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octubre 2022

Campanópolis: un paraíso medieval para visitar con casas de cuento, 10.000 árboles y lago, en pleno conurbano bonaerense

Campanópolis es un parque temático con construcciones, en su mayoría, con aspecto medieval y realizadas con materiales reciclados que está ubicado en González Catán, a unos 40 kilómetros de Buenos Aires (cerca de Ezeiza). Es de esos paseos listos para ser descubiertos en cualquier momento. Allí, cada rincón es instagrameable. Vale la pena de principio a fin.

Sus grandes tesoros

Son varias hectáreas con sorprendentes casas, castillos, recovecos, molinos y torres que son obra de un solo hombre: Antonio Campana, hijo de inmigrantes calabreses, viejo almacenero y creador de la primera cadena de supermercados de Argentina, recibió un pronóstico de cáncer terminal al cumplir los 50 años. Quizás fue la medicina o quizás la fuerza de su último deseo, pero lo que se sabe es que Campana empezó la construcción de este parque para disfrutar allí de sus últimos años de vida junto a sus hijos y sus amigos y terminó viviendo otros 20 años. En otra palabras, Campanópolis es la obra de un hombre obstinado en ganarle a la muerte.

Los guías cuentan al visitante que la propiedad había sido una tosquera para la producción de ladrillos y la tierra fue utilizada para las pistas del aeropuerto cercano. Mucho antes, fue parte de una de las estancias del exgobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas. También que le fue expropiada a Campana para convertirla en un vertedero en los últimos años de la dictadura argentina (se estima que allí se depositaron más de dos millones de metros cúbicos de residuos) y que él la recuperó juicio mediante. Pero no todo fue malo. La posterior limpieza le sirvió para conseguir muchos de los materiales para los edificios. El resto, como era de esperar, lo consiguió en remates, ferias y tiendas de antigüedades: rieles de ferrocarril, escoria de fundición, maderas del viejo puerto de La Boca, tablones del antiguo estadio de Argentinos Juniors (hoy son “el Puente Sin Fin”), elementos de las demoliciones de la ampliación de la avenida 9 de Julio, tranqueras del Hipódromo de Palermo, estatuas que nadie quería, vitrales de residencias demolidas, una escalera que pertenecía a la Basílica de Lujánrelojes de la estación ferroviaria de Retiro, butacas de un cine y herrajes de ataúdes (se dice que si se encuentran y se tocan dan suerte).

Campana compró las columnas del edificio que hoy alberga las Galerías Pacífico y con ellas levantó la construcción más grande del lugar: el Pacífico, una especie de castillo de 19 metros de alto.

Él viajaba constantemente al interior de Argentina e incluso al extranjero para buscar cada pedazo de su aldea y, si no encajaba, no importaba. Aquí no importa la arquitectura; solo la imaginación. Por eso muchas tejas y baldosas están al revés, hay barandas que son patas de cama y balcones que son rejas, puertas que son el cielorraso, hay ascensores en los jardines, escaleras que no van a ninguna parte.

Se dice que también hay un inodoro para obesos, pero, la verdad, no lo vi. Es imposible atender todos los detalles.

Hay cuatro museos: el de la Madera, el de los Caireles, el del Hierro y el de Don Antonio, dedicado a su vida. Todos los interiores son caóticos: piezas que algún día formaron parte de algo ahora están siendo parte de un laberinto.

Allí se dice que Campana no tenía ningún estudio de arquitectura ni de ingeniería (tampoco contrató profesionales, sino que los albañiles era la gente del barrio), pero contaba con un posgrado en imaginación. No cabe duda.

Secretos

Campanópolis se divide en dos partes: el pueblo con las 12 casitas del bosque (que recuerdan a los viejos cuentos infantiles pero también a películas de terror) y Villanueva, un sitio más alejado y al que solo se puede ir con el guía del parque. En este espacio, el último que construyó Campana antes de morir, todo se vuelve más surrealista. Basta el ejemplo de las chimeneas torcidas que para algunos simulan ser garras de dragón y para otros fuegos artificiales.

Aquí se encuentra una de las postales del parque: dos torres gemelas y llenas de colores para que el visitante se lleve su selfie (el guía explica cómo conseguir la mejor toma y pide, por favor, que no se etiquete la foto en Brujas, como hacen muchos, sino que se deje explícito que se está en González Catán).

También aquí están los edificios que quedaron inconclusos: se cree que uno iba a ser un hotel para los amigos de Campana y que también quería hacer allí una escuela técnica para jóvenes, un deseo que tenía con un sacerdote amigo. Pero Don Campana se llevó a la tumba muchos secretos. No dejó ni planos, ni escritos, ni nada.

A su ciudad le dio una Plaza Principal, una Torre Mirador, una intendencia, una iglesia, estrechos caminos que llamó con nombres tan curiosos como Pasaje del Búho o Pasaje Profesor Alfonso Corso (en homenaje al amigo que luego bautizó el lugar como Campanópolis). Sembró 10.000 árboles, plantó flores, puso su molino holandés e hizo su lago.

Su creador nunca vio Campanópolis abierta al público; era su aldea, su jardín, su casa (si bien nunca pasó la noche ahí y dejó prohibido que se pernocte). Sus hijos son los que reciben a los turistas que buscan meterse en este sueño.

Cómo llegar

Campanópolis está en González Catán, Partido de La Matanza, más o menos a una hora del microcentro. Si no se va en auto, se puede llegar en tren (se toma el Tren Belgrano Sur hasta la estación González Catán y luego se caminan unas 15 cuadras o se toma un taxi).

La versión más cómoda es ir en auto propio o contratar un servicio de traslado (desde el Obelisco) que incluye la entrada (ésta se compra sí o sí de forma anticipada; no hay boletería en el predio).

Habitualmente abre miércoles y viernes de 13 a 17 y sábados de 9 a 13, el costo de la entrada es de $2000. Con el servicio de ómnibus, dos personas pagan $4.800. El parque planea abrir en horario nocturno para que la colección de rarezas sea más misteriosa.

Maria de los Angeles Orfilia (publicado por La Nación el 27/10/2022)

Fuente: Campanópolis: un paraíso medieval para visitar con casas de cuento, 10.000 árboles y lago, en pleno conurbano bonaerense – LA NACION

Edificios estrambóticos: un ambicioso plan de restauración vuelve a dar brillo a la desmesurada obra del arquitecto siciliano Francisco Salamone

Tours de fotos, visitas guiadas, agrupaciones virtuales de fanáticos y exégetas, circuitos turísticos, películas, jornadas, encuentros, centros de interpretación y libros… Ningún arquitecto actual despierta el interés (o la fascinación) que logra la obra un poco art decó, un poco brutalista, siempre imponente, desmesurada, futurista y fuera de escala de Francisco Salamone (1897-1959). En apenas cuatro años, entre 1936 y 1940, un arquitecto siciliano sembró la provincia de Buenos Aires con más de 60 edificios estrambóticos en 25 municipios. Después de casi siete décadas de olvido, hace unos años comenzaron a valorarse como raras joyas patrimoniales. Un plan de restauración volverá a darles brillo.

Existe la llamada ruta Salamone: un camino que une Azul, Carhué, Tornquist, Laprida, Saldungaray, Pellegrini, Rauch y Guaminí, y la lista sigue. Sus faraónicos portales de cementerios, palacios municipales y mataderos hoy se encuentran en plena obra, gracias a la nueva mirada que se tiene de sus moles de hormigón repartidas en dos provincias, declaradas Monumentos y Bienes Históricos Nacionales. Muchos de esos edificios están en uso, pero otros, como algunos mataderos, son ruinas.

La Municipalidad de Carhué, por ejemplo, es una torre coronada con un reloj, que se faceta y se afina con el correr de los metros, mezcla de art decó, futurismo italiano y funcionalismo. La torre del Matadero Municipal de Guaminí, en cambio, es una cuchilla. No hay explicación posible para la fuente-macetero, las farolas y los bancos de la plaza Pereyra de Laprida. Ni para el círculo demencial del que emerge una cruz con la cara de Cristo en el cementerio de Saldungaray. Para el camposanto de Azul tampoco ahorró cemento: diseñó un portal de 21 metros de altura y 43 de frente. La cruz del cementerio de Laprida es considerada la segunda más alta de Sudamérica, después del Cristo Redentor de Río de Janeiro, en Brasil.

Naves nodrizas

En cuatro años, Salamone logró poner en órbita estas naves nodrizas que aterrizaron en la planicie de la pampa para señalar que acá hay un pueblo, allá otro. Son, en muchos casos, lo único que se ve desde la ruta. Significaron alguna vez una esperanza en cada terruño: una indicación de que el futuro podía estar ahí. Después, tuvieron sus décadas de vergüenza. Hubo penas y olvido. Su construcción quedó asociada con el gobernador que las encomendó, Manuel Fresco, caudillo conservador de simpatías fascistas. Bajo el lema “Dios, Patria y Hogar”, Fresco ejecutó un masivo plan de obras públicas. Tuvo dos ejecutores: Alejandro Bustillo, dado a tarea de urbanizar la playa Bristol en Mar del Plata con un estilo neoclásico, elegante, sobrio, y Salamone, que se encargó de otro tipo de edificios, que disputaban la espectacularidad y altura a las iglesias de pueblos mínimos. Circulaban en su tiempo dos dichos. Uno decía lo que Fresco dispone lo construye Salamone. El otro corregía: no se mueve un ladrillo sin que lo diga Bustillo.

