantes al sistema de votación. El sistema es el mismo, aparte de algunos detalles y medidas que han tomado las embajadas para hacer más controlables el recorrido de los sobres con el voto”. Según la ley italiana que regula el voto en el exterior, el votante recibe el material para votar por correo y por correo lo debe reenviar al consulado que se lo envió.

“El peligro de fraude también existe ahora y ha sido confirmado por algunos email que han sido enviados a los votantes en estos días y que han sido señalados a las autoridades italianas y a la policía federal argentina, que están haciendo controles”, añadió Porta. Se trata de mensajes enviados por Whattsapp y por email al parecer por una mujer que se declara sostenedora de USEI y trata de convencer a los destinatarios de los email a votar por Eugenio Sangregorio, calabrés emigrado a Argentina en la década del 1950 que fue elegido hace cuatro años como diputado. El texto del mensaje dice entre otras cosas: “Si les da fiaca llevar el sobre al correo, lo pasamos a buscar por su casa” y agrega que si tienen problemas para llenar el voto, basta ponerse en contacto con ellos que los ayudarán y le llevarán el voto al correo. Cosa que por supuesto se podría prestar perfectamente para la manipulación del voto.

El hecho de retirar los votos de otras personas es “un delito contra le ley electoral y una compra de voto, tal vez a cambio de otras cosas o favores. Los que enviaron estos emails son del mismo partido que fue autor del fraude en las elecciones de 2018, es decir del USEI. Es una historia increíble. El mismo partido está tratando de hacerlo de nuevo con total impunidad”, comentó Porta. “Creo que es importante que las autoridades judiciales vayan adelante pero también creo que es muy importante que se difunda este tipo de cosas para que la gente sepa que existen. Otra cosa importante es la denuncia de estos hechos a través de la prensa, hacer sentir sobre estas personas una presión social porque lo que están haciendo es muy grave. Y las personas que ingenuamente se han prestado a operaciones de este tipo en el 2018 estarán más atentas si se difunden estos hechos”, añadió.

En ocasión del fraude de 2018, Porta no sólo había denunciado el caso ante el Parlamento y la justicia italiana sino que también lo hizo ante la justicia argentina. “Los abogados argentinos que han seguido el caso dijeron que se ha solicitado una rogatoria internacional a fin de que se puedan unificar las investigaciones de la justicia italiana y argentina. Pero hasta ahora no se conocen otros detalles. Creo que es importante andar a fondo sobre este tipo de hechos. Espero que la justicia italiana y argentina actúen rápidamente ”.

El viaje a Argentina y las elecciones

En su viaje a Argentina, Porta y la viceministra Sereni visitarán Buenos Aires y Rosario, las dos circunscripciones electorales más importantes por el número de italianos que allí viven. Tanto él como la ministra viajan en calidad de miembros del PD, no con funciones oficiales de gobierno. Los gastos del viaje, aclaró Porta para evitar dudas en este sentido, están a cargo del partido, no del gobierno italiano. Sereni, como establece la ley, estará en su cargo de viceministra hasta que asuma el nuevo gobierno que se forme después de las elecciones del 25 de setiembre. El lunes Porta irá además a Venezuela.

De hecho hay varios problemas más que se presentan en esta breve campaña electoral desatada velozmente en Italia a causa del boicot del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y luego de la derecha (Forza Italia de Silvio Berlusconi y la Liga de Mateo Salvini) contra el primer ministro Mario Draghi, quien había logrado gobernar un país en caos total a causa de la pandemia y poniendo de acuerdo a los varios partidos que formaron parte de su gobierno. También el PD formó parte de la coalición pero no puso en crisis a Draghi por considerar esa decisión como “irresponsable”. En efecto la renuncia de Draghi no sólo hizo nuevamente inestable la situación del país sino también la credibilidad de Italia a nivel internacional y el presidente Sergio Mattarella se vio obligado a convocar nuevas elecciones parlamentarias. Las elecciones definirán en parte el futuro de Italia. Una vez elegidos los miembros del Parlamento, las alianzas mayoritarias tendrán derecho a proponer un gobierno y un primer ministro.

