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agosto 2021

“Compro monedas, pago el triple de lo que tengas”: el auge de los reducidores de metales, una evidencia más del poco valor del peso

Las plataformas digitales para vender y comprar objetos incluyen los productos más disímiles. Y cada vez es más frecuente encontrar a quienes ofrecen comprar monedas. Pero no se trata de un negocio de coleccionistas o aficionados a la numismática, que buscan monedas antiguas, sino aquellos que compran monedas actuales, en circulación, por una razón evidente: su valor como metal es más alto que lo que se puede comprar con ellas.

“Compro monedas en desuso de 25 y 50 centavos… pago el triple de lo que tengas en plata. También compro la de 1 peso viejas, la del sol, pago el doble. De 2 pesos el pago es el 50%”, explica un usuario de Mercado Libre afincado en el sur del conurbano. ¿Por qué alguien pagaría 1 peso y medio por una moneda de 50 centavos? Porque esas monedas, acuñadas en una aleación de cobre y níquel, terminarán en un reducidor de metales que pagará por ellas todavía mucho más.

La inflación hizo que el costo de acuñarlas, transportarlas y almacenarlas se vuelva muchísimo mayor que su valor facial, además de que son muy pocas las cosas que se pueden comprar con monedas en la vida cotidiana. Las monedas de 1 y 2 pesos bimétalicas (centro dorado y anillo plateado para las de 1 peso, a la inversa en las de 2), se volvieron un objetivo predilecto para los reducidores de metales. Para evitar que caigan en esas manos, según explican en las tesorerías de los bancos, prácticamente dejaron de ser distribuidas por el Banco Cental, aún cuando todavía hay existencias de ambas.

Si bien, al igual que en el caso de los billetes, destruir o alterar las monedas está castigado por el Código Penal, en el Banco Central interpretan que “no es delito la destrucción o fundición de la moneda pública” pues “el tenedor de billetes que los corta o inutiliza sólo se daña a sí mismo”. Hecha esa aclaración, las monedas se diferencian de los billetes, que una vez vencidos por la inflación son retirados de circulación y “desmonetizados”, tal como ocurrió el año pasado con el billete de 5 pesos con la imagen del general San Martín. Todas las monedas, en cambio, siguen conservando su poder cancelatorio como dinero, aún las de 1 centavo que no se ven en los bolsillos de los argentinos desde hace muchos años.

Mientras para los reducidores de metales las monedas se volvieron una fuente de negocios, para los bancos son un problema. “Sirven para poco y moverlas cuesta mucho”, explican en una tesorería de una entidad financiera. Acuñar las monedas que circulan en la Argentina es, en todos los casos más caro que el valor que representan, incluyendo la línea más reciente, la línea “Arboles” de 1, 2, 5 y 10 pesos, que no son de cobre sino de acero, más livianas y menos valiosas. Cuando fueron lanzadas en 2018 se previó el cambio de material para que el valor del metal no fuera superior al “valor facial”. Casi tres años después, la inflación se llevó puesta esa intención.

Tiempo atrás un usuario de la red social Tik Tok consiguió viralizar un video que grabó mientras llevaba una cajón lleno de monedas a una fundidora de metales. “Ahora le vamos mostrar lo que vale el peso argentino”, ironizó. “Teníamos 17,5 kilos, pagan 500 pesos el kilo tenemos un total de 8.750 pesos”, dijo, tras agregar que “en un ratito” había conseguido sacarle 120% de rendimiento cuando sus monedas dejaron de ser pesos y se transformaron en pedazos de metal.

“Compro monedas por kg!! De cobre y niquel, vigentes y antiguas, a $400 por kg. Costo de envío a cargo del vendedor. Se realizan operaciones solamente mayores a 10 kg”, dice otra oferta de Paraná, Entre Ríos. En Mercado Libre y en otras plataformas abundan ofertas de este clase, lo que muestra que hay un mercado creciente. Quienes quieren vender monedas, en ocasiones.

En los bancos explican que, a diferencia de otras épocas de escasez (como en los años previos a la tarjeta SUBE, donde hacían falta para viajar en colectivo), hay monedas de sobra y el BCRA entrega toda la cantidad que le piden. El problema es que nadie las pide. De hecho, la cantidad de monedas nuevas incorporadas a la circulación en el último año fue muy limitada. En el caso de las de 1 peso, el stock creció solo el 4 por ciento.

“Pedimos al Banco Central lo mínimo indispensable, porque una sucursal no puede funcionar sin un mínimo de monedas para hacer algunos pagos, como las jubilaciones. Por eso los bancos públicos necesitan más, porque pagan más a jubilados y planes sociales. Pero no dejan de ser un problema: trasladarlas es costoso y nos quita recursos para el transporte de billetes, que es lo verdaderamente indispensable”, explicaron a Infobae en un banco privado de alcance nacional.

Fernando Meaños (publicado por Infobae.com el 28/08/2021)

Fuente: “Compro monedas, pago el triple de lo que tengas”: el auge de los reducidores de metales, una evidencia más del poco valor del peso – Infobae

Martín Cabrales: “El café es un símbolo emblemático de los argentinos”

El café es la segunda bebida que más se consume en todo el mundo después del agua y si hay alguien que sabe de este producto e industria en la Argentina es sin lugar a dudas Martín Cabrales. “Cabrales significa buen café”, reza el eslogan que caracteriza a la marca que lidera el empresario.

Para empezar el día, mientras se trabaja o para estudiar, como única compañía, o para ser compartido, frío o caliente, en taza, jarrito o pocillo. Muchos son los motivos y las circunstancias de su consumo. El café, es sin dudas una de las infusiones más consumidas en el mundo. Un reciente estudio publicado en The New England Journal of Medicinehizo foco en los efectos positivos en la salud.

Entre los beneficios más sobresalientes, el estudio remarcó su consumo para reducir la fatiga, como tratamiento para la apnea del prematuro en lactantes o en analgésicos para aliviar el dolor. También explicó que en una porción típica, el contenido de cafeína es más alto en café, bebidas energéticas y tabletas de cafeína; intermedio en té; y el más bajo en refrescos. Además, describió que los adultos eligen predominantemente el café mientras que los más jóvenes, los refrescos y el té.

Según la misma investigación, los beneficios se explican, en el caso del café, por su contenido de cientos de otros fitoquímicos biológicamente activos, incluidos los polifenoles como el ácido clorogénico y los lignanos, el alcaloide trigonelina, las melanoidinas formado durante el tostado y cantidades modestas de magnesio, potasio y vitamina B3. Estos compuestos del café pueden reducir el estrés oxidativo, mejorar el microbioma intestinal y modular el metabolismo de la glucosa y las grasas. Además, la cafeína puede contribuir a disminuir del dolor cuando se agrega a los analgésicos de uso común. Específicamente, unos 100 a 130 mg de cafeína añadidos a un analgésico aumentaron la proporción de pacientes a los que se les alivió el dolor.

En este contexto y para conocer más sobre las nuevas tendencias de consumo y sobre el presente de Café Cabrales, icónica compañía argentina que cumple 80 años durante este 2021, Infobae entrevistó a Martín Cabrales. “El café es la segunda bebida que más se consume en el mundo después del agua. Por eso creo que tiene un gran futuro, sobre todo hoy que se descubren muchas propiedades y muchas cualidades. Antes tenía mala prensa porque no se hablaba tanto de las propiedades del café. Hoy se ha comprobado que tomar hasta 4 o 5 tazas por día es bueno para la salud, es un buen consumo”, detallaba el experto en 2018 a este medio.

—¿Qué tendencias de consumo visualiza en relación al café y los jóvenes en la Argentina?

—Con respecto a los jóvenes, se viene profundizando la tendencia de que se están reencontrando con esta popular infusión, se acentúa másLa bebida está cada vez más de moda. Los más chicos quieren conocer cafés de distintos orígenes, diferentes modalidades en la preparación, conocen y frecuentan un circuito de cafés de especialidad, y a la hora de consumir son mucho más exigentes.

En relación al consumidor en general, el café es un producto totalmente natural, del cual durante mucho tiempo no gozó de buena prensa, y ahora, con los años, se fueron descubriendo cualidades de la bebida -por el hecho de ser totalmente natural sin agregados químicos- que hace bien a la digestión, a mantener alerta al cerebro, combate el mal de párkinson, y más teniendo en cuenta que hasta cuatro o cinco tazas de café por día es beneficioso para la salud del consumidor. Esta novedad ha ayudado a incrementar el consumo.