Enormes portales de cementerios para enfatizar la frontera entre las ciudades de los vivos y las de los muertos (con las letras RIP en granito negro que alcanzan los 15 metros de altura). Torres municipales coronadas por relojes visibles desde todo el poblado: los pobladores son igual de pequeños para el engranaje del Estado, que todo lo ve, todo lo rige. Mataderos con aspecto cinematográfico, símbolos de la nueva industria con pretensiones sanitarias. Edificios ideológicos-simbólicos, asociados con el trabajo, el orden y la muerte.

Hay quienes lo llaman el Gaudí de las pampas, pero nada de las formas orgánicas ni los juegos de luces y colores del genial modernista catalán aparecen en la obra de este siciliano nacido en Leonforte. Lo suyo son las líneas rectas, la simetría, el elogio del gris hormigón, dureza y severidad expresiva, apelaciones a la estilística clásica de inspiración grecorromana, simplificación volumétrica y ornamental: lozas hongo, tabiques esbeltos, vigas curvas. No tiene secretos el material para Salamone. Lo que lo caracteriza quizá sea el estrafalario cruce de estilos y el exabrupto de construcciones monumentales en pueblos bajos que en los años 30 arañaban los 50.000 habitantes.

Pintura y arreglos más o menos generales ya están lavándoles la cara a 12 de estos emblemas que consagraron el uso del cemento y del hormigón armado como imagen institucional del Estado, y hoy ya estaban francamente deslucidos. El plan contempla el tratamiento de humedades y filtraciones en muros y cubiertas, reparación de grietas y fisuras en los revoques originales de las fachadas, conservación y restauración de aberturas, elementos ornamentales y grupos escultóricos, y reposición de piezas faltantes. También, la reparación o actualización de instalaciones eléctricas, sanitarias, de iluminación y accesibilidad. El programa implica una inversión de más de 500 millones de pesos.

Selección

La selección la realizó el Ministerio de Obras Públicas junto con la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, teniendo en cuenta el estado de deterioro y la distribución dentro del territorio, además de la diversidad tipológica. Comprende la conservación, restauración y puesta en valor de los palacios municipales de las ciudades de Adolfo González Chávez, Adolfo Alsina, Rauch, Alberti, Pellegrini; los cementerios de Azul y Saldungaray; la rambla y la plaza de Pringles, la plaza de Balcarce, y el matadero de Guaminí, todo en la provincia de Buenos Aires. En Córdoba, se refaccionan el Palacio Municipal de Las Varillas y la Plaza Centenario de Villa María. La convocatoria está abierta a otros municipios que cuenten con obras del autor.

“Esta inversión es parte de un programa federal que tiene que ver con recuperar nuestro patrimonio”, dice Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas. Nace como una iniciativa conjunta de los Ministerios de Cultura y Obras Públicas de la Nación, a través de la Comisión Nacional de Monumentos y la Dirección Nacional de Arquitectura. Y crecen los pedidos de reparaciones con el entusiasmo de salamónicos infiltrados en todo el organigrama. Por ejemplo, Néstor Álvarez, subadministrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (es decir, cloacas), exintendente de Guaminí y un apasionado por la obra del siciliano, que contagia el fervor por estos raros artefactos. “Salamone tiene eso que te atrapa, te fanatiza. Los que somos de la región crecimos viendo sus obras. Lo tenemos muy presente”, explica. Cada vez que llega a un pueblo con el ministro, arrastra a la comitiva hasta los íconos de Salamone. En Guaminí están refaccionando el exmatadero para convertirlo en un centro cultural y están poniendo en valor el palacio municipal. “Todo está diseñado por Salamone, desde las barandas y las luces hasta el sillón del intendente”, dice con conocimiento de causa, porque pasó varios años sentado en él. “No lo pensamos. Fue creciendo a demanda, fueron presentando pedidos y así nació el programa. Los edificios están bien hechos. Tienen nobleza. El matadero de Epecuén estuvo bajo el agua y hoy sigue en pie”, dice Álvarez.

La productividad de Francisco Salamone es inexplicable. La cuenta detallada enumera 73 obras en 31 localidades de 18 partidos: 11 municipalidades, 16 delegaciones municipales, 11 plazas y parques, 17 mataderos, siete portales de cementerios, cinco crucifijos, dos remodelaciones y ampliaciones, una escuela, dos mercados y un corralón. No solo diseñó esa cantidad de edificios llenos de detalles, sino que también pensó, diseñó y mandó a producir todo lo que iba adentro: desde las luminarias hasta los picaportes, con preferencias por materiales nobles. Pisos de granito, aberturas de hierro, metales cromados y opalinas en los artefactos lumínicos y carpinterías en nogal.

Manos a la obra

De los 12 proyectos, uno ya se encuentra finalizado e inaugurado, dos en ejecución, cuatro por iniciar la obra, tres en proceso administrativo y dos aún en evaluación. Pasan por todo un circuito: el Municipio presenta el proyecto en la plataforma del Ministerio de Obras Públicas y su evaluación técnica y económica es realizada por la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA). Una vez aprobado, el municipio licita las obras. Cuando han sido adjudicadas el proyecto es tomado por la Dirección Nacional de Gestión de Obras, que tiene a cargo la supervisión de la ejecución.

Ya está terminada la restauración y puesta en valor de la Plaza Centenario, Municipalidad de Villa María (Córdoba). Y por estos días está en ejecución la restauración de la rambla y plaza de Pringles, lo mismo que el Palacio Municipal de Pellegrini. El mes que viene comenzarán los trabajos en el Palacio Municipal de Adolfo Gonzales Chaves, el cementerio de Azul, la plaza Libertad de Balcarce y el Palacio Municipal de la ciudad de Rauch. Ya están aprobados los proyectos del Palacio Municipal de Adolfo Alsina, la plaza Gral. Arias y Palacio Municipal de Alberti, y el imponente portal del cementerio de Saldungaray, en la Municipalidad de Tornquist. Las obras abarcan varios aspectos. “Por ejemplo, en Azul se llevarán a cabo tareas de limpieza en toda la superficie de la portada. A su vez, se restaurarán estructuras faltantes y se harán arreglos de fisuras, microfisuras y grietas. Se destaparán desagües pluviales y se reacondicionarán las instalaciones. También se impermeabilizarán las azoteas y se realizarán trabajos de pintura en todos los elementos de herrería”, detalla Fermín Labaqui, director de Proyectos en la Dirección Nacional de Arquitectura. Otra obra grande será la puesta en valor del Matadero Municipal de Guaminí, que espera aprobación para convertirse en centro cultural: “Se realizarán tareas de limpieza y se completarán faltantes en las fachadas, se recuperarán las carpinterías teniendo en cuenta sus aspectos formales originales y se realizarán trabajos en la cubierta verificando si las pendientes de las losas son las adecuadas, según el régimen actual de lluvias de la zona. Además, se hará una verificación estructural y estudio del estado de las armaduras”.

El Palacio Municipal de Pellegrini, que está en uso, tendrá una lavada de cara, con tratamientos para la humedad. Pero lo más importante es que se hará accesible: “Se construirá una rampa de acceso para personas con discapacidad de material para reemplazar la existente de madera y se instalará un ascensor hidráulico en hall central”.

Retratos de una pasión

Hijo de un constructor italiano, nació en Sicilia en 1897 y llegó al país a los 4 años. Estudió en el Colegio Otto Krausse de Buenos Aires, donde se graduó con un título de maestro mayor de obras. En la Universidad de Córdoba se recibió de arquitecto –como su padre– y luego de ingeniero civil, en 1920, con 23 años. En 1919 había obtenido dos medallas como reconocimiento a sus diseños en exposiciones de Milán y Barcelona. En 1928 se casó con Adolfina Croft, hija del cónsul del imperio austrohúngaro en Bahía Blanca, y tuvieron cuatro hijos.

Realizó algunas obras en aquella provincia, e intentó también una carrera política en el Partido Radical, que abandonó tras perder su primera elección como candidato a senador. Quería hacer obras, y lo logró, pero no por medios electorales. De sus 70 años de vida, solo cuatro fueron así de intensos. Después de esa racha de hiperactividad, en la que vivía arriba de una avioneta que lo llevaba de una obra a otra en los 300.000 kilómetros cuadrados de la provincia, se asentó en la ciudad de Buenos Aires y se dedicó a los pavimentos. Nada más chato y poco atractivo que los pavimentos. Despuntaba el vicio del cubismo en caricaturas de personajes célebres (dibujó a Perón y a Evita, y su obra fue rechazada en un concurso por su contenido político… siguen extraviadas y adornarán algún living peronista). Solo proyectó otros dos edificios antes de su muerte, en 1959.

Su obra viaja gracias a la lente de fotógrafos profesionales, que retrataron sus perfiles de cemento. Ignacio Iasparra fue uno de los primeros, y también puso a Salamone sobre el tapete la muestra de Esteban Pastorino en la Fotogalería del San Martín en 2002, que inspiró una crónica memorable de Juan Forn, El misterio de la piedra líquida. ‘Las demenciales moles de hormigón de Salamone se alzaron en localidades ínfimas, además de perdidas’, escribe Forn. Rescata anécdotas legendarias, como la que se cuenta en Laprida. Un intendente interceptó el tren que llevaba, se cree, a Bahía Blanca las piezas desarmadas de lo que sería el enorme frontispicio de un cementerio, y a punta de pistola ordenó: “El cementerio se queda acá”.

