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noviembre 2017

La implosión del Calcio italiano

La seleción italiana de fútbol está fuera del Campeonato Mundial del proximo aňo en Rusia y es la primera eliminación después de sesenta aňos cuando Italia fue excluida justamente del mundial de Suecia ’58 por Irlanda del Norte en otra pagina triste y opaca del fútbol italiano.

El desatre partenece al sistema futbolistico de Italia, pobre de talentos reales (Italia aún lamenta el adios al fútbol de Totti, Del Piero, las ultimas estrellas de la seleción que ganó el Campeonato Mundial en Alemania en 2006), obligada a una defensa muy vieja con Buffon, Chiellini y Barzagli y una Federación que es debil en nivel internacional y tiene una logica muy provinciana sobre los jóvenes, los hinchas, la gestión de las relaciones entre seleción y clubes.

Italia sufre una Liga de nivel bajo donde Juventus es el unico equipo que da a la seleción nacional jugadores titulares mientras que los otros equipos utilizan jugadores extranjeros por el 70% de sus formaciones y el ultimo equipo que ganó una competición internacional fue el Inter con un solo jugador italiano en campo y en lejano aňo 2011, mientras que Alemania, Espaňa, Inglaterra están invirtiendo en un fútbol nuevo, jovén y atractivo.

Pero además de estas deficiencias evidentes del sistema del fútbol italiano, también se produce una división del capeonato de fútbol en dos velocidades que ve en un segundo plano a los equipos menores de las ciudades medianas y pequeñas y por otro lado tiene a los equipos más poderosos de las grandes metrópolis, Milano, Roma y Torino. Esto equipos, más ricos y frecuentemente asociados a grandes grupos económicos, generan un círculo con otras reglas de juego y juicios arbitrales marcadamente parciales a su favor.

El reciente colapso del sistema futbolístico de Calciopoli ocurrido en el año 2006, lejos de revertir este fenómeno corrupción basado en la compra y venta de resultados, consolidó su estructura llevándola a la acatombe actual. En diez años las voces sigueron calladas y ninguna autocrítica propuso cambios o renovaciones, no es casual que el desastre actual ya fuera anticipado en los dos mundiales anteriores con la eliminación en primera ronda. La victoria de Berlín del 9 de Julio de 2006 que le dio el tetracampeonato mundial al seleccionado italiano ante Francia evitó la quiebra de los grandes clubes de la península afectados por Calciopoli. Estos pudieron reciclarse vendiendo a sus estrellas campeonas, pero el sistema del siguió intacto hasta hoy, muy lejos de una refundación que priorizara al deporte por arriba de los intereses económicos a corto plazo de los grandes equipos.

Se espera que la derrota ante Suecia y la exclusión del mundial de Rusia 2018 sea la ocasión de una refundación del sistema futbolístico italiano que no llegó con Calciopoli en el 2006. La renuncia del entrenador Luigi Ventura y del presidente de la federación italiana de fútbol Carlo Tavecchio por si sóla no es presagio del cambio deseado. Italia posee los medios y el capital para un cambio sustentable en el largo plazo sobre el modelo alemán, pero esto significaría diseñar un proyecto futuro con reglas sólidas que resten espacio a los intereses que dominan la escena actual.

El desastre futbolistico también será un colapso economico, con la fuga de los promotores y de las empresas, la ausencia de las cadenas televisivas que cubren el acontecimiento y que tienen un peso muy relevante en el escenario financero y sobre todo la puesta a cero de la credibilidad deportiva italiana que tiene que volver al principio excluyendo presidentes potentes pero ignorantes, entrenadores sin proyectos modernos y una generación ganadora pero pasada.

Muere Totò Riina, el ‘capo de capos’ de la mafia siciliana

A las 3.37 del viernes, recluido en el módulo de presos del ala penitenciaria del hospital de Parma, Salvatore TotòRiina, el gran jefe de la Cosa Nostra siciliana y el padrino más sanguinario de la historia, dejó de sonreír y se llevó a la tumba todos los secretos de una carrera criminal tan extensa que permitiría contar la historia reciente de Italia a través de sus cadáveres. El último capo dei capi, 87 años cumplidos algunas horas antes, condenado a 26 cadenas perpetuas y sospechoso de haber matado a más de 150 personas —40 de ellos con sus propias manos—, murió a causa de un cáncer que le mantenía postrado en una cama desde hacía meses. Su vida causó tanto dolor, que los tribunales no le permitieron consumir su último aliento en Corleone, como siempre había soñado.