Sobre los resultados eleccionarios se han hecho muchas hipótesis y algunas empresas de encuestas han presentado a la derecha, en particular al partido de ultraderecha Fratelli d’Italia de Georgia Meloni, como los posibles ganadores. Lo que, de concretarse, no será muy positivo respecto al rol de Italia en Europa y posiblemente en la guerra en Ucrania, dado que varios sectores de la derecha son simpatizantes de Putin. “Estas elecciones son importantes en Italia porque afrontamos una derecha radicalizada con Salvini y Meloni que nos preocupa, a nosotros que somo un partido europeísta, progresista y con grandes relaciones internacionales. Un partido que defenderá la Constitución contra los riesgos del retorno al pasado autoritario o contra quien ponga a riesgo los derechos civiles, las leyes de integración y de inclusión”, aclaró Porta.

Estas elecciones además reducirán considerablemente el número de parlamentarios, de 630 diputados a 400 y de 315 senadores a 200. En el exterior serán elegidos sólo ocho diputados y cuatro senadores. Y de éstos, sólo dos diputados y un senador en América del Sur donde es candidato Porta junto a otros cinco exponentes del PD, entre ellos Mario Aldo Sebastiani (médico ginecólogo y dirigente del Hospital Italiano de Buenos Aires) como senador.

Si bien se conocen los candidatos del PD, no ocurre lo mismo con los otros partidos que darán a conocer oficialmente sus candidatos esta semana. Entre los candidatos de la alianza de centro derecha en América del Sur se habla insistentemente nada menos que del ex piloto de Formula 1, el ítalo brasileño Emerson Fittipaldi.

Fuente: Puede haber fraude otra vez en las elecciones italianas en Sudamérica   | Ya hubo un grave caso en 2018 y hay indicios de una operación para este año | Página12 (pagina12.com.ar)

Alerta basura: en Argentina se generan más de 11 millones de toneladas al año

Cada año, en el mundo se recolectan unos 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos, según la Organización de las Naciones Unidas. De ese total, la Argentina aporta más de 11 millones de toneladas de basura al año. Sin embargo, según alertó el Observatorio de Residuos Peligrosos de la Universidades de Rosario y Buenos Airesmenos del 10% son tratadas adecuadamente. Es decir, unos 10 millones de toneladas.

Esta cifra, según detallaron, es el resultado de un año de relevamiento de información sobre la producción y tratamiento de residuos peligrosos, no peligrosos y patogénicos en el territorio nacional. Es más, el informe también indicó que sólo el 8% de las empresas lo hace de manera eficiente.

“Estos resultados permiten establecer una base para comparar la evolución del índice de tratamiento de residuos y así establecer parámetros de referencia sobre esta problemática. Para ello, se toman como referencia las 47 plantas operativas de tratamiento de residuos distribuidas en el territorio de las empresas que forman parte de las dos cámaras empresarias del sector: CAITPA y CATRIES”, explicaron en un documento.

En ese sentido, aclararon que en el Ministerio de Ambiente de la Nación “no existen cifras oficiales”, además de que “no cuenta con ningún indicador en la materia por lo que los datos arrojados por el observatorio indican que la situación es alarmante”, ya que en “se han producido en Argentina un total de 11.252.166 toneladas de residuos peligrosos, no peligrosos y patogénicos, de los cuales solo se trató un 9,6%. Es decir que solo 1.012.694 millones de toneladas se trataron de manera correcta”.

Claudia Kalinec, presidenta de CATRIES, se refirió a la situación nacional y aseguró que “hace un año que objetivamente sabemos que la cantidad de residuos que se trata ronda solo el 10%. La situación nos genera mucha preocupación porque las consecuencias por la contaminación que esto provoca las estamos viendo todos los días y cada vez son más graves”.

Por su parte, Gustavo Solari, presidente de CAITPA destacó que “hay empresas que cumplen con la Ley y tratan adecuadamente los residuos, pero como muestra el estudio son la minoría”. “Necesitamos un mayor cumplimiento de la Ley, pero sobre todo una mayor conciencia ambiental por parte de las empresas generadoras”, agregó.