Para quienes no conocen las obras, está en exposición en el Istituto Italiano di Cultura de Buenos Aires Francisco Salamone-Astronaves en La Pampa, una selección de las fotografías de Enrico Fantoni, también ítalo-argentino, fotógrafo e historiador (continúa hasta el 31 de octubre, en Marcelo T. de Alvear 1119). “Hice un viaje salamónico que tenía pendiente desde hace mucho. En tres días, 1600 kilómetros, pasando por Pringles, Rauch, Saldungaray, Laprida, Epecuén y otros pueblos”, cuenta. Fotos de Fantoni como las que acompañan esta nota y las que están en la exposición, se publicaron en la revista dominical de El País de España. “Lo que más impacta es la falta de contexto que tienen sus obras: parecen que descendieron del cielo y no tienen relación con el entorno, aún ahora. Un statement ideológico acerca de la supremacía de la organización civil sobre la iglesia, y símbolo de una Argentina con una proyección exportadora y fabril”, analiza.

La primera muestra que registró las obras y las mostró en la ciudad de Buenos Aires, Francisco Salamone Resurge (que inspiró a Pastorino y tantos otros a seguir la ruta de su obra), ocurrió en 1997, organizada por Edward Shaw, coleccionista, escritor, crítico de arte, fotógrafo, docente, curador, traductor y gestor cultural de origen estadounidense, que vivió en la Argentina durante tres décadas y fue redactor del diario Buenos Aires Herald. La repitió en 2012 en el Centro Cultural Borges, y se titulaba Salamone. La Consagración, con imágenes de tomadas entre 1997 y 2007 por él, su hijo Tom, y dos fotógrafos, Bebe Tesio y Gabriel Cano. Padre e hijo se había fascinado cuando se largaron a recorrer la pampa sin mapas previos, de municipio en municipio, tras la huella de Salamone. Su propósito era evangelizador: buscaban darlo a conocer, que se declare patrimonio su obra, valorizarlo en su contexto y generar circuitos turísticos en torno de su trabajo. ‘Sin duda, es una de las obras arquitectónicas de mayor potencia realizadas en la argentina’, escribía Shaw en el catálogo. Desde 2002 su obra es Patrimonio Cultural de la provincia, y todos los demás ítems también están logrados. “Cada individuo que toma dos o tres días para recorrer el camino de Salamone vuelve en un estado de euforia total. Hay que ver varios de los pueblos a la vez para poder poner la experiencia en un contexto entendible”, invitaba.

Para Pastorino fue su primer proyecto artístico. “Cuando conocí la obra de Salamone en la muestra de Shaw pensé que ese era el sujeto fotográfico que estaba necesitando para mi trabajo. Me enfoqué en él. No hubiera imaginado que existieran esas obras en la provincia. No había información de él”, recuerda. En la muestra de Shaw anotó cada localidad y se lanzó a la ruta, apenas con la guía de las indicaciones de los lugareños y un artículo del exdirector del Museo Nacional de Arte Decorativo, Alberto Bellucci, un temprano admirador y documentador de su obra. Sus tomas eran nocturnas, con cámara de formato grande, y las copiaba con un proceso del siglo XIX, a la goma bicromatada.

Disparate

“Son un disparate, una especie de bochinche en medio de la llanura”, dice con admiración el cineasta Mariano Llinás en el documental Mundo Salamone. La reinvención de La Pampa (2015), de Ezequiel Hilbert, que tras seis años de investigación recoge testimonios y ofrece visiones bellísimas de sus construcciones, que recuerdan la estética de Metrópolis. El propio Llinás expone la arquitectura de Salamone a lo largo de su (también fastuosa) película Historias extraordinarias (2008).

“La obra que Salamone hizo en cuatro años, nosotros tardamos cinco recorrerla, analizarla y publicarla”, dice en Mundo Salamone Alejandro Novakovsky, editor junto con Felicidad París Benito y Silvia Roma de la biblia de Salamone, una profunda investigación en dos tomos titulada Francisco Salamone en la provincia de Buenos Aires, publicada por la Universidad de Mar del Plata en 2011.

Hilbert es un especialista apasionado, que dicta seminarios sobre Salamone. “Mi mujer y mis amigos ya no me quieren escuchar hablar de él”, confiesa. Hilbert estudiaba hacía 10 años arquitectura, filmaba videoclips y trabajaba en un centro gráfico y en un momento se planteó una ecuación: “Me pregunté a qué me quería dedicar en mi vida, porque me gustaban la arquitectura, las cámaras, la historia y las computadoras. El resultado fue que me tenía que dedicar a los documentales de arquitectura. Era 2009, leí la nota de Forn y al año siguiente arranqué con el proyecto. No encontré otro arquitecto que me interesara más”. Está preparando un libro con las imágenes de Fantoni, y también tiene en proyecto la segunda parte de la película, centrada en los fanáticos, el misterio de una obra no atribuida y los derroteros por los que hace veinte 20 todo el mundo quiere saber de Salamone. Mundo Salamone no se estrenó oficialmente, pero se proyectó en varios municipios y en la muestra de Fantoni. “Haré una función privada con el grupo de Facebook Salamónicos, así me pongo en contacto con esa comunidad, pensando en la parte dos”, cuenta. También tiene en marcha un documental sobre Clorindo Testa, otro arquitecto genial.

A los turistas que llegan por los pueblos a ver sus obras, los lugareños los llaman, con algo de sorna, salamónicos. Son apasionados que trajinan kilómetros de rutas y, también, aportan datos y fotos en blogs y redes sociales. Quizás el más activo últimamente es Mondo Salamone (www.mondosalamone.com), que tiene un libro no distribuido aún que ya vendió la mitad de la tirada, Vistas de la pampa salamónica, con cerca de mil imágenes tomadas entre 2007 y 2021 y un mapa para seguir su camino. Es obra de Martín Aurand, digitalizador audiovisual de profesión, fotógrafo apasionado y viajante curioso de la arquitectura. Tiene en curso un ensayo fotográfico sobre entradas de pueblos, y otro llamado Pampaland. “Estoy obsesionado con la provincia de Buenos Aires y las construcciones particulares, extrañas, que tiene… Monumentos, iglesias. Salamone es la punta de un iceberg. Al ser la provincia una llanura, estas construcciones tienen otro sentido”, dice. De esos otros constructores anómalos será su próximo libro.

El galerista Gabriel Bitterman acaba de hacer la ruta salamónica. Reunió información, armó su propio mapa y un día antes de partir dio con el libro de Aurand. En cinco días, con esa guía, hizo su recorrido por 12 lugares y 40 obras. “Es sorprendente tener obras monumentales en pueblos tan chiquitos, todas con un nivel de detalle y calidad que es una locura. En lugares donde las casas no tienen más de dos pisos, los palacios municipales tienen torres de 40 metros. No repite ninguna obra. Cada sillón, cada plaza es distinto de otros. En algunos lugares no saben mucho de Salamone, pero en otros hay centros de interpretación”, dice.

Lo inspiraron para viajar los relatos de Mariana Enríquez sobre cementerios de su libro Alguien camina sobre tu tumba, en el que se detiene en los de Salamone. La autora escribe desde las jornadas dedicadas a su obra en Azul, en 2009, y dice: ‘Como toda la arquitectura de Salamone, tiene una minoría intensa de fans y una mayoría de habitantes que conviven con la obra, acostumbrados, pero, sobre todo, resignados’. Uno de aquellos fans le informa que el Cristo del cementerio de Laprida se ve desde 15 kilómetros de distancia y la portada del cementerio de Saldungaray, desde 10 kilómetros. Enríquez describe al Ángel Exterminador del cementerio local como ‘una deidad egipcia dispuesta a arrancar y pesar un corazón’… Contagia o espanta, según el caso, las ganas de viajar. Así es Salamone: despierta pasión o rechazo, nunca indiferencia.

Balcarce tiene uno de los pocos centros de interpretación de la obra de Salamone. Guaminí y Carhué se unen para celebrar fines de semana salamónicos, con visitas y excursiones, avistaje de aves, museos abiertos hasta la noche y excursiones al exmatadero de Epecuén. Coronel Pringles celebró sus 140 años y contrató a Paola Salamone, sobrina del creador del Palacio Municipal, para homenajearlo con un concierto lírico. Villa María cumplió su 155° aniversario y reinauguró la Plaza Centenario, recién renovada, con el espectáculo Salamone Music, que a través de melodías repasa la historia del inefable constructor. Real Salamone Music es el primer álbum musical y multimedia dedicado a la obra y vida de un arquitecto, obra del compositor Alejandro Miniaci: sonidos clásicos, a veces pomposos, timbales, coros… wagnerianos. Los videoclips son composiciones animadas e intervenidas de mataderos, cementerios y palacios municipales salamónicos. Pero también hay ataques a su obra: en 2021, una pareja de General Rodríguez fue arrestada cuando escapaba a campo traviesa después de hacer una pintada a favor del veganismo en el exmatadero municipal de Carhué. ‘Qué asco la carne’, escribieron en letras tamaño Salamone.