—¿Cómo ha impactado el contexto pandémico al sector de la industria cafetera? ¿La gente toma más café, en la medida que pasó más tiempo en casa?

Hubo una traslación en el consumo: se trasladó a puertas adentro del hogar. Se observó un mayor consumo doméstico; cambio de electrodomésticos, lo que significa cambio de cafeteras, la gente invirtió en estos dispositivos, modernizó los que ya tenía; y se vio un incremento en la demanda de café para tomar en casa.

Por otro lado, recién ahora se están recuperando los niveles de consumo fuera del hogarEs un canal muy castigado, teniendo en cuenta que cerraron más de 20 mil cafeterías a nivel nacional y todavía la hotelería no se encuentra totalmente recuperada, ya que falta el turismo internacional, que no hay por ahora. En síntesis, todo lo que es restaurantes, bares y confiterías comienzan a repuntar lentamente.

En estos días en los que está lindo el tiempo meteorológico, pasaron a ocupar un lugar importante de la escena las veredas, que se redescubrieron no sólo en Buenos Aires sino en distintos lugares del país, el hecho de aprovechar esta parte de la calle para disfrutar de una exquisita infusión como es el café, contemplando los hermosos paisajes que ofrecen los espacios de exterior.

La gente en Argentina se junta a tomar café en un bar, es un símbolo cultural de los argentinos, tenés cafés emblemáticos como el Tortoni por ejemplo, lo tienen arraigado, tanto en la cultura como en el día día, en el tango, etc.

—Ahora desde Cabrales lanzaron Vita, ¿de qué se trata?

—Vita es una marca nueva nuestra, que es más cercana en cuánto a blend y gusto al café italiano, al modo de elaborar el café de los italianos. Cabe aclarar que el café siempre es brasilero, colombiano, costariquense, de El Salvador o Honduras. Es decir, los países productores son siempre los mismos. La industalización es la que varía en cada nación y hace cada uno. La marca Vita es una corriente de café que es parecida al gusto italiano. Busca a un cliente que le gusta ese tipo de café.

—¿Cuál es su tipo de café predilecto para tomar en el día a día?

—El colombiano, el brasilero y el de Costa Rica están entre mis preferidos. Me gustan mucho estos tipos de café. El colombiano para filtro, por ejemplo, me gustan mucho los blends. El negocio del café es muy parecido al del vino. Me gusta también el café peruano, de El Salvador. Cada café tiene su particularidad, de acuerdo a la altura, la tierra, los cultivos, el mayor o menor grado de acidez o de astringencia, más o menos gusto a vainilla o a chocolate, en la nariz y en el paladar se sienten distinto.

—¿Cómo se posiciona la Argentina en el mercado internacional del café?

Argentina no produce café, no hay café crudo argentinoEl mayor productor del mundo es Brasil, seguido por Colombia y Vietnam que están muy parecidos en cuanto a volumen. En nuestro país importamos el grano verde, crudo, y hacemos el proceso de industrialización, tostado, etc., en nuestra planta en Mar del Plata. Argentina nunca ha sido un gran tomador de café, por eso puntualizaba al principio que se está redescubriendo la bebida, que desde hace un par de años comenzó a tomar otra envergadura y otro interés por parte del consumidor, que está ávido de nuevas propuestas.

A nivel local, Cabrales cumple este 2021 80 años, por lo cual serán unos meses marcados por distintos lanzamientos y blends, con distintas modalidades de preparación: en grano, cápsula, en filtro, etc.

—¿Observan un boom por el café de cápsula?

—La cápsula es un nicho dentro del mercado, ya que requiere de tener la máquina cafetera específica para este subproducto, y no todo el mundo la tiene. Vemos un crecimiento de este nicho, definitivamente.

Francisco Reyes (publicado por Infobea.com el 29/08/2021)

Fuente: Martín Cabrales: “El café es un símbolo emblemático de los argentinos” – Infobae

5 rutas para disfrutar las bebidas típicas de Argentina

El país del asado, el buen comer y los encuentros. Argentina es reconocida en el mundo por sus estándares culinarios y sus tradicionales preparaciones. En ese sentido, cuenta con rutas especialmente diseñadas alrededor de sus bebidas insignia. Se trata de circuitos que permiten al viajero formar parte de la magia de la producción nacional. Una copa que se convierte en la excusa perfecta para dejarse deslumbrar por la infinidad de experiencias, paisajes y entornos que la patria celeste y blanca tiene para ofrecer.

A continuación, cinco caminos para vivir una aventura paradisíaca con el objetivo de emprender viaje en busca de los mejores brebajes del país. La clave, todas las opciones se convierten en una experiencia de ensueño.

1. Ruta de la yerba mate

Un recorrido de 1200 kilómetros que cruza toda la provincia de Misiones y el norte de la provincia de Corrientes. Un circuito único en el mundo que cuenta con algo más de 200 emprendimientos dedicados a la yerba mate.

Como su nombre lo indica, hace honor a la infusión más característica del país: el mate. Un hábito tan representativo de la identidad nacional que no se abandona ni cuando se está de viaje. Para quienes no lo conocen, es el fiel compañero de todos los días. Aquel que levanta las mañanas más atareadas, ayuda en las largas noches de estudio y es testigo de un sinfín de conversaciones a corazón abierto.

A fines prácticos, es una infusión con yerba mate y agua caliente a 80 grados. Si bien sus orígenes se remontan a los pueblos guaraníes de la zona, hoy este cuenco compartido es un símbolo nacional. Porque el ritual del mate representa más que la bebida, significa parte de la historia y costumbres del país.

Durante el recorrido, los viajeros podrán conocer los establecimientos artesanales, ecológicos e industriales de la región, mientras se adentran en el proceso productivo: plantaciones, cosecha, secado, molienda y envasado del producto final.

Además de poder degustarse a través de la infusión, esta hierba es protagonista de más de 200 platos de la gastronomía local. Se utiliza en panes, quesos, helados, alfajores, bombones y hasta cervezas. Su gran versatilidad le aporta un sabor único a las preparaciones.

En cuanto a las postales, Misiones regala un suspiro detrás de otro. Las Cataratas del Iguazú -una de las siete maravillas naturales del mundo-, las Ruinas Jesuíticas y los Saltos del Moconá son solo algunas de las imponentes coordenadas infaltables en el recorrido. Por su parte, Corrientes presenta los impactantes Esteros del Iberá, un humedal de 12 mil kilómetros donde la diversidad de flora y fauna es condición.

2. Ruta del vino

La Ruta 40 es uno de los recorridos turísticos clásicos de la Argentina, ya que transita el país de norte a sur y se extiende por 5200 kilómetros. Allí, la provincia de Mendoza forma parte de la ecuación perfecta. En su tramo, este destino asombra a viajeros de todo el mundo con numerosas bodegas, postales, alternativas turísticas y, por supuesto, cepas mundialmente reconocidas como el Malbec.

Según la red mundial Great Wine Capitals, Mendoza es una de las grandes capitales del vino, donde se produce casi el 80% del jugo de uvas nacional. También, es sede de la bodega Zuccardi Valle de Uco que, según la organización The World’s Best Vineyards, fue distinguida como la mejor del mundo. Con dichas estadísticas, hasta los turistas más exigentes deciden comenzar la búsqueda del elixir argentino en la provincia.

Sin embargo, este recorrido no solo involucra a la bebida nacional, sino que también Mendoza propone alojamientos que habilitan experiencias mágicas como dormir rodeado de uvas en pleno viñedo, mientras que la gastronomía es un elemento esencial, y el turismo aventura aguarda en diferentes excursiones.

La fórmula se potencia si se tienen en cuenta cada una de las tonalidades de su lienzo paisajístico: el gris de las montañas con sus picos blancos, el verde de los viñedos, el rojo natural del Cañón del Atuel y el turquesa del agua de espacios como el Lago de Potrerillos.

La ruta vitivinícola continúa por la región de Cuyo hacia la provincia de San Juan, donde el circuito invita distintas alternativas hacia el norte del país en la provincia de Salta o un nueva cita en la provincia de La Rioja.