Tras estos datos y al advertir las argumentaciones de los representantes de estas cámaras de tratamiento de residuos, desde el Observatorio de Residuos Peligrosos de la Universidades de Rosario y Buenos Aires aseguraron que “frente a estas alarmantes cifras, se está en condiciones de afirmar que el 90% de residuos producidos son volcados de manera ilegal, lo que se convierte en pasivo ambiental para la sociedad que, tarde o temprano, lo termina pagando de diversas formas, ya sea con calidad de vida, con salud o con sus impuestos para remediarlos. Resulta incomprensible que en este contexto esta situación no sea prioridad en la agenda política”.

Cuáles son los datos mundiales sobre los residuos y la basura

Según los datos de la ONU, la situación en el mundo también es alarmante. Cada año se recolecta “una cantidad estimada de 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos, mientras que la desintegración de la proporción orgánica de estos residuos sólidos contribuye aproximadamente al 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”.

En ese sentido, aseguraron que “si no se puede evitar el desecho, el reciclaje permite ahorrar recursos de manera sustancial”, ya que por cada tonelada de papel reciclado “se pueden salvar 17 árboles y un 50% de agua”. Asimismo, destacaron que, hasta el momento, solo se recicló un 9% de todo el desecho del plástico que se generó a lo largo de la historia, siendo que 12% se incineró y el 79% restante se acumuló en vertederos, basureros o en el medio ambiente.

“En el mundo, se compran un millón de botellas de plástico cada minuto y se usan hasta 5 billones de bolsas de plástico descartables al año, a nivel global. En total, la mitad de todo el plástico producido se diseña para usarlo una sola vez y, después, tirarlo”, afirmaron desde el organismo internacional.

En tanto, en lo que respecta a los desechos electrónicos que se produjeron a nivel mundial, la ONU afirmó que “crecieron de 5,3 a 7,3 kilogramos per cápita al año entre 2010 y 2019″, al tiempo que “el reciclaje ecológicamente racional de desechos electrónicos aumentó a un ritmo mucho menor: de 0,8 a 1,3 kilogramos per cápita al año”.

De Italia a Caseros. La cafetera que era furor en Europa y revolucionó el mercado local: “El país nos dio la oportunidad de progresar”

Antonio Varriale trajo consigo unas pocas cosas desde su país natal. Pero entre ellas había una que, aunque no ocupaba un lugar físico importante en su valija, invadía todos sus pensamientos: una cafetera Moka y la patente para producirla en Argentina. Tenía la firme convicción de que ese objeto, que era furor en Italia desde los años ‘30, podía funcionar a la perfección en este lado del Atlántico. Y no se equivocó.

Entusiasmado con la idea de poner en marcha su proyecto, un símbolo de la cultura italiana del café, Varriale se instaló en Caseros. Allí, a mediados de siglo pasado, conoció a Antonio Julio Onoda, un humilde y joven tornero, hijo de una madre española y un padre japonés. Tiempo después, se sumó al emprendimiento otro inmigrante italiano, Aníbal Dall’Anese. Fue así como los tres socios, unidos por las ansias de superación y el afán de progreso, dieron nacimiento a Volturno, la cafetera moka que desde hace más de medio siglo se fabrica en la Argentina.

Volturno, además de ser un río itálico, era el nombre del barco en el que Varriale tenía pensado llegar a América. Sin embargo, el destino hizo que días antes de su partida se enfermara y no pudiera embarcar. Lo que en el momento pudo ser considerado como una desgracia terminó salvándolo de la fatalidad, porque el Volturno se hundió y sus todos sus pasajeros murieron. Fue justamente ese instante de “buena fortuna” que inspiró el nombre de la empresa.