El ingeniero-arquitecto terminó sus días enfermo (resistió una diabetes y ocho infartos hasta los 62 años) y retirado de las grandes obras. Tuvo que exiliarse de apuro en Montevideo por una investigación por irregularidades. A los tres años fue sobreseído y pudo regresar, reivindicado. Alejado desde temprano de la Sociedad de Arquitectos, mantuvo una tertulia animada en su palacete de Uruguay al 1200. Escribe Forn que hay dos edificios en Buenos Aires que llevan su firma: uno en la esquina de avenida Alvear y Ayacucho; el otro, en la calle Zufriategui, que fue sede de su empresa de pavimentación y quedó bajo la sombra de la unión de las avenidas General Paz y Del Libertador cuando se construyó el puente de la Lugones. De sus casi 70 construcciones pampeanas, solo una no resistió el paso del tiempo: una fuente frente al palacio municipal de Balcarce, que en el pueblo todos llamaba la torta de bodas y que fue derrumbada por el gobierno posterior.

Se lo sitúa dentro del art decó, pero su eclecticismo lo excede. También se le podría decir posmodernista, neocolonial, vanguardista, futurista, cubista y bauhausiano. Faraónico. “Monumentalismo wagneriano”, lo definió Bellucci en la película de Hilbert. Nada se sabe de sus motivaciones y pensamientos. No dejó nada escrito. Juan Ignacio Ruffa, en el libro Francisco Salamone. Cine y eugenesia en la obra pública bonaerense, sentencia: “Encasillar el trabajo de Salamone al art decó es un reduccionismo imperdonable (…). Salamone tomó elementos del art decó y los dotó de una mirada personalísima, como también lo hizo con otros estilos”. Arquitecto, ingeniero, diseñador, caricaturista, pintor… Prolífico, singular y rotundo, eso nadie lo discute.

Maria Paula Zacharias (publicado por La Nación el 28/10/2022)

Fuente: Edificios estrambóticos. Un ambicioso plan de restauración vuelve a dar brillo a la desmesurada obra de Francisco Salamone – LA NACION

Adrogué: empezaron amasando en el patio y hoy su pizzería fue elegida entre las 50 mejores del mundo

Ti amo (@tiamo.pizzeria) es una pizzería italiana ubicada en la localidad de Adrogué, partido de Almirante Brown, que se convirtió en una de las mejores pizzerías italianas del mundo y la número 1 de Sudamérica. Para conocer más sobre su historia, Infocielo charló con Victoria Santoro, una de sus fundadoras.

Victoria, su hermana, Carola y su mamá, Susana, se dedicaban hacía más de diez años al rubro de la indumentaria en Adrogué. Pero como emprendedoras y fanáticas de la pizza, sentían que tenían que animarse a hacer algo distinto.

Por lo tanto, en 2019 construyeron un horno de barro pequeño en el patio de su casa y comenzaron invitando a sus amigos y familiares a su nuevo emprendimiento: Ti amo, pizzería secreta. Dos o tres veces por semana, quienes se iban enterando de esta joyita que se forjaba en el patio de una casa de Adrogué se acercaban para degustar de las delicias creadas por estas tres mujeres junto a Martiniano Berrud, pareja de Victoria.

“En la semana trabajábamos en nuestros trabajos. Cuando llegaba el jueves organizábamos y el viernes, sábado y domingo hacíamos las cenas. Por eso pizzería secreta”, contó Victoria en diálogo con Infocielo.

Lejos de lo se pensaría, esta familia no comenzó este emprendimiento con una formación culinaria, ni conocimientos de sobre pizza italiana. De una manera autodidacta, los cuatro aprendieron a través de videos de YouTube, clases online e información que encontraban en internet.

“Mucha gente piensa que no puede lograr algo porque no tiene la capacitación o no tiene las herramientas. Como nosotras trabajábamos todo el día no teníamos la posibilidad de estudiar. El proceso de aprendizaje fue nosotras investigando, probando y creando nuestra propia receta”, aseguró Victoria.

Ante el éxito de Ti amo, el grupo de emprendedores se animó a dar el salto y abrió su primer local. Sin embargo, la pandemia frustró sus planes y tuvieron que reinventarse para no abandonar este prospero proyecto.

“Teníamos el local, pero no podíamos trabajarlo. Entonces comenzamos a hacer pizzas frizadas. Cocinábamos, las sellábamos al vacío y recorríamos todo zona sur entregando pizzas. Era bastante agotador. Fue el momento más difícil de nuestra vida como emprendedoras. Hemos vivido crisis, pero como esa ninguna”, agregó.

Cuando finalmente lograron abrir el local, en agosto de 2020, solamente pudieron vender a través de take away. Eran únicamente los cuatro trabajando a todo pulmón. Los clientes no podían hacer pedidos y muchas veces esperaban hasta una hora y media por una pizza en la vereda en pleno invierno, lo cual dice mucho de la calidad de los productos de Ti amo. “Ahora lo veo como una locura, pero la gente lo hacía”, expresó Victoria.

Luego de haber comenzado con solo 30 clientes en el patio de su casa, muchos de ellos familiares y amigos, ahora cada fin de semana llegan a atender aproximadamente 900 personas en el local ubicado en diagonal Toll al 1240.

La pizza de Adrogué entre las mejores del mundo

A principios de septiembre de este año, Ti amo fue ubicada en el puesto 50 de las 100 mejores pizzerías italianas del mundo y como la mejor de Sudamérica por la prestigiosa guía internacional “50 Top Pizza”.

No se trata de un concurso, donde los pizzeros se pueden presentar y participar. Sino que son inspectores anónimos de todo el mundo que conocen de la gastronomía local y concurren a las pizzerías que están haciendo ruido en la zona.

“Esta organización no premia pizzerías argentinas. Por lo tanto, no estamos compitiendo con pizzerías argentinas de Avenida Corrientes. Es una organización que premia pizzerias que representen la cultura italiana”, explicó Victoria.

Ante la nominación a este premio, Victoria y Carola viajaron a Italia y asistieron a la premiación en el Palacio Real de Nápoles. Además, recibieron un premio especial llamado “One to watch”, consiste en distinción que las coloca dentro de las pizzerías que van a dar una sorpresa el próximo año.

“Es como que estás en la mira. Es espectacular. Una vez que baja la adrenalina sabes que tenés que duplicar la oferta y hacer que sea mejor para el año que viene y estar al nivel que ellos creen que estamos. De esa manera, poder traer otro premio y tener una mejor posición”, sostuvo.

Esta premiación generó una enorme repercusión. A pesar de estar acostumbrados a llenar el local, ahora trabajan con una semana de anticipación para reservar. Pero a su vez, llevó a que la ciudad de Adrogué esté en boca de todo el mundo.

“Viene gente de todo el mundo que buscan dónde está Adrogué, lo cual me parece que da un valor espectacular a la ciudad. Este reconocimiento puso a Adrogué en el mapa gastronómico. Es muy fuerte porque los que están en el ranking son todas personas de ciudades muy importantes del mundo y ahí también está Adrogué. Para nosotros estar más arriba que una pizzería italiana fue muy emocionante”, cerró Victoria.

Agustina Gómez (publicado por InfoCielo.com el 25/09/2020)

Fuente: Comenzó como una pizzería en el patio de una casa de Adrogué y ahora es una de las 50 mejores del mundo | Infocielo

Emigrar a Italia: los 4 trabajos más demandados

Italia se convirtió en uno de los destinos más elegidos por los argentinos a la hora de buscar nuevos horizontesdebido a la inflación y la inestabilidad política y económica que enfrenta Argentina.

Algunas comunas y pueblos se encuentran casi despoblados y son ideales para los extranjeros que deseen empezar de cero, ya que el Gobierno otorga facilidades para que los extranjeros emigren y residan en estos sitios.

En cuanto a las oportunidades de trabajo, según el sitio web Yo Extranjero, hay una crisis laboral que se resume en la “emigración de empresas italianas a otros países donde se paga menos impuestos, por lo que en la actualidad hay más de 50 mil puestos de empleo vacantes“. Te contamos cuáles son.

Según Glassdoor, el sitio web de empleos y reclutamiento del mundo, un analista programador gana 31.715 euros al año en Milán.

Enfermeros

El blog “Sacar ciudadanía italiana”, en tanto, informa que un enfermero gana 1400 euros por mesUn psicólogo hasta 1800 euros y un dentista hasta 3000 euros por mes.

Responsable comercial de ventas

Puede ganar entre 2000 y 2300 euros por mes.

Cocineros

Un cocinero, chef o sommelier gana entre 1300 y 1600 euros.

Italia tiene alrededor de 61 millones de habitantes, lo que genera que sea el cuarto país más poblado de la Unión Europea y el que más turistas recibe por año. Una de las ventajas de emigrar a este país radica en que los italianos cuentan con varias costumbres similares a la de los argentinos, tales como hacer reuniones con los amigos, salir a comer, o tomar vino, acompañados de una buena conversación, a diferencia de otros países de Europa.

¿CUÁLES SON LOS PUEBLOS MÁS HERMOSOS PARA IRSE A VIVIR EN ITALIA?

CASTELMEZZANO

Castelmezzano es un municipio situado en el territorio de la provincia de Potenza, en Basilicata. Se caracteriza por ser uno de los pueblos más antiguos del país y está rodeado de senderos, montañas, y casas antiguas.

Los turistas que vayan a este lugar podrán observar rocas areniscas, esculpidas por los agentes atmosféricos, junto a grandes esculturas naturales. El silencio forma parte de este lugar también. El pueblo es ideal para los turistas que son amantes al ciclismo, treckking, y escalada de rocas.