3. Ruta del té

Nuevamente en Misiones, y a tan solo 3.30 horas de Iguazú, se despliega el único circuito del té del país. Un recorrido por la ruta 14 y la ciudad de Oberá, que aloja un universo natural alucinante. ¿Tonos verdes? En cada rincón del destino.

La propuesta invita a conocer en profundidad la historia y cada una de las etapas de la producción de la camellia sinensis, mejor conocida como la milenaria hoja de té. Una experiencia perfecta para degustar sabores que sorprenden a cualquier paladar.

Existe una gran variedad de planes para disfrutar un viaje a los suelos rojizos y entorno natural inigualable. En ese sentido, la visita guiada por las plantaciones de té culmina con una exquisita degustación. Recomendación: para los fanáticos de lo dulce, también se puede disfrutar de un menú súper completo para la merienda.

Resulta importante destacar que la ruta del té es marca registrada y está emplazada dentro del predio de los Campos de Té de Camellias Golf.

4. Ruta cervecera

Se escribe cerveza, se lee encuentros. En Argentina, una copa de cerveza es la excusa ideal para juntarse con amigos y se traduce en “tomar unas birras”. Rubias, negras, rojas, amargas, dulces; todas convocan a una infinidad de risas y reuniones. Por este motivo, el maravilloso arte de cosechar lúpulo es protagonista en la cultura nacional.

Particularmente, en la cidudad de Bariloche, provincia de Río Negro, el sentimiento cervecero combina grandes cadenas y microemprendimientos que invitan a turistas (y lugareños) a ser parte del proceso donde sucede la magia: las fábricas.

Sumado a esto, el destino brinda propuestas gastronómicas de alto nivel, impactantes montañas y lagos cristalinos. Porque nada se le compara a la felicidad de degustar una pinta de cerveza abrazado por la Cordillera de los Andes. O mientras se admira la belleza de los espejos de agua.

De la misma forma, la Ciudad de Mar del Plata, situada en la provincia de Buenos Aires, comparte una vasta tradición cervecera con vista al mar. La versión artesanal de esta bebida se puede degustar en cada esquina, ya que la oferta de cervecerías en el lugar se adapta a todos los paladares. Infaltables: un plato de papas fritas como acompañante perfecto de la icónica pinta.

Por otro lado, la Ciudad de Buenos Aires merece una mención aparte, dado que en los últimos años se transformó en un polo cervecero que da vida a diferentes recetas y especialidades. Recorrer la noche porteña es una experiencia en sí misma y, nada mejor que acompañar la experiencia con una copa en mano.

5. Ruta del Fernet

El fernet es una bebida típica en Argentina que todo viajero debería probar al menos una vez en la vida. ¿Dónde se encuentra su sede oficial? En una de las provincias más coloridas del país: Córdoba. La combinación del aperitivo nacional con las sierras y los paisajes cordobeses es una aventura sin igual.

La bebida es originaria de Italia, pero, tras la llegada de inmigrantes italianos al país en el siglo XIX y principios del XX, poco a poco se instaló su sabor entre los fanáticos. “El ferné”, como se pronuncia en la patria albiceleste, encuentra en cada ocasión un brindis con amigos o familia.

Ahora bien, quien camine por tierras argentinas encontrará una receta distinta a su versión original. En el país, el fernet marida con gaseosa cola. La proporción depende del bebedor, hay quienes aseguran que 70/30 es la relación ideal (con más gaseosa), mientras que otros aficionados apuestan por un 50/50. Pese a que su característica amargura en ocasiones puede no conquistar los paladares la primera vez, esta bebida se adueñó del corazón de los argentinos.

La combinación con gaseosa cola fue impuesta por el pueblo cordobés, ya que se consolida como una bebida emblema de la provincia. De hecho, la capital del cuarteto invita una ronda de bailes junto a una copa de fernet. En medio del atardecer serrano, ya sea desde Calamuchita, Alta Gracia, La Cumbre o cualquier coordenada que permita disfrutar un espectáculo paradisíaco, el fernet se muestra como una opción ideal para comenzar una experiencia sensorial.

Cualquier estación del año es perfecta para comenzar un largo camino por la Argentina. Paisajes asombrosos, gastronomía de lujo que invita a degustar sabores tradicionales y una copa de vino, cerveza o fernet, taza de té o sorbo de mate son algunas de las bebidas imperdibles para recorrer y conocer la patria albiceleste.

Fuente: 5 rutas para disfrutar las bebidas típicas de Argentina – Infobae

El boom de las pastas en Buenos Aires: 6 lugares innovadores para hacer take away

No hay otro país en el mundo que haya recibido más inmigrantes italianos que Argentina. A medida que sus nietos, bisnietos y tataranietos comenzaron a crecer al calor de esas cocinas donde la pasta casera y el tiramisú eran moneda corriente, también fueron surgiendo nuevas recetas. Son reversiones que retoman la pureza y calidad de esos ingredientes originales, pero le aportan sofisticación y juego, al punto de lograr variantes que hoy conforman un panorama muy interesante. A continuación, seis casas de pasta con nuevo vuelo y maestría, perfectas para hacer take away o pedir delivery el próximo domingo.

1. MAD Pasta

Creatividad en pandemia

Como a muchos, a los cocineros Lucas Canga y Félix Babini la pandemia los sorprendió con varios proyectos en puerta. Mientras Lucas esperaba otro año productivo como sous chef de Alo’s Bistro, Félix anticipaba un master en la Universidad de Bolonia, en Italia. Pero en marzo de 2020 el mundo se detuvo y hubo que barajar y dar de nuevo. Para estos talentos jóvenes, la apuesta fue crear MAD Pasta, un emprendimiento que cada semana hace envíos de porciones de pasta tan ricas como estéticamente placenteras, con un styling y una creatividad envidiables.

“Empezamos para ver qué pasaba, y enseguida comenzamos a vender mucho. La gente tuvo una devolución súper buena desde el inicio”, relata Lucas. En medio de la cuarentena más estricta y con ansias de comer casero y sabroso, la propuesta de MAD proveía de pastas distintas cada semana, sin repetir ni un plato hasta el día de hoy.

Cada semana ofrecen tres pastas distintas con rellenos y formatos diferentes, y entre otras propuestas del pasado, fueron parte del menú cappellacci de chorizo colorado y variedad de quesos, kreplach de ricota cremosa y hierbas frescas o mezzalunas de boniato y nueces pecan.

“Somos cocineros, nos consideramos creativos y tratamos de darle una vuelta de tuerca siempre para acercar un producto distinto a la gente, y también para abrir el espectro de la pasta”, analiza Lucas sobre la explosión de emprendimientos en el rubro, aduciendo que su gen culinario lo hubiera hecho innovar cualquiera fuera el estilo de comida. En ese sentido, cree que su diferencial radica en buscar el mejor producto y trabajarlo con eficiencia y calidad.

IG: @m4dpasta

2. Biasatti

Revivir las pastas de la nonna

Hace 15 años, Milton Bertoni comenzó a cocinar pastas para sus amigos desde la cocina de su departamento. La recepción fue tan buena que el paso siguiente fue convertirse en una fábrica mayorista, desde la que despachaban pastas para diversos restaurantes. Con un impasse mediante, la tercera vida de este proyecto llegó de la mano de su pareja y socia, la chef Stefanía Langford, con quien se animó a pensar el propio restaurante con elaboración de pastas. Así nació en 2020 Biasatti, nombrado en honor a la abuela de Milton, María Biasatti. “Quise que la gente pudiera sentir y vivir los momentos que yo experimenté con mi abuela, cuando los fines de semana íbamos a comer pastas a su casa y las hacíamos juntos”, describe.

En un país tan lleno de fábricas de pastas, ¿cómo distinguirse? Según Bertoni, empezando por la excelencia de la materia prima. “Hacemos la masa de la pasta como se hace en gran parte de Italia: con sémola de trigo candeal y huevos de campo, lo que le confiere un sabor muy rico y tiene muchos beneficios para la digestión”, ilustra. Sin aditivos, conservantes ni colorantes, tiñen algunas masas de colores con espinaca y pimientos rojos, pura explosión natural. Para sus rellenos utilizan insumos premium, como cordero patagónico, pollo orgánico, ricotta di pecora (elaborada con leche de oveja) y cuartirolo provisto por una familia italiana de Córdoba. De estas comuniones nacen delicias como los agnolotti de cabutia, almendras y queso mascarpone, los ravioles de cordero braseado y los sorrentinos de jamón natural, cuartirolo y mozzarella.