De tres socios a un único dueño

En un comienzo, los tres socios se encargaban de todo. Desde fabricar artesanalmente las cafeteras hasta comercializarlas al público. Los primeros compradores fueron los inmigrantes italianos del país. En 1967, formalmente crearon la “Fábrica Argentina de Cafeteras Express SRL”. Con el tiempo, el negocio creció y una década más tarde, ya eran populares en las cocinas de los argentinos. En ese momento de auge, alrededor de 40 personas trabajaban en la planta y hacían 10.000 cafeteras por mes.

Pero las circunstancias de la vida y los vaivenes económicos del país hicieron que la sociedad que había comenzado con tres socios se redujera con los años a solo uno. Primero, cuando falleció la esposa de Varriale, él decidió regresar a Italia previa venta de su participación en la empresa a sus socios. En los 90, el auge de lo importado complicó la situación de muchas empresas nacionales y Volturno no fue la excepción. Fue entonces cuando Dall’Anese, también decidió retirarse del negocio y vendió su parte a Antonio Onoda. Desde ese momento, Onoda y su familia quedaron a cargo de empresa.

Actualmente Volturno es la única empresa del país dedicada a la fabricación de cafeteras moka. “Es un producto difícil de elaborar por lo que no tenemos competencia en la Argentina. La competencia es China, pero como es un producto artesanal, la diferencia se nota”, dice Adrián Onoda, hijo de Antonio, que falleció en octubre 2019, y que actualmente está cargo de la empresa junto con su madre Ana María Affonso.

“La gente genera un vínculo con nuestro producto. Lo que sucede con la cafetera es que al durar tantos años y usarla todos los días de tu vida, le tomas cariño. Me llena de orgullo cuando me cuentan que tienen una cafetera nuestra desde hace un montón de años”, agrega.

La pequeña gran empresa familiar

Volturno es una empresa familiar “muy chica”, que cuenta con tan solo siete empleados y fabrican mensualmente 3000 cafeteras que se venden en todo el país, a través de varios canales, principalmente cafeterías y bazares. “No damos abasto con la producción, estamos muy atrasados, tal vez por eso no pensamos en exportar, solo con las entregas del mercado interno estamos al límite de nuestra capacidad de producción”, explica Adrián. En algún momento, la marca italiana de cafeteras, Bialetti les propuso realizar un joint venture, pero a su padre no lo convenció la propuesta. “Él era muy defensor de su marca y de la industria Argentina”, agrega.

En la fábrica de la calle Doctor Rebizzo, de Caseros, donde la fábrica funciona desde hace 48 años (antes estaban a 15 cuadras de allí), se realiza la producción completa de las cafeteras, salvo el proceso plástico de la perilla y manija. “Entra un lingote de aluminio y sale la cafetera empacada. A las 4.30 de la madrugada, se encienden los hornos de fundición donde se coloca, a más de 700 grados, el lingote de aluminio. Alrededor de las 7 ya está listo el material fundido que se coloca dentro de moldes metálicos, es fundición por gravedad. Una vez que la piezas se enfrían, se desmoldan. Con un torno se hacen las roscas por las que se unen ambas piezas. Luego, pasan a un pulido final”, detalla sobre el proceso de producción de las cafeteras que se venden en el mercado a un valor que oscila entre los 7000 a 14000 pesos.

-¿Encuentran fácilmente el personal para trabajar en la empresa?

Adrián: -No. Todo el personal que contratamos primero lo tomamos y luego tenemos que capacitar. No hay en el mercado personas con estos conocimientos. Con excepción de Tony, el encargado de planta, que es el empleado más antiguo y sabe hacer todo.

Madre e hijo piensan que una de las claves para que el negocio familiar funcione sin dificultades ni resquemores que afecten la relación, es la separación roles. Así, mientras Ana María se encarga de la relación con los clientes, Adrián se ocupa de la parte financiera. En 2015, la pareja de Adrián, Eugenia Cerisola, también se sumó al negocio en la parte comercial. “Es una empresa netamente familiar donde cada uno tiene un lugar”, dice Ana María.