PIETRAPERTOSA

Es otro de los pueblos ideales no solo para hacer turismo, sino para quedarse y empezar una vida de cero en Italia. Ubicado en un municipio de 1.314 habitantes de la provincia de Potenza. Se encuentra compuesto completamente sobre rocas, adaptándose a un paisaje accidentado y difícil de modelar. Actualmente es un municipio de 1.314 habitantes.

POSITANO

Positano está ubicada en la región de Campania en el Sur de Italia a orillas del golfo de Salerno, a unos 40 km de Nápoles. Actualmente, se encuentra compuesta por 3862 habitantes y es uno de los pueblos más famosos de Italia, y es un lugar donde el turismo internacional rebasa por doquier.

Este pueblo se encuentra rodeado de piedras, calles estrechas y empinadas, rodeadas de tiendas de ropa y cafés. Durante parte de los siglos XIX y XX, una porción significativa de los habitantes del pueblo emigraron a Estados Unidos para escapar de la pobreza y tener una vida mejor.

Fuente: Emigrar a Italia: los 4 trabajos más demandados y los pueblos más hermosos para vivir – El Cronista

La BBC comparó el “éxodo de jóvenes profesionales” de Argentina con el de la crisis de 2001

Al principio del artículo, comienzan comparando la actual situación con la emigración masiva que se vivió en el 2001, con la crisis que se desató luego de la pesificación de los ahorros, la seguidilla de 5 presidentes en una semana y las manifestaciones que dejaron muertes por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Cuántos argentinos emigraron del país

Según publica la BBC, “entre septiembre de 2020 y junio de 2021 casi 60.000 personas emigraron. Eso equivale a unos 200 emigrantes por día”. Y si bien aclara que en 2001 no hubo datos específicos de la migración, citaron un trabajo publicado en 2003 por el sociólogo Fernando Esteban, que estimó que entre 2000 y 2001 “abandonaron el país 118.087 argentinos“.

Tomando eso como parámetro, se puede estimar que en esa época los emigrantes fueron, en promedio, unos 160 por día.

Pero además, advierten que se trata de un éxodo “sin precedentes” porque “la cifra corresponde a las personas que pusieron ‘mudanza’ como motivo de viaje en su declaración jurada, previo a dejar el país. No obstante, expertos señalan que el número de emigrantes podría ser mucho mayor, ya que no todos los que planean irse de forma definitiva lo reconocen en sus documentos de viaje”.

“No solamente se van los que declaran mudanza; hay otros que declaran viajar por turismo o estudios, pero que también pueden ser emigrantes“, advirtió a A24 el director del Instituto de Políticas de Migraciones y Asilo (IPMA), Leilo Mármora.

Fueron más de 445.000 los argentinos que viajaron por “turismo” durante esos 10 meses, y casi 15.000 lo hicieron por “estudio”. Otros 180.000 declararon “residencia” como motivo de su viaje, mientras que más de 142.000 dijeron que se iban por “trabajo”.

Quiénes eligen irse del país

Por otro lado, a través de las entrevistas a argentinos que se van llegan a la conclusión de que en este caso la migración es por parte de jóvenes profesionales, calificados, lo que significa “una pérdida importante“, con una buena posición económica y trabajo, pero desesperanza en el futuro.

“Esto difiere de lo que pasó en 2001, cuando la emigración era mucho más heterogénea, tanto desde el punto de vista etario como profesional, e incluso socioeconómico. Otra diferencia es que, hace dos décadas, muchos se fueron con lo poco que tenían -un gran número había perdido la mayor parte de sus ahorros en el llamado “corralito” financiero-“, escribieron.

“Ahora, en cambio, los emigrados parecen estar viajando mucho mejor preparados, tanto logística como económicamente”, concluyeron.

Fuente: La BBC comparó el “éxodo de jóvenes profesionales” de Argentina con el de la crisis de 2001 | Perfil

Cuáles son los trabajos con los mejores salarios en la Argentina: pagan hasta $4 millones

La inflación es el enemigo número uno de los salarios. Mientras que los economistas prevén una suba de precios en torno al 100% en 2022, de acuerdo con el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, muchos hogares se las rebuscan para llegar a fin de mes. Sin embargo, en un país donde el salario mínimo no cubre siquiera la canasta básica alimentaria, hay algunos puestos de trabajo que permiten ganar hasta $4 millones por mes.

El dato surge de un relevamiento que realizó Adecco Argentina sobre el mercado laboral argentino, con el fin de que sirvan como referencia en materia salarial y de beneficios para lo que resta del año y para 2023. Para el año entrante, las empresas proyectan ajustes salariales no menores al 65%, y en algunos casos llegan al 80%.

“La incertidumbre lleva a muchos talentos, sobre todo en roles que tienen alta demanda y poca oferta, a migrar al mercado independiente, con el objetivo de tener un mayor control de sus ingresos y a negociar sus honorarios en dólares. Un claro ejemplo de esto es el aumento de la cantidad de trabajadores autónomos y monotributistas que se registraron en la AFIP en los últimos tiempos”, remarcaron.

No obstante, dentro del mercado laboral, hay algunos puestos que se destacan. Uno de los mejores pagos de la Argentina es el de ventas y marketing, encargado de organizar y controlas la implementación y ejecución de programas para maximizar los márgenes de rentabilidad de la compañía. El sueldo de un gerente comercial puede oscilar entre los $320.000 en una empresa pequeña de Buenos Aires, hasta un máximo de $4 millones en una gran compañía.

El salario puede variar dependiendo del tamaño de la firma y la zona geográfica donde resida. Por ejemplo, ese mismo gerente en una empresa grande de la Patagonia cobra $1,6 millones, $1 millón en la región de Cuyo, $923.000 en el centro, y $879.876 en el norte del país.

Otro de los trabajos con mejor remuneración es el de gerente de informáticaPara trabajar en una pequeña y mediana empresa, las ofertas más tentadoras son en la Patagonia, donde el mínimo es de $438.980 y el máximo de $598.330. En cambio, en compañías grandes conviene Buenos Aires, ya que los trabajadores que tienen ese puesto se llevan al bolsillo desde $685.420 hasta $1.584.000.

A modo de comparación, ese mismo puesto, en una empresa grande, se paga hasta un máximo de $1.137.160 en la Patagonia; en el centro, $1.129.830; en Cuyo, $630.748; y en la región norte, $534.220. “Considerados como las estrellas del mercado laboral, fueron revalorizados durante la pandemia y con grandes dificultades para conseguir sus servicios ampliamente cotizados”, agregó el informe.

En el rubro industrial, un gerente de abastecimiento y logística puede llegar a ganar en una pequeña empresa entre $282.684 (norte argentino) y $598.626 (Cuyo). En cambio, en una gran compañía, los salarios máximos varían entre $497.048 (norte) y $1.046.279 (área metropolitana de Buenos Aires).

En tanto, un gerente de recursos humanos en planta recibe hasta $588.227 mensuales si trabaja para una pyme patagónica, mientras que ese trabajador en el AMBA recibe $458.479. En una empresa grande, los salarios máximos son de $1.276.669 y $1.000.612, respectivamente.

En el área de oficina, un jefe de relaciones laborales gana en una empresa chica algo más de $294.000 en la Patagonia, y casi $680.000 si es para una compañía grande. Mientras que en finanzas y legales, un oficial de negocios de sucursal semi senior que reside en la misma región cobra $367.500 en una pyme, y $378.000 en una grande.

Otros de los trabajos mejores pagos es el director técnico, dentro del área de medicina y ciencia. Un empleado en una empresa chica de Buenos Aires, puede llegar a cobrar $535.200; mientras que en una corporación, asciende a $1.092.000.

Por último, se encuentra el rubro de gas y petróleo. De acuerdo con el relevamiento de Adecco, un ingeniero de proyectos que trabaja en la Patagonia, percibe casi $350.000 si es para una empresa pequeña, y hasta $875.000 si es en una gran compañía.

Fuente: Cuáles son los trabajos con los mejores salarios en la Argentina: pagan hasta $4 millones – LA NACION

Día Mundial del Pan: la historia detrás de la celebración y una ruta para fanáticos

Cada 16 de octubre, el mundo entero conmemora el Día Mundial del Pan (World Day of Bread), una iniciativa impulsada por la Federación Internacional de Panaderos, con el fin, entre otras cosas, de ayudar a difundir asuntos relacionados con su historia, su futuro y también compartir el trabajo de los panaderos e intercambiar ideas.

Este antiquísimo alimento, más allá de la mezcla de harina y agua de los hombres primitivos, hace su aparición como pan con levadura hace más de 4000 años en el antiguo Egipto. Naturalmente, desde entonces, el paso del tiempo, la evolución humana y el desarrollo de la tecnología, dejaron sus huellas sobre el noble producto.

A pesar de contar con tan sólo cuatro ingredientes básicos (harina, levadura, sal y agua), el pan se diversificó en cada rincón del planeta, en una elaboración que se mezcla con los usos y costumbres de cada lugar, ajustándose a las diferentes demandas y necesidades del mercado.

El pan tiene una fuerte presencia en la vida cotidiana de los argentinos: el 77% de la población lo consume de forma diaria o al menos una vez por semana y 8 de cada 10 consumidores prevén mantener estos niveles en el futuro. Los datos se desprenden de una encuesta realizada por Puratos en Argentina a más de 400 consumidores, quienes resaltaron la frescura como el atributo más importante del pan (71%), seguida por el precio (61%) y el sabor (57%).