De este modo, el diferencial es la réplica fiel de los sabores heredados, pero imprimiéndole un toque gourmet y moderno. “Biasatti son los sabores de mi cultura”, se enorgullece su creador.

Ciudad de la Paz 1917, Belgrano. T: 4853-7652/ 152590-8766 (Whatsapp). Martes a sábados de 10.30 a 20 y domingos de 10.30 a 14.

3. PAF

Volver al origen

Sí, llevamos décadas comiendo pasta los domingos. ¿Pero cuántas versiones distintas conocemos? Esa ignorancia y las ganas de abrir el juego fueron las premisas que dieron vida a PAF en junio de 2020. “Quisimos mostrar que hay una gran cantidad de formatos de pastas no tan conocidos en nuestro país que merecen ser parte de la mesa”, relata Lucio D’Imperio, creador del emprendimiento e hijo de madre genovesa y padre romano. Siguiendo esta línea, las pastas de PAF son hechas a mano, sin maquinarias ni ningún molde, evitando también conservantes y aditivos. “Se preparan a diario, en una gran mesa donde quien entra al local puede verlas y apreciar cómo se cuida cada detalle y se respeta el producto”, describe.

Entre otras preparaciones, se lucen los fusilli al fierrito, los agnolotti del Plin, los cappellacci y los tortelli. Con el objetivo de hacer pastas de toda Italia, de norte a sur, el abanico es amplio y hay creatividad para llevarlo a cabo, con rellenos como berenjenas asadas, sofrito de morrones y gouda ahumado, o papa, panceta, arvejas y gruyere. Si Lucio debiera señalar a la estrella de la casa, se inclinaría por una receta familiar que hoy ya enamoró a todo Núñez: los ravioles de la mamma, rellenos de espinacas salteadas en aceite de oliva extra virgen, ricota fresca y queso sardo, con una masa de sémola de grano duro, espinacas y huevos de campo.

Publicista de profesión, D’Imperio encontró la llave para su éxito en una suerte de antimarketing: volver al origen y recrear pastas artesanales en momentos en los que está plagado de fábricas que las hacen en serie. “No logran transmitir la nobleza de este gran producto”, sentencia. Cuando la fabricación toca su techo en cuanto a creatividad, es momento de dar la vuelta y volver al factor humano. “Cuando hacemos pastas, son nuestras manos las que intervienen y son interminables las opciones. Lo artesanal convierte la comida en alimento”, sintetiza el creador.

Manzanares 2002, Núñez. T: 153-957-5649. Martes a viernes de 10.30 a 13 y de 15.30 a 20. Sábados y domingos de 11 a 14.

4. Fresca

Símil Florencia o Milán

Ya desde afuera, el local impacta. En una casona pintada de negro, con un guardia de seguridad en la puerta y una iluminación digna de una casa de joyas, la impronta deja adivinar que lo que se custodia adentro no es menor. En las antípodas de las clásicas casas de pastas de barrio, Fresca Laboratori di Pasta se encuentra en Las Cañitas, pero bien podría estar en Florencia o Milán. Así lo pensó su artífice, el chef italiano Mario Sciolla, a cargo de la cocina de la Embajada de Italia, que quiso sacudir el paladar argentino y proveerle una versión 100% genuina de su país de origen.

“No hay una sola cosa en Fresca que puedas ver en una fábrica de pastas tradicional, simplemente porque cuestionamos cada uno de los eslabones de la cadena de valor de nuestro negocio y nos propusimos cambiarlo todo”, detalla Sciolla. Esto significa que la materia prima, la tecnología, los ingredientes, las recetas, el packaging y hasta la manera de venderla se plantean distintas. Por eso al local deluxe, que exhibe cada formato de pasta como una joya detrás de una vitrina, se suman cuestiones como un método de trefilado en bronce que brinda mayor porosidad y la capacidad de retener más los condimentos y un proceso de envasado a temperatura y humedad controlada, entre otros detalles diferenciales, todo dado por el laboratorio de investigación y desarrollo de productos que se ubica en el primer piso de la casona. Éste, equipado con tecnología italiana de última generación, les permite elaborar grandes volúmenes de pasta siempre firme, uniforme y manteniendo el sabor.

¿Qué pedir en este emprendimiento boutique? El raviolone amalfitano, un raviol gigante relleno de ricota, tomates secos y un toquecito de limón: fue el hit del verano y aún deja estela. Conviene probar también su tiramisú; como dice el chef, “no hay con qué darle al mascarpone italiano”.

Migueletes 921, Las Cañitas. T: 4775-0566. Martes a sábados de 9 a 21 y domingos de 9 a 14.

5. Dante

Cuando la cocina une

Con dos locales a la calle en Belgrano, Dante se propone como un espacio para volver a las pastas frescas ítaloargentinas, de cuando abuelas y madres amasaban a mano con dedicación. De cuando los rellenos eran caseros y con productos naturales, al igual que las salsas. De cuando había tiempo para un ritual tan único como delicioso. Y al que de alguna forma se retornó en cuarentena, cuando no solo sobraron las horas del día, sino que también se replantearon los consumos y la forma de vida, y volver a comer más sano y menos procesado se tornó una decisión de muchos. “En la gastronomía creemos que era necesaria una vuelta a las raíces, el poder transmitir que aún en un plato de comida podemos estar compartiendo algo juntos a la distancia. La comida tiene que unir, y nada mejor que las pastas para eso”, apunta Dante Beruti, el creador.

Bajo ese lema, su propuesta implica un trabajo a mano para cada una de las versiones, desde los ñoquis hasta los pansotti de lomo o salmón. “Pasta a mano y fresca, como debió haber sido siempre”, se enorgullece Beruti. Si hay que señalar algún producto infalible no pueden pasarse por alto los tortelloni brasato de ternera y los cappellacci de provolone. La herencia italiana también se extiende en generosas variantes de pizzas, como la clásica de la casa con peperoni.

Aunque la cuenta de Instagram es una gran promotora de lo que hacen, Beruti remarca la importancia de no hacer foco ahí. “Hoy en este mundo de la pasta hay recambio y gente joven con ganas y experiencia, que viene a mover un poco el piso para dar pie a nuevas maneras de mostrar un oficio tan tradicional y exigente, siempre en línea con hacer un gran producto y no pensar tanto en las redes”, destaca. Pero es difícil contener las ganas de sacar una buena foto muy instagrameable frente a un plato de pasta humeante.

3 de febrero 2609 y José Hernández 2692, Belgrano. Martes a domingos de 8 a 21.

6. Jornal

No casarse con ninguna etnia

En octubre de 2019, Lucas Villalba inauguraba Jornal, su segundo restaurante en Saavedra. Después de nueve meses de obra, abría un espacio para disfrutar de la noche a la mañana, tanto con unas tostadas con pan de masa madre como con una comida nocturna con platos y cócteles de autor. Seis meses después, sin embargo, golpeaba la pandemia y la cuarentena, y en tiempo récord debieron reinventarse para no ser uno más de los espacios gastronómicos que perecieron. “Reabrimos en mayo ofreciendo pastelería de tipo francés, como un buen croissant de manteca, unas palmeritas, un pan de chocolate. Diría que eso es lo que nos salvó”, se sincera. Hacia agosto, viendo que el panorama se estiraba, llegó la pasta. Con una parte del equipo destinada específicamente, sumaron a un experto en el rubro para asesorarlos y se zambulleron de lleno en el mundo de la pasta artesanal, 100% amasada a mano.