-De todas maneras, más allá de que cada uno tenga un rol, siempre hay desacuerdos

Adrián: -No. Mi papá me escuchaba mucho y siempre me dejó llevar adelante mis ideas. Una única vez se opuso y me dejó una enseñanza. Cuando estaba el furor por lo importado, puntualmente lo chino, yo quería competir con ellos, pero la forma de hacer algo barato es bajar la calidad. Yo era muy joven y me acuerdo que mi papá me dijo que no, que la calidad se mantenía a rajatabla…. y con el tiempo me di cuenta que él tenía razón. Logramos mantenerla y eso hoy nos identifica.

En el último tiempo, Adrián piensa que se produjo una combinación que los benefició y los alentó a nuevo proyectos. “Por un lado, la pandemia nos obligó a estar más tiempo en la casa y los utensilios de cocina hicieron un boom y por otro, hay una movida nueva, llevada adelante por gente joven, de consumir café de especialidad. Los métodos manuales o artesanales de hacer café están volviendo”, cuenta Adrián. Hace unas semanas, Volturno abrió su primer local de café de especialidad y un coworking, en Las Lomitas Street, en Lomas de Zamora.

Esfuerzo, dedicación yamore

Para sus dueños, Voltuno representa más que un empleo. Ana María lo sintetiza: “Es mi vida”. En 1974, con su reciente título secundario de perito mercantil bajo el brazo, Ana María comenzó a trabajar en la empresa como secretaria. Sin imaginarlo, en la planta de Caseros, además de un empleo, conoció al gran amor de su vida, Antonio. “Nos llevábamos 15 años de diferencia, pero éramos muy compañeros. Él era muy buena persona, todos lo querían. También era un apasionado de su trabajo”, cuenta.

Antonio y Ana María estuvieron un par de años de novios y luego se casaron. Al año, nació Adrián. “A su lado, tuve una vida maravillosa… y lo extraño. Siempre seguí trabajando en la fábrica, nunca me dediqué a otra cosa. Los dos pusimos mucho esfuerzo y dedicación en la empresa. Antonio trabajó hasta los últimos días antes de morir”, dice.

La historia de Antonio es un típico ejemplo de algo que, en otros tiempos, era posible entre los argentinos trabajadores: el ascenso social. “Él venía de una familia muy humilde y se hizo solo. Su papá, que se había recibido de ingeniero agrónomo en Japón, hacia jardines. También cultivaban flores en el jardín de su casa y su madre las vendía en el cementerio de la zona, mientras que Antonio cuidaba los autos. También, trabajó vendiendo diarios y ayudando al lechero con el reparto de leche cuando se entregaba en los domicilios”, cuenta Ana María.

Antonio hizo algunos años en un colegio industrial, pero no pudo terminar sus estudios porque tenía que trabajar para ayudar con la economía familiar. Fue entonces cuando, en 1958, se le ocurrió comprar un torno y pidió plata prestada a un familiar. Su primer torno fue un “Wecheco 16″ que lo compró a nombre de su padre porque él aún no había cumplido los 18 años. “Él siempre me contaba emocionado que cuando empezó a trabajar con el torno en su casa, su papá solía sentarse a su lado para cebarle mates… fue la manera que su familia lo apoyó en sus comienzos”.

-Por lo que cuenta Ana, su marido fue un típico caso de movilidad social ascendente.

Ana María: -Sí, él empezó de súper abajo, de menos cero. Pero el país siempre dio oportunidad de progresar, eso si trabajando mucho desde la mañana temprano hasta la noche. Juntos pasamos épocas muy duras pero las pudimos sobrellevar y sobrevivimos a todos los embates de la Argentina manteniendo nuestra esencia: una empresa familiar.

-¿Cómo es ser un empresario Pyme hoy en el país?

Adrián: -No me puedo quejar porque tenemos trabajo y una empresa sana, pero todo el mundo sabe de las complicaciones que conlleva. Aunque es complejo, creo que el país te da oportunidades, podés salir adelante. Lo que la mayoría de las veces sucede es que, en lugar de ocuparte de cosas estratégicas, perdés todo el día tratando de resolver problemas exógenos a la actividad.

-Y eso genera un desgaste innecesario. ¿Alguna vez Antonio te dijo: “Ana cerremos todo, vendamos”?