Se calcula que el pan forma parte de nuestras vidas desde hace por lo menos 10.000 años. Durante la mayor parte de su historia, la producción de pan se realizaba en cada casa y era familiar, algo que se reivindicó en el mundo con la cuarentena de 2020 por la pandemia de coronavirus y el furor por la masa madre.

8 lugares para probar las más deliciosas creaciones:

Pasta

Pasta es el “ristorante e mercato italiano” del piemontés Mauro Lacagnina, que hoy cuenta con dos sedes, en Palermo y Belgrano. La especialidad de la casa son sus pastas artesanales, sin embargo otro ícono del lugar es su panadería artesanal a base de una masa madre integral con 9 años de vida.

“Nació de una cáscara de manzana en agua a la que le fuimos agregando harina integral todos los días, hasta hoy”, relata Lacagnina. Cada día se ofrecen productos frescos por unidad para retirar o consumir en sus mesitas: panes de campo, de centeno, de nueces o con semillas, ciabatta, focaccia genovese, pan de cúrcuma con almendras y ejemplares de otras cocinas del mundo, como baguette y shokupan.

¿Dónde? Vidal 2228, Belgrano / Salguero 2069, Palermo.

Moisha

Con el objetivo de popularizar la gastronomía judía y acercarla a quienes sientan curiosidad, Moisha Bakery propone una variada carta de platos y bocados tradicionales que sorprenden con una vuelta de tuerca. Dentro de su variada carta se destacan preparaciones con panes típicos como la jalá y el bagel que pueden disfrutarse en novedosas versiones como la “jalanesa” el primer sándwich de milanesa en pan de jalá, o el pan pletzalej que forma parte del sandwich hot pastrami, un clásico en su carta. También el bagel es un pan típico que se presenta en su carta con distintas versiones, tanto en tostadas como en sándwiches.

¿Dónde? Thames 747, Villa Crespo / Larrea 1531, Recoleta / Manuela Pedraza 2288, Nuñez / Díaz Colodredo 2320, Villa Urquiza / 11 de Septiembre 1209, Belgrano.

Alo’s

Del selecto bistró al mando de Alejandro Feraud, cuya propuesta está basada íntegramente en la estacionalidad y el respeto por el producto, nace Alo’s Boutique, un local contiguo que ofrece especialidades artesanales y materias primas de prestigiosos productores locales para disfrutar en cualquier momento y lugar.

Aquí, los amantes de los buenos sabores pueden disfrutar de piezas que van variando semanalmente, desde panificados amasados cada día hasta productos de su pastelería artesanal. Se pueden encontrar opciones variadas como los clásicos de la panadería, como pan de masa madre, focaccia y pan de brioche, todos amasados con ingredientes de primera calidad que dan como resultado un producto noble y delicioso.

¿Dónde? Blanco Encalada 2120, San Isidro.

Jornal

En Saavedra, Jornal ofrece una completa propuesta de panadería de masa madre, croissanterie y deli gourmet. Cada mañana y durante todo el día, su vidriera luce laminados como sus croissants artesanales elaborados a mano, a partir de una masa hojaldrada 100% manteca, como el favorito Banana Scream (crema de dulce de leche casero y trozos de banana caramelizada y especiada con clavo de olor y nuez moscada) o Peppa Pig Cheesecake Bicolor (mousse de queso, frutos rojos marmelade y frutillas).

En su sección viennoiserie es un hit el pan de chocolate belga y del resto de su variada pastelería el budín de chocolate 100% integral con ganache semiamarga. Para los amantes de la bollería salada, hay opciones como hojaldre de cebolla, queso azul y nueces, u hojaldre de manzana, apio y queso cremoso. Para acompañar con su cafetería de especialidad o variedad de tés en su moderno y mítico local con mesitas al sol sobre la vereda.

¿Dónde? García del Río 2802, Saavedra.

Buenos Aires Verde

Buenos Aires Verde es el restaurante del chef Mauro Massimino, que desde hace 14 años se ha consolidado como una coordenada perfecta para quienes buscan disfrutar opciones ricas y saludables. En su menú pueden encontrarse preparaciones vegetarianas, veganas y raw, elaboradas con ingredientes 100% libres de agrotóxicos.

Su propuesta está concebida para deleitarse a cualquier hora del día y en cualquier lugar, destacando su amplia variedad de panes agroecológicos artesanales de masa madre con fermentación natural. En un resaltante mostrador ubicado a la entrada del local se exhiben variedades como: pan de pasas y semillas, integral, cereales, brioche tradicional o con cebollas, focaccia y el tradicional baguette. Todas estas pueden adquirirse en presentaciones que van desde los 800 g hasta 1 kg, y sólo están disponibles en su formato para llevar.

¿Dónde? Gorriti 5657, Palermo.

Hierbabuena Restaurant

Ubicados en el barrio de San Telmo, Hierbabuena Restaurant rinde homenaje a la naturaleza y concientiza al público a la hora de alimentarse a través de sus preparaciones naturales y orgánicas. En su Organic Market -ubicado al lado del restaurante- se venden productos orgánicos de elaboración propia, como su panadería y pastelería artesanal realizadas con harinas limpias y azúcar orgánica, sin conservantes artificiales ni aditivos y con fermentación natural.

Entre la variedad que ofrecen se destacan el pan brioche vegano con cúrcuma (amarillos), de matcha (verdes) o de carbón activado (negros). También se puede solicitar pan de molde con semillas, baguette, de campo, croissants, focaccias, pan con centeno y avena y muchas otras opciones frescas del día. Hierbabuena Restaurant ofrece en su menú opciones casi íntegramente plant-based con preparaciones veganas, vegetarianas y libres de gluten.

¿Dónde? Av. Caseros 454, San Telmo.

Gontran Cherrier

Gontran Cherrier, la boulangerie de origen francés deleita con su propuesta de panadería 100% artesanal, elaborada cada día con materias primas de excelente calidad e ingredientes “Label Rouge” –sello de calidad francés– como la harina Foricher y Manteca Isigny Sainte-Mère. En su sección de panadería se destacan variadas opciones para todos los gustos.

Ofrecen tres versiones de baguette -con cereales, con sésamo y nuez moscada y tradición-. También hojaldre francés, levain con semillas, brioche, pan de campaña, pan de miso (masa a base de harina de centeno, pasta de miso- soja fermentada-), pan integral salvado de trigo y brioche hamburguesa. Cabe descartar que dicha variedad solo se puede adquirir en los locales de Palermo, Belgrano y Recoleta. Sin duda, un espacio que invita a disfrutar de panificados de calidad típicos de Francia.

¿Dónde? Malabia 1801, Palermo/ Zabala 1901, Belgrano/ Presidente Roberto M. Ortiz 1809/27, Recoleta.

Ninina

En Ninina se prueban recetas de herencia familiar y su propuesta de panadería se destaca por el uso de harinas orgánicas y productos de primera calidad. Algunos sugeridos son: el pan de semillas (a base de harina orgánica de Fincas El Paraíso, harina integral y semillas de lino y girasol) y el Pan de hierbas (a base de harina orgánica, perejil, orégano, salvia, romero, tomillo, verdeo y queso parmesano). Se pueden pedir enteros o cortados en rebanadas. También ofrecen pan de hamburguesa estilo brioche elaborado con harina orgánica. Las opciones están disponibles en sus tres locales y también se pueden pedir para llevar a través de su página web.

¿Dónde? Gorriti 4738, Palermo/ Holmberg 2464, Villa Urquiza/ Museo MALBA, Barrio Norte.

Fuente: Día Mundial del Pan: la historia detrás de la celebración y una ruta para fanáticos – Infobae

Día de la Madre: cinco lugares gratuitos para pasear con mamá en la ciudad de Buenos Aires

Este domingo 16 DE ABRIL se celebra el Día de la Madre y no siempre se tiene una disposición de dinero para poder comprarle un regalo que tengo merece, es por eso, que existen diversos sitios en la ciudad de Buenos Aires para pasear con ella y de manera gratuita.

Si bien hay varias propuestas para aprovechar en una jornada que estará agradable a nivel climático, estos son cinco de los variados sitios “porteños” para visitar: Caminito: dar un paseo por el barrio de La Boca y en especial por el pasaje de Caminito, es uno de esos planes que nunca fallan. Es muy recomendable realizarlo de día para disfrutar al máximo de las casas de chapas de colores y encontrar los números espectáculos de tango callejeros que se realizan en el barrio. Además, en sus entrañas se topará con la “Bombonera”, el tradicional estadio de Boca Juniors.

Feria de Mataderos: en ese barrio porteño y sobre la calle Lisandro de la Torre, cada fin de semana y orgullosos de mostrar las tradiciones populares del campo argentino, parejas de porteños salen a la plaza y simplemente bailan, y lo hacen vestidos con los trajes tradicionales del gaucho y con ponchos contagian los ritmos de la chacarera y los chamamés. El ambiente es cálido y acogedor y a esta feria la rodean puestos de las comidas más arraigadas del país como el locro o las sabrosas empanadas, además de los puestos de artesanías.

Barrio Chino: situado en el barrio de Belgrano, en la calle Arribeños con calle Mendoza, este rincón oriental ofrece una intensa actividad entre sus mercados de especies ilocalizables en otros lugares, su oferta peculiar de restauración y los eventos que realizan para días especiales, como la demostración de artes marciales o la mágica danza del dragón.