“Cada una de las pastas, desde los ravioli a los pansotti, pasando por los cappellacci, se elaboran manualmente. Eso aporta algo único. Luego sumamos rellenos originales y salsas envasadas al vacío. Fue un éxito desde el inicio, y nos hizo abrir una unidad de negocios nueva”, cuenta Villalba. Entre los detalles que hacen la diferencia está el crear una masa que siempre se puede disfrutar al dente, no se desarma en el hervor y se puede almacenar unos días sin ponerse ácida (aunque en general se recomienda comer lo más fresca posible). Y a diferencia de otros espacios, en Jornal no se casan con ninguna etnia. Aunque Italia claramente predomina, también hay espacio para varenikes (pasta rellena judía) o incluso mac & cheese para los más chicos. El producto insignia es el casoncelli de trucha patagónica y los triangoli caprese con ralladura de cítricos. “Los rellenos tienen siempre el sello de Jornal; somos cocineros y eso se nota”, se enorgullece el emprendedor.

Acerca de la revolución que se advierte en este mundo de la pasta, cuenta que no siente que sea cuestión de edad sino de ganas de diferenciarse. “Ocurrió con las hamburguesas, las cervezas, las pizzas, la pastelería… la elaboración artesanal está permeando todos los lugares de la gastronomía. En tanto se pueda sostener todos los días, es un gran avance”, analiza. Aplaude esa avanzada y destaca que es lindo ver formas, colores y sabores distintos de volver a lo que se hace a mano, logrando productos honestos, ricos y de calidad.

En ese sentido, una nota feliz: el local abrirá renovado en mayo, duplicando la apuesta y con espacio hasta para una chocolatería. Las pastas para disfrutar en casa, claro, seguirán siendo un faro central de la propuesta.

Av. García del Río 2802, Saavedra. T: 155-930-8753. Abierto todos los días de 9 a 20.

Vicky Guassone di Passalacqua (publicado por La Nación el 30/03/2021)

Fuente: El boom de la pasta: 6 lugares innovadores para hacer take away – LA NACION

La desenfrenada vida sexual de Benito Mussolini, entre la poligamia y el desborde

El poliamor, uno de esos términos que se han colado en nuestro dialecto coloquial de los últimos años gracias al avance de los movimientos en pro de la libertad sexual, no era un concepto difundido en el siglo pasado, aunque su práctica pueda haber existido desde siempre, incluso por personajes célebres e infaustos de la historia.

La vida sexual de Benito Mussolini ha sido referenciada en numerosas biografías sobre el dictador italiano, responsable de instaurar en Italia un régimen fascista soportado sobre la idea de la supremacía, el nacionalismo y la pureza de la raza, con el que se mantuvo en el poder entre 1922 y 1943.

¿Pero era un poliamoroso o un “maníaco del sexo”, como lo describe el ensayista Antonio Scurati? Pues bien, si entendemos por poliamor una relación entre un grupo de personas de forma íntima, afectiva y sexual en donde la clave es que todos los involucrados tienen que saber la existencia del resto de personas, tal vez Mussolini pueda incluirse en esta definición, pues se dice que en su vida tuvo relaciones con más de 7 mil mujeres.

De todas estas mujeres, una en particular fue su gran amor y su gran amante, Clara Petacci, quien murió fusilada a su lado el 28 de abril de 1945. Ella era su confidente y su concubina de cabecera, por la que profesaba un devoto amor, que en ningún caso lo detuvo para satisfacer su gran apetito sexual con muchas otras mujeres, de las cuales Clara tenía pleno conocimiento.

Es más, fue precisamente su diario uno de los registros históricos que permitieron retratar para la posteridad el carácter del dictador, a quien describe como poseedor de un apetito casi bestial cuando se trataba del sexo.

“¿Qué cuántas relaciones he tenido? Los primeros tiempos de Roma fueron un desfile continuo de mujeres en el hotel. Me acostaba con unas cuatro al día”, le confesó en una ocasión “Il Duce”.

“Hubo una época en la que tenía catorce amantes, y las poseía una tras otra”, le dijo en otra ocasión que la joven amante descubrió un cinturón de mujer en los aposentos del dictador.

A Clara la conoció en 1932, cuando ya llevaba 10 años como líder supremo de Italia, en una playa cercana a Roma, por casualidad. En ese momento llevaba 17 años casado con su segunda esposa Rachele Guidi, con quien tenía cinco hijos y de quien nunca se divorció.

Él tenía 49 años, ella apenas 20 y era parte de una familia romana burguesa. Su padre integraba el equipo médico del Papa Pío XI y dirigía una clínica para la oligarquía romana, su madre era una devota católica, y aunque ambos sabían que el “Il Duce” (el Líder) estaba casado y doblaba en edad a su hija, consintieron la relación extramatrimonial.

Al principio, solían encontrarse en misa los domingos para luego pasar toda la tarde teniendo relaciones sexuales en la oficina de Mussolini. Algo que quedó registrado en los diarios de la joven.

“Le beso y hacemos el amor con tanta furia que sus gritos parecen los de un animal herido”, escribe en una de sus entradas. El sexo con el dictador lo describe como un acto casi barvárico, jactándose de que ambos duraban horas copulando hasta que a Mussolini le “dolía el corazón”.

Ese furia de amante animalesco la expresaba el mismo Mussolini en su manera de dirigirse a su joven amante. Así lo recoge la escritora Diane Ducret en su libro “Las mujeres de los dictadores”: “Te amo con locura… quisiera devastarte, hacerte daño, ser brutal contigo. ¿Por qué mi amor se manifiesta con esta violencia? Siento la necesidad de aplastarte, de hacerte pedazos… un impulso violento. Soy un animal salvaje”.

El sexo desenfrenado, pero también la cultura y sagacidad intelectual de Clara encantó a Mussolini, al punto de que este la convirtió en la concubina oficial del líder. Ella contaba con una habitación propia en el Palazzo Venezia, donde “Il Duce” instaló su gobierno. Además, tenía guardaespaldas y chofer propio.

Ella fue la única que podía disputar el amor que hasta entonces había sido de su esposa Rachele, quien también conocía plenamente las andanzas de su marido, pero las aceptaba como una necesidad carnal más que como una marca de infidelidad.

“Yo creo que él nunca ha perdido la cabeza. Cuando le gustaba a alguna mujer o, recíprocamente, la unión era violenta, impetuosa, pero corta. Después Mussolini no se preocupaba más de la mujer que había tenido en sus brazos”, dice la esposa del líder en su libro “Mussolini sin máscara”.

Un apetito insaciable

Si bien casi todos los biógrafos de Mussolini coinciden en que Clara Petacci y Rachele Guidi fueron sus grandes amores, ciertamente no fueron los únicos, y muchos han recogido cifras y anécdotas de las mujeres que pasaron por su cama.

Uno de ellos es el historiador australiano Richard Bosworth, quien en su libro “Claretta. L’ultima amante del duce” describe a Mussolini como un “obseso del sexo (…) un enfermo de comportamientos brutales”, en la cama.

Por su parte, la escritora y periodista Rosa Montero, autora de “Dictadoras: Las mujeres de los hombres más despiadadas de la historia”, afirma que Mussolini tenía algún tipo de enfermedad que lo hacía obsesionarse constantemente con el sexo brutal y violento.

Pero fue Quinto Navarra, el chofer personal de Mussolini, quien recogió en sus memorias la cifra de amantes que tuvo el dictador: 7.665. Un número sorprendente pero no por eso arbitrario, por el contrario, está sustentado en las numerosas cartas que recibía “Il Duce” de sus admiradoras y que clasificaba de forma cuidadosa para seleccionar a sus concubinas.

Diariamente, relata Navarra, llegaban a su secretaría cientos de cartas de amor provenientes de los cuatro confines de Italia. Esas cartas eran discriminadas en dos categorías: “cartas de mujeres nuevas” y “cartas de mujeres conocidas”; las segundas eran descartadas y con las primeras se hacía un nuevo filtro que dejaba una lista de nombres para que la policía hiciera una investigación para corroborar los atributos físicos de las candidatas, y verificar que esa relación no pusiera en riesgo de alguna forma al líder supremo.

Luego del chequeo se le mostraban sus fotos a Mussolini y las que él seleccionaba se invitaban a que compartieran un momento íntimo con él.

“Tenía una contabilidad exacta sobre su agenda de mesa de las visitantes periódicas y para las visitas nuevas la hora de la audiencia era fijada al minuto. En algunas ocasiones, sin embargo, alguna mujer más favorecida que las otras aparecía de improviso y él… que esperaba a otra, decía: ‘Está bien, pero ten en cuenta que tendrás que hacer un poco de antecámara’”, relata Navarra en sus memorias, que son recogidas también por el historiador Carlos Berbell en su obra “Los más influyentes amantes de la historia”.