La historia de Totò Riina, un metro y 58 centímetros de altura, pero capaz de declarar una guerra al Estado y poner de rodillas a todo un país, estuvo siempre rodeada de muerte. Hijo de una familia humilde de campesinos, perdió a su padre y a su hermano con 13 años cuando intentaban extraer la pólvora de una bomba de la Segunda Guerra Mundial que no había explotado. Aquella detonación tiñó de sangre la infancia de Salvatore y le convirtió en el cabeza de familia a los 13 años. Con el tiempo, y varias decenas de cadáveres más, terminaría siéndolo también de la familia corleonesa, la dinastía que alcanzaría el poder absoluto en la Cosa Nostra y a la que también pertenecieron otros asesinos como Bernardo Provenzano.

Riina y su organización fueron una anomalía en el la historia de la Cosa Nostra.Leoluca Bagarella, Giuseppe Madonia… Comandaron a un grupo de hombres sin linaje en la aristocracia mafiosa. Pastores y campesinos que prácticamente no sabían leer tomaron el control de la organización y borraron del mapa a la anterior cúpula desatando una tormenta de sangre nunca vista. Solo entre la primavera de 1981 y el otoño de 1983, murieron o desparecieron 1.700 rivales. “Fue un exterminio étnico, suprimieron de la faz de la tierra a la aristocracia mafiosa. Y luego fueron a por el Estado: funcionarios, policías, militares, magistrados… querían mandar en la política, conquistar Italia. Ese fue su error”, recuerda el periodista Attilio Bolzoni. El obejtivo nunca fue el dinero, era el poder. El territorio.

Pocos rostros representan en el imaginario colectivo y de forma tan nítida la encarnación del mal en Italia. Una vez tomado el control, la bestia —como también se le conocía— inició su desafío al Estado en 1982 ordenando asesinar al general Carlo Alberto Dalla Chiesa, destinado en Sicilia para plantarle cara. Fue el primer aviso. Lo mató seis meses después de llegar a Palermo, junto a su esposa y a uno de sus guardaespaldas. La escalada culminó en 1992 con los asesinatos de Giovanni Falcone y de Paolo Borsellino, los magistrados que habían dedicado los últimos años de su vida a juzgar a 300 mafiosos en el famoso maxiprocesoiniciado en 1986. Nadie debía inmiscuirse en los asuntos de la mafia. Y menos en Sicilia.

Tras los atentados, Riina creyó que el Estado negociaría y escribió el famoso Papello, 12 condiciones para certificar el alto el fuego en el que figuraban premisas tan surrealistas como la eliminación de las tasas en la gasolina en Sicilia. Pero los asesinatos de Falcone y Borsellino, que provocaron una herida imposible de cicatrizar en Italia, fueron también el fin de su carrera criminal. En enero de 1993, seis meses después del atentado contra Borsellino, fue capturado en el centro de Palermo a bordo de un automóvil cuando estaba parado en un semáforo. Iba desarmado y llevaba documentación falsa. Cuando le dieron el alto, intentó escurrir el bulto: “Se equivocan de hombre”.

Riina fue también el responsable de atentados con bomba en Roma, Milán y Florencia, en los que murieron 10 personas. Siempre mantuvo en las sombras su posible colaboración con las cloacas del Estado, una historia simbolizada en el beso con el entonces primer ministro de Italia, el democristiano Giulio Andreotti. Pietro Grasso, presidente del Senado y magistrado del pool antimafia de Falcone, se refirió a ello. “Sus manos están manchadas con la sangre de nuestros mejores hombres de Estado y de la sociedad civil. Nunca ha colaborado, pero no pararemos de buscar hasta hallar el fondo de la verdad”.

En su estrategia judicial, Riina siempre optó por alegar que había sido un instrumento de los poteri forti de una Italia que dirimía sus diferencias políticas a base de bombas. En confesiones interceptadas en horas de patio con su compañero Alberto Lorusso, no pudo ocultar la satisfacción por el poder acumulado durante tantos años. “Me he convertido en algo inmenso, he llegado a ser un rey. Si me hubieran dicho un día que podría haber llegado a liderar la historia… he sido importante”.

El último capo del clan en libertad era Matteo Messina Denaro, huido desde hace 24 años. Pero la Fiscalía Antimafia de Italia siguió hasta ayer considerando a Riina el jefe de la Cosa Nostra. La cúpula no se había vuelto a reunir desde enero de 1993 y nadie le había sustituido, pese a que arrastraba un estado de salud extremadamente frágil. Él se mantuvo siempre firme. En una conversación interceptada meses atrás, el excapo afirmaba que no se arrepentía de nada. “Nunca podrán conmigo, aunque me condenen a 3.000 años”.