San Telmo: de 10 a 17, en este pintoresco barrio porteño (calles Defensa, Bolívar, Carlos Calvo y Estados Unidos) abre las puertas de su gigantesco mercado de Antigüedades que acoge unos 250 puestos. En ellos se puede curiosear y recordar con añoranza aquellos juguetes de la infancia o encontrar increíbles vestidos de época.

Además, se organizan numerosos eventos de folclore y espectáculos que amenizarán su visita antes de que lo atrape la añoranza que guardan las cosas viejas. En la calle Humberto Primo Defensa, se sitúa la Plaza Dorrego, una de las plazas con más historia de la ciudad y declarada Lugar Histórico Nacional. Los domingos, además de acoger parte de la feria de antigüedades, es escenario de actuaciones de tango y milongas.

Jardín Botánico: por su espectacular invernadero de estructura acristalada y hierro de estilo moderno, sus hermosas esculturas y su inmensa variedad de plantas, pasar una tarde recorriendo el Jardín Botánico (Av. Santa Fe 3900), es una auténtica delicia para los cinco sentidos y una delicada despedida para un nostálgico Buenos Aires.

Fuente: Día de la Madre: cinco lugares gratuitos para pasear con mamá en la ciudad de Buenos Aires | Crónica | Firme junto al pueblo (cronica.com.ar)

Argentina se queda sin futuro: miles de jóvenes se van del país por la falta de oportunidades

¿Quién no tiene un familiar, un conocido, un ex compañero de trabajo que se haya ido del país o esté preparando el viaje, a veces en soledad y en otros casos con toda la familia?. Es habitual ver en las redes sociales postales de despedidas en los aeropuertos, padres desolados, familias tristes por el quiebre que produce la partida de un hijo, el nieto, o aquel sobrino.

Pasaron más de veinte años desde el último éxodo fuerte que sufrió la Argentina. Parecía que la crisis del 2001 que llevó a emigrar a miles de personas a otros destinos del mundo no se repetiría. Pero desde hace unos años, de la mano de la inestabilidad económica, la terrible inflación y el desempleo, la tendencia a irse del país volvió y se mantiene firme porque muchas personas, sobre todo los más jóvenes, sufren la falta de oportunidades laborales, buscan una mejor calidad de vida o no quieren ser víctimas de hechos de inseguridad.

En un trabajo publicado en 2003 el sociólogo Fernando Esteban, estimó que entre 2000 y 2001 abandonaron el país 118.087 argentinos. En promedio se iban unas 160 personas por día en esa época.

La Dirección de Migraciones indicó a BBC Mundo que desde mediados del 2020 al mismo periodo del 2021 emigraron unas 200 personas por día. Pero desde el organismo aclararon que las cifras no son exactas y que podrían ser muchas más personas las que se han ido o están preparando su partida. Esto pasa porque no todos manifiestan en su documentación mudanza sino que declaran que viajan por turismo o estudios pero que también pueden ser emigrantes.

Según el sitio web Chequeado, entre septiembre de 2020 y octubre de 2021 salieron más de un millón de argentinos y extranjeros con documentación argentina. De ese número de personas más de 50 mil indicaron en la declaración jurada que salían por “mudanza”. Sin embargo, no hay datos oficiales previos que permitan realizar comparaciones con períodos anteriores.

Desde 2013 hasta mayo de 2021 egresaron más argentinos de los que ingresaron o regresaron al país

Juan Manuel Serrano, delegado de Migraciones en Mendoza, explicó que “resulta casi imposible acceder a las cifras exactas sobre los argentinos que emigraron ya que no existe esa estadística por motivos de salida del país y menos que menos el desagregado por provincia”.

De todos modos, se sabe que España, por el idioma, es el país elegido para buena parte de los compatriotas y también Italia por la herencia migratoria. Pero también hay preferencia por los vecinos países de Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay. Sólo un 5 por ciento decidió o pudo irse a Estados Unidos.

En general son los jóvenes de entre 25 a 35 años, profesionales recién recibidos y altamente calificados quienes deciden irse del país. Esto provoca que se estén perdiendo profesionales en diversas áreas.

De Mendoza a Chile. Profesionales de la salud se van a trabajar al país trasandino

El cónsul de Chile en Mendoza, David Quiroga, contó en una entrevista en el programa Mediodía de Radio Nihuil, que existe un interés de los mendocinos por ir a trabajar a su país, en general acotado a profesiones puntuales como médicos, kinesiólogos, enfermeras, terapeutas que realizan sus trámites de convalidación de títulos universitarios para ingresar al sistema público o privado de salud de esa nación.

Admitió el cónsul, que desde Chile “se valora mucho la calidad y formación académica que tienen los profesionales argentinos y puntualmente mendocinos, lo que resulta más atractivo al mercado laboral chileno por sobre otras nacionalidades”.

El diplomático relató que en general los interesados en ir a trabajar a Chile son profesionales de entre 35 y 45 años.

Quiroga, que lleva cinco meses en funciones en Mendoza, dijo que cuando llegó le asombró el movimiento de interesados que había, situación que ahora ha bajado paulatinamente. Es que los trámites para irse a trabajar a Chile no son tan sencillos.

“Las personas que están interesadas en lo que es convalidación o revalidación de títulos universitarios lo pueden hacer en nuestra página web donde aparecen los datos www.minrel.gob.cl y ahí se explican los requisitos para realizar el trámite. Pero además es importante lo que diga el Ministerio de Educación de Chile. Ellos elaboran un informe y lo remiten al consulado para la continuidad del trámite” explicó Quiroga.

Además de la revalidación de títulos es importante que los interesados obtengan la visa sujeto a contrato que otorga el Servicio Nacional de Migraciones de Chile y luego de estos pasos, los profesionales deben rendir un examen de suficiencia, bastante riguroso, en la Universidad de Chile para ingresar al mercado laboral.

Es decir, que sin un contrato laboral no se puede ir como no ocurre con aquellos que se van a probar suerte a Europa. “Cualquier sudamericano que quiere buscar nuevos horizontes en España o Italia tiene que pasar por los mismos trámites de migración, pero generalmente van a buscar suerte, encuentran trabajos esporádicos mientras dura una visa de turismo y van recorriendo diferentes países. En cambio las personas que quieren buscan un proyecto de vida, la piensan mucho mejor y para ir a un país de Sudamérica, en el caso puntualmente chileno al cabo de un tiempo la visa de turismo caduca y hay que tener un contrato laboral para generar otra visa y poder permanecer trabajando”.

Triste realidad. Volver a la patria sólo de vacaciones

Martín Grasso, es un joven de casi 30 años, diseñador gráfico, egresado con excelentes calificaciones de la Universidad de Mendoza, e ilustrador de historietas y videojuegos. Se fue en plena pandemia del 2020 a Europa.

“Me fui acompañando a Ana (su novia, ingeniera en Recursos Naturales) que había conseguido una Beca Erasmus Mundus para un Máster de dos años en Ecotoxicología y Contaminación para hacer en tres países” cuenta Martín que actualmente está con su pareja en Bilbao, España

“Yo trabajaba como ilustrador independiente y luego ingresé fulltime remoto a una empresa de videojuegos de Indonesia” relata sobre su presente laboral

Cuando le pregunté si volvería a la Argentina, teniendo en cuenta que su trabajo le permite trabajar remoto en cualquier parte del mundo, no dudó en decir que “por el momento sólo volvería de vacaciones”.

“Uno se acostumbra muy rápido a que las cosas funcionen mejor, hay mayor estabilidad de precios y seguridad. Que no significa que la inseguridad sea inexistente acá pero la que hay es menos violenta. Así como las condiciones laborales son muy buenas. Ahora estamos en Bilbao que tiene 99 puntos de Indice de Desarrollo Humano y es una ciudad chica pero de primer nivel. A veces no es fácil acostumbrarse a una cultura nueva por más que tengamos la cercanía del idioma pero en definitiva uno termina adaptándose en pos de un futuro mejor” concluye el joven profesional.

Este testimonio como el de tantos otros jóvenes profesionales que se van del país, avala los datos que se conocieron esta semana sobre emigración.

La Fundación Colsecor ( Cooperativa de Provisión y Comercialización de Servicios Comunitarios de Radiodifusión) que es una ONG, creada en 2018 como herramienta para la integración y el fortalecimiento del sector cooperativo, realizó un estudio denominado “Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades de la Argentina” en el que fueron encuestadas 1.400 personas con indicadores sobre bienestar en la vida cotidiana y satisfacción del lugar en el que habita.

En el tópico sobre la potencialidad migratoria uno de los datos más llamativos es cuando se les preguntó a los entrevistados, ¿si tuviera la posibilidad de irse del país, cuán probable sería que usted se vaya? el 52 por ciento de los argentinos afirmó que se iría del país, pero en la franja de 15 a 24 años la respuesta creció a 78 por ciento.

Es decir que 8 de cada 10 jóvenes considerarían irse del país.

Recuerdo cuando en septiembre del 2020 el presidente Alberto Fernández, (quizás cuando se dio la mayor ola emigratoria) en el marco de la inauguración de un hospital en la provincia de Buenos Aires, les habló a los jóvenes y les pidió: “No se vayan, hay un país que construir”.

Es que Fernández, como todos, observábamos como muchos jóvenes profesionales optaban y otros contemplaban la posibilidad de hacerlo. Situación que no mejoró en los dos años siguientes sino que se profundizó.

“Hay argentinos que los necesitan. Lo que hace falta es que todos nos arremanguemos, nos pongamos de pie y hagamos el esfuerzo para construir un mejor país” decía desde el atril el presidente Fernández.