De acuerdo a su chofer, Mussolini “sabía ser brutal, desgarbado, violento” pero también “tierno, acariciante, absolutamente paternal”, le gustaba empezar sus faenas sexuales con blasfemias e insultos, solía gemir, patear, jadear, y gritar como un animal; pero “nunca estaba del mismo humor durante la duración del encuentro, si al comienzo era brusco y vulgar, al final era dulce y viceversa”.

De acuerdo con Carmen Llorca, autora de “Las mujeres de los dictadores”, el objetivo de Mussolini era poseer una mujer al día, aunque estos encuentros fueran de naturaleza fugaz y de muy corta duración, apenas unos minutos.

“Ellas se sentían satisfechas de haber conocido al gran líder, orgullosas de haber sido tocadas por él, como fans encantadas de haber podido satisfacer los deseos del gran Duce”, explica por su parte la española Montero.

La verdad sea dicha, más allá de su fijación por el sexo, de definirlo como un depravado, un adicto al sexo, o el primer poliamoroso, lo cierto es que la fama de amante desenfrenado y símbolo sexual de Mussolini era bien concida en toda italia durante su tiempo en el poder.

Es más, su atractivo sexual, era una forma de imponer su dominancia, si ningún hombre podría igualar sus hazañas en la cama, ningún hombre podría disputarle el poder. Y así fue, por muchos años, hasta que el desastre militar de la campaña italiana durante la Segunda Guerra Mundial hiciera caer al régimen fascista que lideraba en julio de 1943.

Bajo el amparo de Hitler, el ex líder en fuga creó durante un breve tiempo una nueva república que intentó comandar desdel norte del país, un estado títere del Tercer Reich que se desmoronaba. En su última huída, su convoy fue detenido por un grupo de partisanos comunistas.

Mussolini fue fusilado el 28 de abril de 1945 junto a Clara Petacci, quien prefirió morir a su lado antes que abandonarlo. Quizá la muestra más fehaciente de la pasión enfermiza que despertó aquel amante desenfrenado.

Fuente: La desenfrenada vida sexual de Benito Mussolini, entre el poliamor y la depravación – Infobae

En Argentina, los mapas de la pobreza y la contaminación coinciden

“De pronto sentí el río en mí, / corría en mí / con sus orillas trémulas de señas, / con sus hondos reflejos apenas estrellados. / Corría el río en mí con sus ramajes. / Era yo un río en el anochecer, / y suspiraban en mí los árboles, / y el sendero y las hierbas se apagaban en mí. / Me atravesaba un río, me atravesaba un río!”: este es el final de un poema que habla de éxtasis. Se llama Fui al río y lo escribió uno de los mayores poetas argentinos, Juan L. Ortiz, que vivió en el siglo XX en Entre Ríos, ahí donde empiezan las islas del Delta del Paraná, uno de esos lugares donde no es difícil entender que somos parte, poderosa pero parte al fin, de un todo, de una red de miríadas de millones de seres que hacen la vida.

Ahora, los que fueron al río son los muchachos y muchachas de la Multisectorial de Humedales. Vinieron remando en kayaks por el Paraná desde Rosario, una hermosa ciudad costera a 300 kilómetros de Buenos Aires: llegaban este miércoles 18 de agosto y convocaban a una marcha entre la plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno nacional, hasta la del Congreso. Pedían que nuestros representantes dejen de postergar el tratamiento de la Ley de Humedales, de vital importancia, porque los humedales almacenan y purifican el agua. Sin embargo, se los destruye impunemente. Se los incendia. Se sobredraga el río. Se caza sin controles ni límites su fauna.

Hace 20 meses que el río Paraná atraviesa una bajante histórica. En el sitio web del Gobierno nacional, un alto funcionario del Ministerio de Medio Ambiente, Sergio Federovisky, afirma que la sequía del Paraná “es un evento extremo que tiene origen en el cambio climático y es acentuado por la desforestación en la cuenca y la reducción de los humedales”. ¿Y qué hacen? Nada. Lo mismo pasa con la deforestación del bosque del Gran Chaco, el segundo pulmón de América Latina después de la Amazonía: perdió cinco millones de hectáreas en los últimos 20 años. Muchas de ellas durante esta pandemia.

Podríamos hablar también de la megaminería. O de la agricultura industrial con sus pesticidas y fertilizantes tóxicos. O de Vaca Muerta: usando el método del fracking (hidroinyección), generan sismos y contaminan napas de agua, ese bien escaso que empezó a cotizar en Bolsa.

El informe lapidario de la IPCC no torció el pobre imaginario de las élites nacionales: hay que contaminar, dicen, si se quiere crecer. El extractivismo ha sido el corazón de la economía en toda la historia del país. Y acá estamos, con más del 40% de la población en la pobreza. Además, los mapas de la pobreza y la contaminación coinciden cada día más.

El IPCC fue claro: todavía se puede parar lo peor del cambio climático. Es inevitable pensar y ejecutar una transición socioambiental. Un nuevo modelo donde el derecho a vivienda, salud y educación para todos sea el centro. Y no el consumo irresponsable de cada vez menos gente. Está circulando un petitorio de intelectuales, periodistas, artistas, escritores y gentes de los más diversos oficios, por un cupo socioambiental para que la agenda socioambiental entre en los debates políticos con vistas a las próximas elecciones. Lo mínimo que le debemos a nuestros hijos, y a los hijos de ellos, es un mundo habitable. Y el éxtasis de sentir que nos atraviesa un río vivo.

Gabriela Cabezón Cámara (publicado por El País el 21/08/2021)

Fuente: En Argentina, los mapas de la pobreza y la contaminación coinciden | Ideas | EL PAÍS (elpais.com)

Protesta de ciudadanos italianos en la puerta del Consulado de Italia en Mar del Plata: “No se nos quiere reconocer”

Un grupo de personas que buscan obtener la ciudadanía italiana o ciudadanos con inconvenientes para la tramitación del pasaporte realizaron este viernes 20 una protesta en la puerta del Consulado de Italia en Mar del Plata para visibilizar los reclamos y exigir cambios en el sistema.

El “gran reclamo”, como así nombraron a la manifestación que surgió de las redes sociales, comenzó a las 10 en la sede ubicada en Falucho y Olavarría, y se extendió hasta pasado el mediodía.

Los principales motivos de la protesta fueron las diversas trabas que los postulantes experimentan con el sistema de turnos online dispuesto por el Consulado Italiano, tanto para tramitar la ciudadanía como para la obtención del pasaporte.

“Estamos cansados. Somos más de mil ciudadanos a los cuales no se nos quiere reconocer”, expusieron los manifestantes en la convocatoria. Y mencionaron que “es hora de alzar nuestras voces para poder obtener la ciudadanía italiana o ser ciudadanos reconocidos”.

Desde hace años, en cada oportunidad en la que se habilita el sistema para tramitar la ciudadanía, se acumulan los reclamos con respecto a las deficiencias en el mecanismo de gestión de los turnos del Consulado Italiano en Mar del Plata.

En ese sentido, Patricia, una de las impulsoras de la protesta, dijo que “lo que se pide es agilizar el sistema que es totalmente precario”.

La mujer además expuso su propia experiencia con la plataforma online. “Mi hijo hace tres años que tiene el pasaporte vencido y no conseguimos un turno para algo que lleva cinco minutos”, relató.

Y contó que “los que ya son ciudadanos y tienen el pasaporte vencido no encuentran la forma de conseguir un turno para renovarlo”.

Fuente: Protesta de ciudadanos italianos en la puerta del Consulado: “No se nos quiere reconocer” « Diario La Capital de Mar del Plata (lacapitalmdp.com)

Leonardo Sciascia, 100 años de la conciencia de Italia

Dos años antes de su muerte, Leonardo Sciascia (Racalmuto, 1921-Palermo, 1989) decidió arremeter no sólo contra la Mafia, piedra negra de su país y de su tierra natal, Sicilia, sino contra aquellos que se aprovechaban de sus denuncias contra esa organización criminal para medrar en los negocios y en la política, entre ellos los líderes visibles e invisibles de la Democracia Cristiana, que dejó morir a Aldo Moro, secuestrado por esa otra banda implacable que fue la sangrienta Brigadas Rojas. En aquel país poseído por el gen más peligroso desde el fascismo de Mussolini, la arriesgada denuncia del hombre que había sido llamado conciencia de Italia” le costó a Sciascia ataques que él arrostró sin otro apoyo, casi, que el que le dio el periodista más importante de entonces, Indro Montanelli, que dijo que no hacía nada sin pensar qué hubiera hecho en su lugar el autor de Todo modo.