Murió pocas horas después de su cumpleaños. Su mujer y tres de sus cuatro hijos tenían permiso para poder visitarlo y despedirse. “No eres Totò Riina para mí. Solo eres mi padre. Y te deseo un feliz cumpleaños, papá, en este día triste pero importante”, escribió su cuarto vástago ayer, día en que su padre cumplía el último año de una vida dedicada al crimen. Su otra familia deberá pensar ahora en cómo remplazarle.

Daniel Verdú (publicado en El País el 17.11.2017)

‘Salvator Mundi’, de Leonardo da Vinci, la obra más cara de la historia

La última obra de Leonardo da Vinci en manos de un coleccionista privado, propiedad del oligarca ruso Dmitry Rybolovlev, se subastó este miércoles en Christie´s por una cifra récord de 450,3 millones de dólares (unos 382 millones de euros). Salvator Mundi es una obra excepcional, hasta el punto de que los especialistas se refieren a ella como el Santo Grial en el mundo del arte. No solo más que duplicó los casi 160,9 millones de euros desembolsados hace dos años por Mujeres de Argel, de Pablo Picasso, el récord hasta ahora en una subasta, sino que también superó ampliamente los cerca de 255 que pagó en privado el financiero Kenneth Griffin por Interchange, de Willem de Kooning y los 178 que le sirvieron a un emir de Catar para hacerse con Nafea Faa Ipoipo (¿Cuándo te casarás?) de Paul Gauguin.

El óleo que muestra a Jesucristo como salvador del mundo es el mayor redescubrimiento artístico del siglo XXI. Que se sepa, hay menos de 20 tablas creadas por el genio renacentista italiano que han sobrevivido al paso del tiempo. Esta emergió en 2005, tras un hiato de varias décadas. La obra data de 1500 y durante décadas se pensó que había sido destruida. “Es un testamento de la relevancia que sigue teniendo su pintura”, valora Loic Gouzer, de la casa de subastas Christie’s.

La noche arrancó suave con una obra de Adam Pendleton. Al cuarto de hora llegó al lote 9B, en medio de una gran expectación. La puja del Da Vinci comenzó en 70 millones de dólares (60 de euros). Se tomó un pequeño respiro en los 100 millones (85), como si estuviera cogiendo fuerza antes de la remontada. En tres minutos llegó a los 200 millones (170). La puja se prolongó durante 19 minutos. La batalla la libraron dos compradores anónimos que hicieron sus apuestas por teléfono. El martillo cayó en los 400 millones (340), a lo que hay que sumar la comisión.

Salvator Mundi se pintó en el mismo marco temporal que la Mona Lisa. La composición es muy similar y son un perfecto ejemplo del misterio que rodea su trabajo. Su historia también es extraordinaria. La pintura decoró la estancia privada de Henriqueta María de Francia, esposa del rey Carlos I de Inglaterra, en el palacio en Greenwich. Desapareció tras ser subastada en 1736. Sir Charles Robinson la compró en 1900 pensando que era un trabajo de un discípulo de Leonardo.

La obra maestra de Da Vinci quedó de nuevo en el olvido, perdida entre otros trabajos artísticos que integraban su colección. La pintura, que había sido manipulada, fue consignada a la casa de subastas Sotheby´s para su venta en 1958. Se pagaron por ella 50 millones de euros. Volvió a desaparecer hasta que reemergió en una pequeña subasta hace 12 años. El redescubrimiento movilizó a expertos en el trabajo de Leonardo, que certificaron su autenticidad.

La pintura fue presentada al mundo en 2011, en el marco de una muestra dedicada al artista en la Galería Nacional de Londres. Su propiedad está rodeada de controversia. El magnate ruso Dmitry Rybolovlev, patrón del club de fútbol AS Mónaco, pagó 108,3 millones de euros cuando la adquirió en 2013. La obra es, además, una de las que protagoniza la pelea judicial entre el millonario ruso y el corredor de arte suizo Yves Bouvier: el primero acusa al segundo de estafarle inflando en hasta 1.000 millones los precios de unas 40 obras de arte que ha ido comprando a lo largo de muchos años.