Ana María: -Nunca jamás, porque esto era su vida. Él venía acá tempranísimo y se quedaba hasta la noche. En el 2001 pasamos un momento difícil porque además de la crisis económica, Antonio se enfermó de cáncer. Pudimos salir adelante. Ni en los peores momentos cerrar fue una opción.

Adrián: -Lo que sucede es que esto más que un trabajo…. es un estilo de vida y supongo que le debe pasar a todos los que tienen una pequeña empresa. Llegar temprano, desayunar en la fabrica, irse tarde… se transforma en un hábito, en tu vida.

Fuente: De Italia a Caseros. La cafetera que era furor en Europa y revolucionó el mercado local: “El país nos dio la oportunidad de progresar” – LA NACION

4 motivos por los que es tan difícil para Argentina reducir su histórico déficit fiscal, uno de los desencadenantes de la crisis económica

Muchos países tienen déficit fiscal -es decir, gastan más de lo que recaudan-, pero a pocos les representa un problema tan grande como a Argentina. La mayoría de quienes tienen cuentas en rojo, incluso algunos con niveles de déficit mucho más altos que el argentino, simplemente emiten deuda y así financian el desbalance. Pero el caso de Argentina es muy diferente.

La tercera economía de América Latina lleva tantos años gastando de más (desde 1900 a hoy, solo en 10 años el Estado logró generar más ingresos que egresos) que el déficit se ha convertido en uno de sus principales problemas macroeconómicos. No puede resolverlo emitiendo más deuda, como hacen los demás, porque ya pidió tanto dinero, tantas veces -es el país más endeudado de la región-, que cayó en sucesivas crisis de deuda, entrando en “default” (o cesación de pagos) ocho veces.

La desconfianza que genera Argentina hace que hoy tenga el “riesgo país” más alto de América Latina después de Venezuela y El Salvador, un índice elaborado por J.P. Morgan que determina el nivel de peligrosidad que representa prestarle dinero a una nación.

Por ello, para seguir tomando deuda, el país debe pagar intereses mucho más altos que otros.nFrente a esta limitación, durante los últimos años -y especialmente durante la pandemia- el gobierno de Alberto Fernández aumentó la emisión de pesos para pagar sus cuentas, algo que, según los economistas ortodoxos, ha acelerado la inflación.

En julio el alza de precios llegó al 71% interanual, una de las inflaciones más altas del mundo, y se prevé que siga aumentando. Ante este panorama, Fernández anunció su intención de sanear las cuentas públicas. “No se puede seguir viviendo eternamente con déficit fiscal“, señaló a finales de junio, durante una gira por Europa. El nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, quien asumió a comienzos de agosto, reiteró este mensaje, asegurando el día de su inauguración que “la primera meta del gobierno será construir equilibrio fiscal”.

Massa, quien tendrá a cargo no solo la cartera económica sino también la de Producción y Agricultura, es el tercero en encabezar las finanzas del país en un solo mes, tras las renuncias de Martín Guzmán y Silvina Batakis. Al presentar los principales lineamientos de su gestión, el “superministro” dejó en claro que su primera prioridad será la misma que la de sus antecesores: reducir al 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) el déficit fiscal primario -es decir, lo que gastó el Estado sin incluir el pago de deuda-, tal como establece el Presupuesto Nacional.

En la práctica, esto significa que el país deberá reducir en un 0,5% el déficit fiscal primario que alcanzó en 2021 (que fue del 3% del PIB). Esa meta es la que Argentina acordó en marzo pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), su principal acreedor externo, que en 2018 le otorgó al entonces presidente Mauricio Macri el préstamo más grande en la historia de esa institución: US$57.000 millones (de los cuales se usaron -y hoy se deben- US$44.000 millones).

Pero, aunque una reducción del 0,5% no suena como mucho, lo cierto es que, para este país, es toda una odisea ¿Por qué? Para entenderlo te explicamos cuáles son las cuatro áreas que más presupuesto representan del Estado, qué propone el “superministro” para achicar ese gasto y por qué no será una tarea sencilla.