Sciascia sobrellevó aquella polémica como una más de una vida que lo llevó del periodismo a la política y a la ficción literaria. Marcado por aquel asesinato (primavera de 1978) del influyente líder político abandonado por los suyos escribió El caso Aldo Moro, “terrible panfleto escrito cuando la muerte y el crimen atraparon a Italia del todo”, como escribió aquí Rafael ConteHasta entonces prácticamente todos sus libros, incluidas las ficciones (como A cada cual lo suyo, 1966, o Todo modo, 1974, reeditados ahora por Tusquets), tuvieron que ver con esa amenaza que removió la conciencia intelectual, política y poética del escritor de Racalmuto.

A cada cual lo suyo es el desarrollo, lleno de humor, de un incidente de cuernos que ocurre en un pueblo sin nombre que se va desarrollando de acuerdo con las instrucciones que hicieron visible el poder de la mafia. No hay en este libro, entre los primerizos de su obra, tan solo un relato de lo que ocurre en un pueblo cuando desvarían sus fortalezas morales, sino una crítica sistemática de los distintos poderes simbólicos manejados por la mafia para chantajear a la sociedad. Todo modo, por otra parte, es quizá la novela más completa en cuanto que reúne en un escenario perfecto para Sciascia, una iglesia que deviene en hotel, a un sacerdote que resulta ser como el capo de una mafia peculiar y a un grupo selecto de funcionarios y políticos que llevan a sus amantes a unos ejercicios espirituales en los que irrumpe dramáticamente el hábito mafioso del chantaje y el asesinato. Un pintor muy conocido, detrás del que se adivina el propio narrador, va interpretando las paradojas crueles que dan de sí las distintas escenas de aquella sucesión de hipocresías, como si estuviera describiendo los distintos estadios a los que llega la Mafia en su sistemática destrucción de instituciones e individuos.

Como suele ocurrir en Sciascia, especialmente en Todo modo, se muestran atisbos de las pasiones literarias que están detrás de su propia escritura, como Cervantes, Borges, Stendhal o los clásicos italianos. A esos escritores literarios él añadía Bertrand Russell y José Ortega y Gasset. Al pensador español llegó por casualidad cuando descubrió (según contó en un artículo publicado en EL PAÍS, donde colaboró habitualmente) en una librería un volumen traído de España por un soldado italiano que aquí hizo la guerra en el bando fascista. “Ortega. Me apasiona. Me ha enseñado tantas cosas. En un momento se le alejó de la cultura contemporánea. Fue una injusticia y un error”.

Entró en política, como concejal, en Sicilia, de la mano del Partido Comunista, aunque no militó (“estuve cerca del PCI porque era liberal”). A finales de los años setenta del siglo XX aceptó ser diputado del Partido Radical, y como tal presidió la comisión que estudió el asesinato de Aldo Moro, pero luego se cansaría de las servidumbres de ese oficio, que había alternado con la literatura, se retiró a vivir a París, a cumplir con la pasión de escribir y de editar, pues fue colaborador decisivo de la firma Sellerio, donde él descubriría para Italia al entonces (1983) muy joven pensador español Fernando Savater.

El caso Moro, y su interpretación del mismo, lo pusieron al rojo vivo contra la política oficial italiana. Él llegó a decir que semejante proceso representaba “una negación del Estado”. “Se ha querido afirmar contra Moro la existencia del Estado y en realidad era la negación”, dijo en EL PAÍS a José Martí Gómez y Josep Ramoneda. “Un Estado que permite que se pueda secuestrar al presidente del partido político más importante; un Estado que en 55 días no lo consigue más que muerto, y aún porque se le ha indicado el sitio; un Estado que no consigue proteger a ningún ciudadano… Un Estado así no tiene el derecho de afirmar la razón de Estado y de no negociar. La vida del ciudadano inocente está por encima de todo y hay que negociar”.

Su pasión por poner al servicio del compromiso político su propia vocación literaria venía, dijo él, de la experiencia de los pelotones de fusilamiento que ejecutaban a los enemigos de Mussolini, “una visión del poder como hecho criminal”. “El poder del Estado. El poder de la Iglesia. El poder mafioso”. Y serían esos poderes los que, en ficción y en periodismo o investigación, serían las dianas en las que clavó las flechas, a veces proféticas, de la prosa que lo convirtieron en la conciencia de Italia, como fue llamado por sus contemporáneos.

Fue, además, una persona extraordinaria, muy querido en Italia y por donde fue. De ese aspecto humano, uno de sus grandes amigos, el periodista Juan Arias, entonces corresponsal de EL PAÍS en Roma, que sigue en este periódico desde Brasil, nos hizo este apunte: “De Sciascia siempre aprecié su autenticidad. No tenía dobleces ni tampoco se doblegaba. Era austero en su vida e incorruptible. Fiel a sus amigos y siempre reservado. Era la conciencia crítica del país y siempre estuvo fuera de las modas. Era entrañable”.

Juan Cruz (publicado por El País el 14/08/2021)

Fuente: Leonardo Sciascia, 100 años de la conciencia de Italia | Babelia | EL PAÍS (elpais.com)

La dignidad del turista

Despacio y progresivamente, los turistas van volviendo a sus tradicionales hábitats de merodeo. En el barrio de Giudecca de Venecia hay un templo del refinado Andrea Palladio, la Iglesia de Il Redentore, en cuyo interior se lee “Civitas pestis liberata“, es decir, ciudad liberada de la peste. A continuación, figura la fecha en la que comenzó la construcción del templo renacentista, en medio de una epidemia. Hoy, liberadas de la peste de 2020/21, Venecia y las otras ciudades del turismo reciben más y más curiosos, jadeantes y sudorosos curiosos enmascarados.

Hace semanas, me dijeron en un hotel en La Serenísima que el turismo se hallaba en un menguado 30% de ocupación. Hoy, en otro hotel de menos categoría (voy perdiendo dinero), me informan en la Costa Amalfitana que los huéspedes ocupan más de un 50%. Casi liberada de la peste, Europa y el resto del globo, reciben a la masa nómada. Meditemos sobre ella.

Es curioso que el contemporáneo exigente pretenda ser un viajero y nunca un turista, y que ni el más fino esteta consiga estar por encima de esta segunda condición. Casi se podría decir que se trata de dos dimensiones del mismo espíritu nómada, que se dan, en cada cual, en diferentes proporciones. La actitud es, muchas veces la del viajero… pero pronto se cae en el turismo, como se cae en un antiguo defecto, en un atavismo o una maldición.

Nuestros viajes de semanas o días tienen la extensión temporal del turismo, y no la del viaje. Desconocemos la pausa. En el Viaje a Italia Goethe presume de tener el arte de demorarse. En las páginas de ese libro, el 13 de diciembre de 1786 cita desde Roma, una frase de Johann Joachim Winckelmann que él suscribe: “En Roma es preciso investigar todo con mucha parsimonia, de otro modo se corre el riesgo de pasar por francés”. También, con desdén, el romántico alemán escribe: “¡Qué dichosos considero a los viajeros que miran y se van!”.

Para Winclkelmann y Goethe el descubrimiento de las culturas extranjeras parece ser una labor lenta. Hoy en día, envidiamos y admiramos el largo lapso de tiempo del que el poeta dispone para viajar entre 1786 y 1788. No podemos imitarle.

Sin embargo, hay momentos en los que el turista sabe que el turismo no es solo un derecho (derecho que ahora recuperamos, igual que el de atender clases presenciales). Es decir, viajar también puede ser visto como un deber, un laborioso deber.

Cuántas veces el visitante, camarógrafo compulsivo, debe refrenar sus apetencias reales para visitar tal monumento o tal museo, cuando, en el fondo, a él las esculturas, o lo que sea que haya allí sobre peana… ¡no le interesan nada!