El precio final pagado por Salvator Mundi puede, por tanto, tener implicaciones legales en el proceso que Rybolovlev libra con Bouvier. La casa de subastas evitó entrar a comentar sobre el litigio y se limitó a pedir que la atención se concentrara en su valor artístico excepcional. Para atraer la atención de los coleccionistas, viajó antes por Hong Kong, Londres y San Francisco.

El monumental trabajo, que creó un año antes de morir y se ofrecía por primera vez en una subasta, es un ejemplo de la gran serie del periodo final del artista. Warhol, profundamente religioso, hizo más de un centenar de variaciones diferentes de la obra de Da Vinci. La Última Cena de Leonardo no solo se convirtió en un canon en la historia del arte, también forma parte de la cultura popular.

Christie´s y Sotheby´s buscan cerrar la semana con unas ventas combinadas por valor de 1.360 millones de dólares, con obras de Léger, Picasso, Monet, Miró o Degás. El lunes arrancó con el óleo Labourer dans un champ de Vincent van Gogh, vendido por 69 millones. Data de 1889, un año antes de su muerte. Se quedó muy cerca del récord de 70 millones que tiene el artista con su Retrato del doctor Gachet.

Sandro Pozzi (publicado en El País el 16.11.2017)

¿Venecia a flote? La ciudad ha optado por restringir el acceso de los grandes cruceros

Venecia es un parque temático de lujo en el que uno paga, mira y calla. Ese es más o menos el resumen que hizo la semana pasada su alcalde, Luigi Brugnaro, para justificar que un restaurante cercano a la plaza de San Marcos le cobrase a una familia de tres miembros que no hablaba italiano 526,50 euros. Los turistas, indignados porque les habían traído platos que no habían pedido, pagaron la cuenta y escribieron una carta al regidor porque esas cosas “pueden arruinar la reputación de Venecia”. No querían un reembolso, dijeron. Solo lamentar lo sucedido. La respuesta de Brugnaro en una entrevista con Sky 24 fue todavía más sorprendente: “Uno come y bebe, y luego no sabe italiano. Si vienes a Italia, aprende la lengua, incluso un poco de veneciano. Han comido langosta y ni siquiera han dejado propina”. Una explicación, en suma, que habla de todo un modelo.

La sobreexplotación turística de Venecia, la ciudad del mundo más afectada por esta industria (55.000 habitantes frente a 24 millones de visitantes al año), ha tocado fondo con la llegada de cruceros. Este año han desembarcado 2,5 millones de pasajeros y el encanto de su laguna ha vuelto a convertirse en una grotesca postal con barcos gigantes a pocos metros del Palacio Ducal. De modo que el Gobierno ha aprobado que, desde enero de 2018, se reduzca de forma gradual el tráfico de estos megabarcos. El acceso quedará por el momento abierto a los de menos de 55.000 toneladas; los que superen este peso serán desviados al paso de Malamocco y atracarán en el puerto de Marghera, en Mestre.

¿Será esto suficiente? La medida responde a una de las condiciones que había impuesto la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para evitar que Venecia fuese eliminada de la lista de ciudades patrimonio de la humanidad. Un plan para que el frágil ecosistema urbano de 455 puentes que unen entre sí las 118 islas de la ciudad no se vaya al garete. Pero el proyecto anunciado por el Ministerio de Infraestructuras y Transportes italiano no ha convencido a las organizaciones, que en junio recogieron 18.000 firmas para que desapareciesen completamente los cruceros de la Laguna y fuesen desviados hasta Trieste. De momento, cada día siguen atracando hasta seis cruceros con 4.000 personas a bordo.

Lo cierto es que Venecia se convierte a marchas forzadas en un precioso decorado cada vez más vacío. Su población ha caído dos tercios desde mediados del siglo pasado, también por los estragos generados por el aqua alta —las mareas que anegan los puntos más bajos de la ciudad—. Hoy sigue cayendo a un ritmo de 1.000 al año, mientras en el mismo periodo llegan más turistas que destruyen el tejido comercial y vecinal. El 12 de julio, el jefe de la policía restringió el aforo de personas y barcos a la fiesta del Redentore. Se habló luego de frenar la afluencia en toda la ciudad colocando tornos o cobrando entradas: la caja de pandora definitiva para la picaresca. Pero no sería sería extraño teniendo en cuenta que los italianos tienen que pagar para acceder a una gran proporción de sus playas.

Daniel Verdú (publicado en El País el 21.11.2017)

Las 10 actividades más curiosas para hacer en Roma en un día

Roma, además de ser conocida como la ciudad de las Iglesias, por la cantidad de las mismas, más de 900, es la tercera ciudad en Europa y la octava en el mundo con mayor número de turistas.