Subsidios energéticos

Muchos asumen que el gasto público en Argentina es alto por servicios como la salud y la educación gratuitas, pero lo cierto es que hay otras cosas que le cuestan mucho más al Estado. Por ejemplo, los subsidios energéticos, que en 2021 se llevaron un 8,8% del presupuesto nacional, más que el gasto público en Educación (6,4%), Transporte (5,9%) y Salud (5%).

Este es el gasto estatal que más creció en Argentina en los últimos años y hoy representa tres cuartas partes de todo el déficit fiscal primario del país. En 2021 los subsidios a la energía representaron el 2,3% del PIB. Si se considera que el déficit primario fue del 3% es fácil entender por qué reducir este gasto es considerado primordial.

Un informe elaborado por el Instituto Argentino de la Energía (IAE) mostró que, solo entre 2010 y 2020, los subsidios energéticos le costaron al país casi el triple de lo que le debe el FMI (cerca de US$130.000). Pero ¿por qué gasta el Estado tanto en subsidiar la energía?

La política de subvenciones al gas y la electricidad comenzó a aplicarse hace dos décadas para proteger el bolsillo de los argentinos después de la crisis de 2001, que devaluó fuertemente el valor del peso y dejó a más de la mitad de la población en la pobreza.

Cuando la economía empezó a repuntar, los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) mantuvieron los subsidios para evitar que un aumento de precios acelerara la inflación y redujera el consumo, clave para la economía del país que depende en un 70% del mercado interno.

Pero un segundo factor hizo que el gasto en subsidios se disparara: en 2008 Argentina perdió su autoabastecimiento energético y, a partir de entonces, ha tenido que importar cada vez más gas y petróleo, con precios más altos que los de la producción local. Para 2014, los subsidios representaban casi US$20.000 millones al año, según los datos del IAE. No obstante, ante las críticas por el creciente gasto que esto implicaba para el Estado, la entonces mandataria Cristina Kirchner -quien hoy es vicepresidenta- resaltó que el nivel de subsidios del país era bajo en comparación con las del promedio mundial.

A pesar de que el gobierno de Macri (2015-2019) aplicó fuertes “tarifazos” que redujeron las subvenciones a menos de US$5.000 millones, la pandemia, y luego la guerra entre Rusia y Ucrania, volvieron a aumentar los costos. En 2021 la Energía fue el segundo gasto más alto del Estado después de la Seguridad Social. Y, en el primer semestre de 2022, el aumento del precio internacional de los combustibles por el conflicto ruso-ucraniano hizo que el gasto en subsidios aumentara en un 116% interanual, informó el IAE.

Para atenuar este gasto, el gobierno introdujo a partir de agosto una “segmentación tarifaria” para que la población con mayor poder adquisitivo deje de beneficiarse con los subsidios (que hoy aplican a todos). Massa también señaló que habrá un tope por hogar para el consumo energético subsidiado y anunció que a partir de septiembre también se segmentará el consumo de agua. Según el funcionario, con estas medidas “el Estado se ahorrará 500.000 millones de pesos al año” (cerca del 0,5% del PIB).

Empleo estatal

Otro anuncio que hizo el nuevo ministro de Economía fue congelar las nuevas contrataciones en “todos los sectores de la administración pública nacional centralizada”. El empleo público es otra de las grandes cargas que tiene el Estado: uno de cada cinco argentinos trabaja en el sector público, ya sea a nivel nacional, provincial o municipal, una de las cifras más altas de América Latina.

En 13 de las 23 provincias argentinas el número de empleados públicos supera al de asalariados del sector privado registrado, según destacó un trabajo publicado en 2021 por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea.

El crecimiento del empleo público fue clave para reducir la desocupación tras la crisis de 2001/2, que dejó a uno de cada cinco argentinos en actividad sin trabajo. Pero cuando la economía se reactivó, el Estado se siguió ampliando. Tanto el kirchnerismo como el macrismo aumentaron el personal de la administración pública. Y, si bien el empleo público sigue siendo un factor determinante para mantener baja la tasa de desocupación, que hoy alcanza el 7%, los números muestran que el Estado se ha convertido en el motor del empleo.