Algo de deber laborioso detectamos en ese pobre diablo absolutamente ignorante de la colección pictórica de su ciudad de origen que pretende repasar la extranjera. El turismo genuino (el cultural), en verdad, requiere esfuerzo: “¡Hay que culturizarse!”, se dice a sí mismo el ciudadano del mundo tras atarse las playeras, antes de correr a hacer una cola temible. Ahí está la expresión grupal, algo desesperada de: “¡No nos podemos ir sin visitar eso!”. Una versión gastronómica, y quizá no siempre sana, sería: “¡Hay que comer esto!”. El viaje contemporáneo no conoce la demora goethiana, pero hay que conceder que no hay en él solo frívolo placer o beneficio material.

Este mixto de placer y esfuerzo, de derecho y deber, en la mente colmena de la masa aerotransportada nos puede inspirar una seriedad ideológica. Imbuidos por un espíritu cosmopolita genuino, viajamos (nosotros, parte de la masa), para ver lo que hay que ver, con una de esas guías redactadas por un connoisseur, que sí sabrá qué es lo que hay que ver.

Buscamos lo bello, lo histórico, lo importante: somos albañiles disciplinados, esforzados y laboriosos, del proyecto ilustrado que busca un vínculo común entre naciones, un sensus comunis de la sensibilidad. He aquí la dignidad del turista. Este y el contenido de sus guías acaso construyen, sin saberlo, una paz perpetua futura. Por otro lado, los más ambiciosos, los aspirantes a viajeros, buscarán desafiar la prescripción canónica de las guías: aspiran a la gloria individual del explorador.

Tenemos, pues, tres principios: el placer, el deber de lo compartido y el deber aventurero para sustraerse de lo común. Las colas ya han vuelto, pero antes de que el 100% de las hordas haya retornado (para entonces, por cierto, yo habré perdido todo mi dinero), quizá queda tiempo para optar por la aventura del explorador. Se puede recorrer un barrio de Giudecca desértico, recién liberado de la peste. “¡He descubierto Il Redentore! ¡Estaba vacío!”, podría decir un viajero hoy, cuando la soledad es aún posible. Eso se dirá el pobre iluso que aspira (en una visita relámpago low cost) a descubrir algo, a dar esquinazo al turista, su rival, su odiado enemigo, su igual.

Alvaro Cortina Urdapilleta (publicado por El País el 14/08/2021)

Fuente: La dignidad del turista | Opinión | EL PAÍS (elpais.com)

La ola de calor abrasa Italia

La ola de calor Lucifer está convirtiendo Italia, y en particular el sur del país, en un infierno con temperaturas que superan constantemente los 40 grados y que en muchas ocasiones rondan los 45. Aunque el episodio está afectando con especial severidad a las regiones de Sicilia, Calabria y Apulia, en el extremo sur, en el norte también se han disparado los termómetros y varias ciudades están en el máximo nivel de alerta estos días.

En Siracusa, una ciudad costera en el extremo oriental de Sicilia, el mercurio alcanzó el miércoles los 48,8 grados, según las mediciones del Servicio Informativo Agrometeorológico (SIAS) del gobierno regional. Esta temperatura extrema aún tiene que ser validada en los próximos días por la Organización Meteorológica Mundial, pero de confirmarse supondría un nuevo récord de calor en Europa, ya que la mayor marca registrada oficialmente hasta el momento, de 48 grados, se dio en Atenas en 1977. En 1999 se alcanzaron los 48,5 grados en una estación no oficial de Catenanuova, también en Sicilia, pero no fueron confirmados.

Aunque es indudable que las temperaturas son excepcionalmente altas, los valores exactos dependen de los métodos de medición que se empleen y de su precisión. Por ejemplo, los termómetros electrónicos, expuestos al sol, de algunas farmacias sicilianas llegaron a marcar 51 grados. Los medidores del Ejército han registrado temperaturas que rozan los 45 grados como máximo en numerosos puntos de la isla, en particular en áreas del interior. En Cerdeña se han alcanzado picos de 43,1 grados, en Calabria (la punta de la Bota) se rozaron los 42; y en Campania, con capital en Nápoles, y en el Lazio, donde se encuentra Roma, se llegó a los 40 grados.

Este jueves, en total en todo el país hubo 10 ciudades ―hace dos días fueron solamente cuatro― en alerta roja, el máximo nivel, por altas temperaturas, como Palermo, Bari. Bolonia o Roma, donde el asfalto se derrite al paso de los peatones. Para el viernes, el Ministerio de Sanidad ha añadido otras cinco localidades a la lista, entre ellas Florencia y la norteña Bolzano, ya al borde de los Alpes. Se espera que los termómetros sigan desbocados durante el fin de semana. La alerta roja se utiliza en el boletín de la ola de calor del ministerio para marcar los centros urbanos en los que hay un alto riesgo para toda la población, y no solo para los sectores más débiles, como los enfermos y los ancianos, para lo que se utiliza la alerta naranja.

El Mediterráneo, en llamas

La situación, con valores tórridos por encima de los 40 grados, se replica en gran parte del Mediterráneo oriental, donde países como Grecia, Macedonia del norte, Albania, Argelia o Turquía están atravesando las peores olas de calor de los últimos años y son pasto de las llamas.

Las altas temperaturas llegan tres días después del contundente informe científico del IPCC, el panel de la ONU de expertos en cambio climático, que advierte de que la acción del ser humano ha provocado ya alteraciones sin precedentes en el sistema climático, lo que, advierte el científico italiano especializado en climatología Antonello Pasini, del Consejo Nacional de Investigaciones, está relacionado con los fenómenos meteorológicos extremos. Estos que se producen “en el Mediterráneo y en Italia se deben en gran medida al calentamiento global antropogénico y a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Este calentamiento global ha producido importantes cambios en nuestras latitudes, especialmente en la circulación del aire. La circulación ecuatorial-tropical se ha ampliado hacia el norte, de modo que los anticiclones africanos, que solían permanecer sobre el desierto del Sahara, pueden ahora entrar en el Mediterráneo”, afirma. Y puntualiza: “Hasta hace unas décadas los veranos mediterráneos estaban dominados por el famoso anticiclón de las Azores que, llegando desde el Atlántico y adentrándose en el Mediterráneo, actuaba como un colchón de aire estable que nos protegía de las perturbaciones procedentes del norte de Europa y del feroz calor africano. Ahora, con este ensanchamiento de la circulación ecuatorial-tropical, los anticiclones africanos tienen vía libre para entrar, provocando fuertes olas de calor”.

Esta temperatura extrema y sostenida ha agravado los numerosos incendios que se extienden por la Italia meridional, sobre todo en Sicilia, donde se ha tenido que evacuar a los habitantes de algunas zonas- En Calabria, donde han fallecido tres personas a causa del fuego, se ha movilizado al Ejército para luchar contra las llamas. En todo el país el miércoles había más de 30 focos activos contando también los de Cerdeña, Basilicata, Campania, Lacio y Apulia.

Aunque muchos de los fuegos son provocados, la asociación agrícola Coldiretti ha estimado que el cambio climático ha favorecido que los incendios se tripliquen en comparación con la media entre 2008 y 2020. La asociación ha recordado que a los destrozos inmediatos hay que añadir los daños a largo plazo, teniendo en cuenta que se necesitarán unos 15 años para recuperar todo el ecosistema forestal y todas las actividades humanas tradicionales, desde la recogida de madera hasta la de trufas y pequeños frutos, pasando por la de setas y el ecoturismo.

En este verano marcado por los acontecimientos extremos y las temperaturas abrasadoras, la ola de calor también ha repercutido en los precios de la fruta, que han bajado un 4,9% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Los animales también están sufriendo en las granjas y las vacas están produciendo hasta un 10% menos de leche que en periodos menos calurosos. En muchos lugares las llamas han calcinado los pastos y el forraje con el que se alimenta el ganado y también han quemado frutas, verduras, viñedos y olivares.

Lorena Pacho (publicado por El País el 12/08/2021)

Fuente: La ola de calor ‘Lucifer’ abrasa Italia, con una temperatura récord de 48,8 grados en Sicilia | Sociedad | EL PAÍS (elpais.com)

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