La lista que sigue es dirigida también a los romanos mismos, me incluyo, que, como pasa a muchos, a veces desconocemos lo que tenemos más cerca.

10. GLADIADOR POR UN DÍA

Si te interesa convertirte en gladiador o gladiadora, en Roma hay la escuela “Scuola Gladiatori del Gruppo Storico Romano”, donde podés probar el programa “GLADIATORE PER UN GIORNO”, o anotarte al curso intensivo de dos meses.

El curso incluye túnica y sandalias.

9. ASOMBRÁTE EN EL MUSEO CRIMINOLÓGICO

Si sos apasionado de series tv tipo CSI, tenés que ir a este museo.

Se trata de una colección única de carceles, celdas, torturas y antropología criminal abierta al público desde 1994.

Una parte del museo es dedicada a los criminales más notos del siglo XX y a los métodos de juicio usados antes del siglo IX, como la tortura y la ejecución. Por ejemplo se puede ver la GABBIA DI MILAZZO, una jaula con forma humana que venía colgada fuera del castillo de Milazzo, en Sicilia, con un criminal mutilado adentro para que todos lo pudieran ver.

Otra parte del Museo muestra los métodos y las prácticas modernas de criminología.

8. LA ZONA BOHEMIA DE ROMA

El Barrio de San Lorenzo, que se encuentra alrededor de Piazza Tiburtina, al sur de la STAZIONE TERMINI, estación de trenes, es un barrio de estudiantes. Acá podés encontrar bares económicos llenos de estudiantes italianos y Erasmus. Es el barrios de los intelectuales y los artistas.

Con la cerveza Peroni a 1 euro no tenés excusas para no ir.

7. MUSEO ADENTRO DE UNA FÁBRICA

En la ex Central termoeléctrica Montemartini se encuentran estatuas muy antiguas. Se convirtió en museo en 1997 cuando muchas esculturas fueron transferidas aquí desde el Capitolio (Campidoglio), durante su restauración.

Tenía que ser una situación temporal pero la idea gustó tanto que se convirtió en location permanente.

6. SACÁ UNA FOTO A UNA PIRAMIDE EGIPCIA

Después de la conquista de Egipto, 30 a.C., en Roma fueron construidas dos pirámides; hoy queda solo una, la Pirámide de Caio Cestio. No se conoce la identidad del rico Romano para quién fue construida la Piramide, que ahora se encuentra al lado de un cruce muy transitado en el centro de Roma, en Via Raffaele Persichetti.

La pirámide fue renovada en 1600 y de nuevo en 1999; es la única pirámide de este tipo en Europa y se puede visitar por dentro solo através de un permiso especial.

5. DISFRUTÁ DE UN PASEO EN BICICLETA

Se trata de una de las últimas novedades en Roma: alquilar una bici e ir al Parco Regionale dell’Appia Antica. Es un parque muy grande, con muchos pinos y con un sendero que lleva a iglesias y tumbas antiguas y a los acueductos romanos.

4. RODEÁTE DE ESQUELETOS EN LA CRIPTA DE LOS “FRATI CAPPUCCINI”

La Cripta hospéda los huesos de más de 4000 frailes Capuchinos: los restos están pegados a las paredes en forma artistica, otros huesos cuelgan del techo para sostener lamparitas.

No se recomienda a personas muy sensibles digamos.

3. AMIGÁTE CON DECENAS DE GATOS EN “LARGO DI TORRE ARGENTINA”

En Roma viven los gatos más afortunados del mundo, muchos tienen un templio todo para ellos.

Conocido como “Largo di Torre Argentina”, esta maravilla arqueológica se descubrió en 1929: además de varios templios, Torre Argentina contiene parte del famoso Teatro de Pompeya.

Pero la particularidad son los 250 gatos que viven adentro del complejo.

En cuanto abrió muchos gatos se transfirieron allí y ahora los cuidan una Organización de Voluntarios.

2. PASEÁ POR LAS CATACUMBAS DE ROMA

Aventuráte en las catabumbas subterraneas de Roma, es una experiencia que no te podés perder; con sus callecitas, capillas,

escaleras, arcos parece realmente de caminar en una mini ciudad subterranea. Pocos saben que hay más de 60 catacumbas, las más famosas son las de San Sebastiano, San Callisto, Domitilla y Priscilla. La mayoría de las catacumbas se utilizaban inicialmente para sepulturas paganas, y solo después por los cristianos.