Pero lo que no dijo es que no tenía un plan económico claro. Y lejos de mejorar, la inestabilidad, la inflación y el deterioro en las condiciones de vida de millones de argentinos, siguen impulsando a que los que puedan pagarse un pasaje, armar las valijas para no volver.

Muchos de los jóvenes que se fueron, tenían trabajo o estaban empezando, pero una de las razones que los motivó es que el sueldo no les alcanzaba.

No ver la luz al final del túnel, vivir solo para trabajar, trabajar y trabajar y no llegar a fin de mes. Y justamente una de las razones de los que se van, sobre todo a Europa, es que ponderan la previsibilidad. Saben cuánto van a ganar y cuánto van a gastar y eso les baja el estrés que se sufre en la Argentina.

Desesperanza, desencanto, búsqueda de la concreción de anhelos personales, desarrollo profesional, estabilidad económica son algunas de las razones que motivan a miles a partir. Es que cada vez se vuelve más hostil el mercado laboral que lleva casi una década de estancamiento.

La mayoría no volvería en este momento al país, porque sabe cuál es la crítica realidad que se vive. Pero reconoce que es muy difícil el desarraigo, por más que se hable el mismo idioma. Se extraña y mucho.

Tomar la enorme decisión de irse del país dispara muchas emociones: enojo por sentirse expulsado por cuestiones económicas, triste, y con sentimientos opuestos para quienes llevan mucho pensando desarrollar su carrera en otro país. El problema es para los más arraigados afectivamente a la Argentina.

Porque la patria es la patria. Pero hoy la patria no contiene a su futuro, lo expulsa como una canilla que gotea, y lejos está la posibilidad de mejora. El mercado de trabajo tiene los peores indicadores laborales, el empleo registrado está frenado desde 2012 y lejos de dar respuestas a la población, en especial a los jóvenes, se traduce en desazón y ganas de irse del país.

Carina Scandura (publicado en DiarioUno.com.ar el 28/08/2022)

Fuente: Argentina se queda sin futuro: miles de jóvenes se van del país por la falta de oportunidades (diariouno.com.ar)

Ni inglés ni portugués: las razones que explican el boom por aprender tres idiomas

El Centro Universitario de Idiomas (CUI) realizó este domingo su tercera feria, con más de 100 propuestas culturales en 25 idiomas. Hubo charlas abiertas, clases, talleres, muestras y hasta música en vivo. Pero el dato quizá más interesante que salió del evento es que hay tres idiomas que están picando en punta en las preferencias de los estudiantes en los últimos años. Son lenguas que se buscan ya sea para rescatar el idioma perdido de la familia,para tener una oportunidad laborar en otro país, o simplemente por puro gusto.

Roberto Villarruel, director del CUI, dijo que “cada año nos sorprendemos con la convocatoria que tiene este importante evento. En nuestro país hay un particular interés por los diferentes idiomas y sus culturas. Cumplimos 30 años y a lo largo de nuestra historia se han inscripto más de un millón de alumnas y alumnos, lo que nos obliga a estar siempre a la vanguardia para incorporar aquellos idiomas a los cuales la gente quiere acercarse”.

El italiano, en busca de la ciudadanía

¿Cuáles son esos idiomas a los que la gente se quiere acercar hoy? Uno de ellos es el italiano. “Hay una especie de renacimiento del italiano en Argentina hace unos años”, sostuvo Villaruel. El motivo que empuja este fenómeno es que el gobierno de Italia puso hace pocos años un nuevo requisito para la ciudadaníaExigen un determinado nivel del idioma y “eso empujó a mucha gente que tramita la ciudadanía por familiares a aprender”, agregó Roberto.

Flavia, que profesora de italiano, explica que “es un idioma que los argentinos sentimos como familiar porque es una cultura muy cercana a la nuestra. Por eso muchos se enamoran del arte, de la música y de la gastronomía italiana”. Asegura que es uno de los idiomas más dulces. Ella, como hija de familia italiana, lo aprendió desde muy chica y hace más de 30 años que lo enseña.

Pero advierte: el italiano parece más fácil de lo que es. “Es engañoso. Ya que, como es un idioma romance, suena parecido al nuestro. Pero es complicado en otros aspectos. La mayor dificultad es la gramática. Los alumnos creen que es fácil porque algo entienden. Pero poder hablar o escribir en italiano es algo más complejo”.

Flavia comenta que el crecimiento y el interés por el italiano comenzó a notarse poco antes de la pandemia. “Hoy es el segundo idioma más estudiado del centro, con 2.000 inscripciones por cuatrimestre, después del inglés”, agrega Villaruel.

Japonés y coreano, los preferidos de los jóvenes

Los idiomas orientales también están creciendo sostenidamente en los últimos años. Especialmente entre los más jóvenes, quienes encuentran en ellos sus gustos musicales, culturales y también una herramienta de trabajo en el futuro.

“Tiene que ver mucho con las culturas juveniles. El caso del japonés tiene que ver con los otakus, que son las personas aficionadas al animé. En el caso del coreano, hay también una política de Corea de difusión cultural muy ligada a dos o tres fenómenos masivos que son el karaoke coreano, el k-pop y las telenovelas coreanas que son elementos de cultura masiva”, explica Villaruel.

Quienes aprenden estos idiomas tienen entre 17 y 22 años. Pilar es una de ellas. Tiene 20, y empezó a estudiar coreano y japonés en la pandemia. Explica que siempre le gustó la cultura asiática. Dice que entiende cuando ve una animé en japonés o escucha una canción de K-pop. Para ella el coreano es un poco más difícil que el japonés, cuya pronunciación “es más parecida a la nuestra”.

Ella estudia Diseño Multimedial y está pensando en viajar a Corea el año que viene. “Ese el uso que le voy a dar al idioma. Porque creo que es el lugar donde tengo más oportunidades de encontrar un trabajo. Después, me quiero ir a Japón, a conocer”.

Gonzalo Shinta Tamashiro, profesor de japonés, cuenta que entrar en ese idiomas es más fácil de que se cree. “El español usa más más de 2.000 sonidos, el japonés tiene sólo 100. Es decir, la pronunciación es fácil para un hablante del español”.

Sin embargo, advierte que aprender japonés también es ingresar en la cabeza de una cultura totalmente diferente. “No es sólo gramática y sonidos. Es tratar de entender de cómo piensa el japonés para tratar de comprender por qué se expresa de esa manera. Por eso, la mejor manera es entrar primero por la cultura”, recomienda.

Escribir en ese idioma representa una tarea bastante ardua para cualquier estudiante. “En español usamos el vocabulario y los números arábigos. En el japonés hay dos sistemas silábicos, los kanjis (que son sinogramas importados de China que expresan ideas), y además usamos el alfabeto y los números arábigos”, explica Tamashiro.

Quechua, el lenguaje de la naturaleza

Villaruel dice que en Argentina hay mucha gente estudiando idioma en todos los niveles sociales y también de edad. Piensa que “hay una marca registrada de la cultura argentina de querer aprender idiomas. Está muy vinculado a la idea de progreso social. Después tenés fenómenos coyunturales. En la época de los gobiernos progresistas en toda América Latina, hubo un renacimiento del interés por las lenguas originales. Porque fue un interés de los propios jóvenes de distintas comunidades que querían hablar el lenguaje de sus antepasados“.

Una de esas lenguas originarias que se aprende en CUI es el quechua. Magalí, profesora de quechua, cuenta que cuando uno aprende “una lengua originaria, aprende también una forma de ver el mundo. Es una lengua que trasmite una cosmovisión que está vinculada a la naturaleza, ya que son sonidos onomatopéyicos, y a lo comunitario”.

El portugués, en baja

En el ranking de los idiomas más estudiados, hay uno que siempre se mantiene como el más solicitado, que es el inglés. Después viene el italiano, detrás vienen el francés, el portugués y el chino. “El portugués es uno de los que más cayó. En algún momento, estuvo muy en auge. Después cayó. También el francés”, cuenta Villarruel.

Dice que hay pocos profesores de alemán, que es un idioma que se estudia poco y que la mayoría de sus alumnos son jóvenes. También sostiene que uno de los más difíciles es el árabe, que es muy distintos al nuestro.

El chino, la diplomacia y el trabajo

El chino es otro de los idiomas que están en auge. En los últimos años, se convirtió en el cuatro lenguaje más estudiado del centro, a la altura del portugués. También es elegido por los más jóvenes, que ven en él una salida laboral. Camila (17) y Jazmín (20) lo estudian hace un año. “A mí siempre me gustó la cultura oriental y eso me motivó estudiarlo. Me encanta los caracteres”, sostiene Camila.

Jazmín, por su lado, asegura que ella eligió estudiar chino por “una multiplicidad de factores”. “Estudio relaciones internacionales y dada la presencia internacional de China, me pareció muy importante. Además, yo soy peruano-argentina. En Perú está la segunda comunidad más grande del mundo después de la Estados Unidos. Yo crecí mucho con esa cultura, con lo cual fue natural seguir esa línea”, describe.

Villarruel comenta que hay mucha gente grande estudiando chino porque “aprender a escribir en ese idioma los ayuda mentalmente. Es como hacer un ejercicio mental. Es muy bueno para la memoria, por ejemplo”, finaliza el director.

Gonzalo Hernan (publicado por Clarín el 02/10/2022)

Fuente: Ni inglés ni portugués: las razones que explican el boom por aprender tres idiomas (clarin.com)

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