Mientras que la cantidad de trabajadores públicos pasó de 2.6 millones a 3.3 millones en la última década (un aumento del 27%), el número de trabajadores privados formales se mantuvo estancada, en 6.1 millones, según datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

Ayuda social

Un tercer anuncio que hizo Massa para equilibrar el gasto fiscal fue ordenar una auditoría de los “planes sociales”. Así llaman los argentinos a una serie de programas de asistencia social que buscan proteger a los más desfavorecidos.

Tanto el kirchnerismo como el macrismo aumentaron la asistencia social durante sus gobiernos para ayudar a los sectores más afectados por las constantes devaluaciones y aumentos de precios. Si se suman las ayudas familiares -como la Asignación Universal por Hijo, creada en 2009-, y los distintos programas, el porcentaje del gasto público destinado a asistencia social en 2021 superó el 10%. Pero con un nivel de pobreza cercana al 40%, cada vez más argentinos dependen de la ayuda económica del Estado.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) advirtió que, sin esta ayuda, el índice de pobreza podría llegar al 50% y el de indigencia al 20%. No obstante, algunos cuestionan la sustentabilidad económica del sistema de protección social, que, según el Observatorio, en 2021 ayudó a un poco menos de la mitad de la población (44,7%), una cifra similar a la de 2019, antes de la pandemia.

Los críticos resaltan que hay tres veces más personas que reciben ayuda del Estado (unas 21 millones) que las cerca de 6 millones del sector privado que, a través de impuestos sobre sus salarios, son los principales financiadores de las arcas públicas (ya que cerca de un tercio de los trabajadores en Argentina son informales y los empleados públicos reciben más dinero del Estado del que aportan).

Sistema previsional

El gasto más alto que tiene el Estado argentino es el de jubilaciones y pensiones, que se llevan un tercio del presupuesto. Sin embargo, lejos de proponer recortes, Massa anunció que el gobierno cumplirá con el aumento jubilatorio del 15% que está pautado por ley para septiembre y además agregará un bono para quienes cobren los haberes más bajos. Son anuncios muy esperados por los retirados, el 70% de los cuales cobran jubilaciones mínimas que no llegan a cubrir la canasta básica.

¿Por qué entonces representa este gasto una carga tan pesada para el Estado? El principal motivo es que, aunque el poder adquisitivo de los jubilados se ha deteriorado notoriamente en los últimos años, Argentina tiene una de las coberturas previsionales más amplias de la región, por encima del 90%. Esto es gracias a una serie de moratorias realizadas durante el kirchnerismo que duplicaron el número de jubilados, permitiendo que millones de amas de casa y trabajadores informales obtengan este beneficio al que antes no hubieran podido acceder. Pero lo que es celebrado por el gobierno como “justicia social” está complicando las finanzas del Estado, porque de los 9 millones de jubilados y pensionados que hoy tiene el país, menos de un cuarto realizó los aportes correspondientes.

Según un informe publicado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) solo el 23% de los jubilados realizó los 30 años de contribuciones. 22% contribuyó menos de 30 años, gracias a regímenes especiales de jubilación anticipada. Pero la mayoría, un 55%, se jubiló sin aportes.

A esto se suma otro desequilibrio del otro lado del espectro jubilatorio: las llamadas “jubilaciones de privilegio” que cobran, entre otros, políticos, diplomáticos y jueces, y que alcanzan al 1% del PIB, según cálculos del exministro de Economía Martín Lousteau. “El desorden previsional es una de las principales fuentes de déficit fiscal”, advirtió el reporte de Idesa, cuyo jefe de investigadores, Jorge Colina, le dijo a BBC Mundo que el sistema actual es “insostenible”.

Veronica Smink (publicado por BBC News Mundo, Argentina el 18/08/2022)

Fuente: 4 motivos por los que es tan difícil para Argentina reducir su histórico déficit fiscal, uno de los desencadenantes de la crisis económica – BBC News Mundo

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