Las únicas dos abiertas al público son las Catacumbas de Villa Torlonia y la de Vigna Randanini donde se organizan tour.

1. PAGÁ PARA QUE TE INSULTEN

Evidentemente el concepto funciona: la tradicional OSTERIA romana “Cencio la Parolaccia” está siempre llena de gente.

Está abierta desde el 1941, los primeros dueños fueron los conyuges Vincenzo (Cencio) y Renata De Santis.

La Osteria es uno de los lugares más absurdos donde ir a comer, lo particular es que los mozos te insultan en “romanesco”, dialecto romano.

La comida es deliciosa, el menú incluye todas las especialidades de Roma.

Fabrizia Fioroni

El Papa nombra un nuevo obispo auxiliar de Buenos Aires

El Papa Francisco ha nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires (Argentina) al sacerdote Gustavo Óscar Carrara, vicario episcopal para la Villas de emergencia y párroco de Santa María, Madre del Pueblo de Buenos Aires, asignándole la sede titular de Tasbalta.

Así lo ha comunicado el 20 de noviembre de 2017, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Asimismo, el Santo Padre ha nombrado obispo auxiliar de Lomas de Zamora (Argentina) al sacerdote Jorge Ignacio García Cuerva, del clero de la diócesis de San Isidro, párroco de Nuestra Señora de la Cava, en Beccar, asignándole la sede titular de Lacubaza.

El padre Gustavo Óscar Carrara nació en Buenos Aires el 24 de mayo de 1973. Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Buenos Aires y recibió la ordenación sacerdotal el 24 de octubre de 1998.

Ha sido vicario parroquial de Nuestra Señora de Luján de los Patriotas (1999-2003), del Santuario San Cayetano (2003-2006) y de la Inmaculada Concepción de Belgrano (2006-2007), párroco de la Virgen Inmaculada (2008-2009 ),Responsable de la Comisión Pastoral de la Juventud de la arquidiócesis de Buenos Aires (2002), viceconsultor del Consejo Arquidiocesano de “Acción Católica Argentina” (2006-2009), decano (2011-2014) y miembro del Consejo Presbiteral. Actualmente es vicario episcopal de las Villas de Emergencia y párroco de Santa María, Madre del Pueblo.

El sacerdote Jorge Ignacio García Cuerva nació en la provincia de Santa Cruz (Argentina), el 12 de abril de 1968. Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario de la Diócesis de San Isidro y fue ordenado el 24 de octubre de 1997.

Es licenciado en Teología con especialización en Historia de la Iglesia y Derecho Canónico en la Universidad Católica de Argentina. También obtuvo el título de abogado en la Universidad Católica de Salta.

Fue vicario parroquial de Nuestra Señora de la Cava (1997-2005) y párroco de Santa Clara de Asís (2005-2014). Actualmente es párroco de Nuestra Señora de la Cava, en Beccar, vicepresidente de Cáritas, Consejero Regional de la Pastoral Penitenciaria, Secretario de la Comisión de la Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Argentina y capellán de varias prisiones de la provincia de Buenos Aires.

Un periodista de la RAI, brutalmente agredido en Ostia

En Ostia, un distrito marítimo a 20 kilómetros del centro de Roma, hay mafia. Lo dice la fiscalía, un juez, cuatro sentencias y las valientes investigaciones de periodistas como Federica Angeli, que salen cada mañana de su casa con cinco escoltas y un coche blindado. El décimo municipio de la capital de Italia (250.000 habitantes) ha estado intervenido judicialmente por infiltración mafiosa durante dos años y uno de los supuestos capos, Carmine Spada, conocido también como Romoletto, sigue en la cárcel condenado a 10 años bajo el régimen del 41 Bis, asociado a delitos asociados con dicho agravante. Uno de los elementos para que pueda aplicarse es la intimidación violenta, oculta a menudo entre las sombras del delito. Pero el martes por la tarde, a plena luz del día y delante de una cámara, Roberto Spada, hermano del boss, le rompió la nariz de un cabezazo a un periodista que acudió a su gimnasio a interrogarle por el resultado de las elecciones del domingo en el municipio, en las que su familia habría apoyado al partido fascista CasaPound.

Los comicios se resolverán en segunda vuelta y los votos de la ultraderecha -ha obtenido el 10% de apoyos, el mejor resultado de la historia- serán cruciales para decantar la victoria entre el Movimiento 5 Estrellas o el centroderecha. Un cuadro perfecto para la fontanería de brocha gorda. Por eso, el reportero de RAI2 Daniele Piervicenzi se acercó a uno de los gimnasios de boxeo de Roberto Spada y trató de conocer su opinión. Su familia, de origen sinti y afincada en Ostia desde varias generaciones, mantiene vínculos con el partido fascista y el periodista quería conocer su implicación en la campaña. Tras un minuto de conversación, harto del tema, Roberto mira hacia a un lado de la calle, se echa para atrás y le embiste con un sonoro cabezazo rompiéndole la nariz. Luego Spada empuña una barra y sigue agrediendo al reportero –que sorprendentemente logra mantenerse de pie- y a su cámara.

No es Suburra, la serie de Netflix que retrata el mismo ambiente de clanes en el mismo barrio. La realidad suena más cruda y ha quedado grabada en su totalidad por las cámaras de la RAI: su reproducción se ha convertido en el fenómeno viral de la semana. Una brutal y reducida muestra de lo que sucede desde hace años en Ostia, donde tres familias se han repartido el control de los negocios inmobiliarios y de restauración de la zona con extorsiones, palizas, torturas y asesinatos. El propio Roberto Saviano, amenazado de muerte por la Camorra desde que escribió Gomorra, ha asegurado hoy que “Ostia es ya como Corleone, San Luca o Scampia: un terrotitorio de los clanes”. “El estado italiano tiene una gran responsabilidad en esto. Vamos atrasados reconociendo las mafias de Lazio. Parece que si no eres calabrés o napolitano no puedes ser descrito como mafioso”, ha criticado.

Roberto Spada reaccionó enseguida en Facebook justificándose, pero luego borró su comentario. En su mensaje admitía la agresión, pero aseguraba que “la paciencia tiene un límite” alegando que en los últimos días ha recibido la visita de 30 periodistas interrumpiendo sus menesteres. Según Spada, el reportero de la RAI ha asustado a su hijo y ha invadido el espacio del gimnasio mientras se producía una sesión de entrenamiento. En su propio muro, muchos de sus seguidores le han jaleado diciéndole que no tenía que pedir excusas. “Los periodistas son terroristas”, podía leerse en un comentario.

Las reacciones políticas al más alto nivel han sido inmediatas. Desde el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, a la alcaldesa de Roma, Virgina Raggi, han condenado la agresión. Pero la reflexión más certera, sin embargo, ha sido Rosy Bindi, presidenta de la Comisión Parlamentaria Antimafia. “La agresión al equipo de RAI2 es un episodio gravísimo e inquietante. No se puede tolerar que se intimide con métodos mafiosos a quien realiza el trabajo de informar. Estoy segura de que el ministro del Interior sabrá asumir todas las medidas necesarias para evitar condicionamientos y asegurar el desarrollo normal del voto”. Incluso el vicepresidente de CasaPound, partido al que supuestamente apoya el clan, ha querido desmarcarse de los hechos. “Dejémoslo claro, Roberto Spada no es de CasaPound. Solo compartimos la presencia en una fiesta en una plaza hace 18 meses”.

El día 19 de noviembre se vota la segunda vuelta de las elecciones, que serán cruciales para determinar sin la intervención por infiltraciones mafiosas a las que ha sido sometida el distrito ha servido para algo. Las imágenes de RAI2 no invitan al optimismo.

Daniel Verdu (publicado en El País el 09.11.2017)

Barcelona, Madrid y Milán, las más elegidas por los argentinos para vivir afuera

“Terminé acá por casualidad”, dice Melisa Ugalde, que vive en Barcelona, España. Hace un año, renunció a su trabajo en Buenos Aires para viajar por Europa; cuando estaba por volver, decidió probar suerte en Barcelona y enviar su currículum a algunas empresas. Tener la ciudadanía italiana facilitó la búsqueda laboral; enseguida encontró un trabajo que mejoraba las condiciones de su anterior empleo. “Tengo 23 días de vacaciones y puedo viajar mucho porque acá es todo cerca”, destaca.

Como Melisa, hay casi un millón de argentinos que viven fuera del país, según datos de la Cancillería. Barcelona, Roma, Madrid y Milán son las ciudades más elegidas. Muchos argentinos son hijos, nietos o bisnietos de inmigrantes europeos y eso posibilita la obtención del pasaporte con la nacionalidad de sus familiares y facilita la mudanza a aquellas ciudades.

Los datos provistos por la Cancillería se limitan a 2016, no es posible comparar las cifras oficiales con años anteriores. Sin embargo, un estudio de Alicia Maguid y Marcela Cerruti, sociólogas del Conicet, provee información detallada sobre los argentinos en España, que es más elegida por quienes emigran. El estudio refleja que entre 2000 y 2004, por la crisis económica de 2001, el número de argentinos en España se triplicó, hasta alcanzar 226.548. En los años posteriores, hubo un incremento más gradual, pero constante, hasta 2009, cuando se registró el pico: 290.000 personas. Las autoras sugieren que “los efectos de la crisis empiezan a notarse (en 2009) y el número de argentinos residentes en España comienza a descender”. El estudio aporta datos hasta 2015, con un registro de 250.000 argentinos en España. La tendencia decreciente es corroborada con las cifras de la Cancillería, que registran unos 240.000 argentinos, entre los consulados de Madrid y de Barcelona (y las zonas que cada uno abarca), en 2016.

Magdalena Grandval tiene 38 años y hace 11 que vive en España. Ahora reside en Lanzarote, en las islas Canarias. Cuando partió, se encontraba en un momento de “revolución personal”, cuenta. Sintió una gran necesidad de vivir de otra manera, conocer otro tipo de gente y viajar. Trabajó haciendo de todo un poco, según las circunstancias y necesidades. Cree que no volverá a la Argentina; le gusta su forma de vida en España. “No tengo que ser rica, ni cool ni pertenecer a nada para disfrutar y acceder a muchas cosas; siendo una persona simple y trabajadora, sin ningún tipo de ayuda, puedo permitirme lo que desee”, dice.

En su último viaje a la Argentina presenció una “típica pelea entre un bondi y un tachero” que le confirmó que no quería vivir en un lugar así. Mientras su mamá ni escuchó el altercado, ella respiró profundo para calmar su angustia.

Aunque hay muchos que piensan en volver, otros están instalados y no ven un futuro en la Argentina. Un dato curioso es que del total de argentinos que residen fuera del país, sólo el uno por ciento, unas 10.000 personas, votó en las elecciones presidenciales en 2015.

“Me casé con un italiano y me fui a vivir a Milán”, dice Claudia. Es cordobesa, pero hace 30 años que elige Milán. Se separó de su marido, pero nunca pensó en volver. “Sí, con mucha alegría, a visitar parientes y amigos”, agrega, pero su lugar es Milán. Aunque es una ciudad cara, ella es una apasionada del arte y disfruta vivir en un centro de arte y diseño. Por la crisis económica, se las rebusca con clases de español, hace arreglos florales, talleres creativos para niños y volvió a estudiar.

Miami es otro de los destinos preferidos. La Cancillería informa que allí residen más de 80.000 argentinos. Esta cifra abarca un área que incluye Florida, Puerto Rico, Bahamas y las islas Vírgenes norteamericanas. Mariano y Constanza Medina decidieron irse a vivir a Miami hace más de cuatro años. “Nos fuimos para hacer una experiencia familiar en el exterior,” dice Constanza. Mariano buscó, dentro de la empresa multinacional en la que trabajaba, una posición afuera, y surgió Miami. Cuentan que “la vuelta es un tema recurrente entre ellos”. Aunque piensan que van a volver al país, están muy contentos allá. Consideran que es una experiencia enriquecedora y que las oportunidades son muchísimas. “Así como irnos de la Argentina fue una decisión, volver tiene que ser otra”, dice Constanza. Los Medina pertenecen al 1% que votó en las últimas elecciones y anticipan que volverán a votar en octubre.

También existe un número de argentinos aventureros que viajan por el mundo y no se puede precisar cuántos son. Magdalena Bibiloni es una de estas viajeras. Se fue hace seis años. Su gira empezó en España, pero le gusta vivir siete u ocho meses en un lugar y luego cambiar. Ahora está en México y en dos meses se va a Canadá. Cuenta que partió en rechazo a un sistema de trabajo de nueve horas diarias, a tiempos perdidos en transportes, al ruido, a los bocinazos y a tanto asfalto. A su vez, tenía 30 años, sus amigas se empezaban a casar y ella sentía el matrimonio como algo muy ajeno. Es abogada y siempre le quedó pendiente estudiar sociología o antropología. “Aprender in situ, con los ojos y con un corazón abierto al encuentro”, dice, y recalca que viajar es sinónimo de encuentro.

Lucrecia Lacroze (publicado en La Nación el 15.08.2017)

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