José Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), contó cómo hicieron para frenar la Ley Seca instaurada en varias provincias del norte. “Cuando arrancó la cuarentena había muchas limitaciones, estaba prohibido el expendio de vinos en muchos municipios. Tuvimos que ir interactuando uno por uno logramos que en pocas semanas levantaran la Ley Seca que habían instaurado”, señaló.
Ley Seca y consumo de vinos
Una radiografía del consumo de vino en pandemia mostró: “Cambió la composición del consumo hogareño, al principio sufrió la categoría alta gama, pero cuando se activo la venta directa, la venta de vino se premiunizó. El envase que más creció fue el de las botellas de más de un litro que aumentó un 35% su venta. En general, priorizado por Toro, Fecovita y Los Haroldos de la familia Falac”, contó Zuccardi. La venta de vino en damajuanas sigue sus pasos.
La falta de stocks y una cosecha no tan esperanzadora hizo estallar el precio de la uva y pronto repercutirá en los precios del vino. “Es una año donde la vitivinicultura está más equilibrada, aumentaron fuerte los precios de la uva. Hay un mayor equilibrio de distribución en la cadena, el sector primario sufría mucho por los precios bajos y tendrá una mejor compensación. Entre abril y mayo se trasladarán subas a precios, porque las uvas las están pagando el doble que el año pasado, veremos como responden los consumidores”, explicó el reconocido bodeguero.
La pregunta infaltable es si es una buena recomendación invertir en vinos antes que los precios suban y Zuccardi no lo dudó: “El que ahorre en vinos va a ser recompensado si es capaz de guardarlo. Cuando hay disponibilidad, la tentación es grande”.
Después de la sabia recomendación, Zuccardi explicó los objetivos del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2030 que a diferencia de otros años, suma el impulso al enoturismo y la preocupación por el cuidado del agua.
El Plan contiene seis objetivos estratégicos que apuntan a la sostenibilidad económica, ambiental y social y están orientados a: Mercado Externo, Mercado Interno, Rentabilidad, Productividad y Calidad, Enoturismo, un Objetivo Social: a fin de promover la sostenibilidad social en la vitivinicultura con la inclusión de todos los actores, mediante procesos de innovación, integración y educación; y un Objetivo Ambiental para lograr la optimización del uso de los recursos mediante modelos sostenibles en la producción primaria, en la industrial y en el consumo.
En 2019 la superficie cultivada abarcó 215.169 hectáreas, distribuidas en 23.668 viñedos e incluyendo 17.585 productores. En cuanto a la superficie, a lo largo de los años se mantiene la preponderancia de Mendoza (alrededor del 70%), seguida por San Juan (alrededor del 21%), y luego por La Rioja, Salta, Catamarca, Neuquén, Río Negro y otras con menor participación.
A su vez, en 2019 se cosecharon 25.198.862 quintales de uva, predominando las aptas para la elaboración de vino y mosto (92,1%), seguidas por las uvas para consumo en fresco (5,7%) y pasas (2,2%). En la cosecha 2019 ingresaron a establecimientos elaboradores de vino/mosto: 47,2% de uva tinta, siendo el Malbec la de mayor superficie cultivada (44.301 ha), 32,4% rosadas y 20,4% blancas.
Vino argentino
Para el plan 2030 de la industria hay metas claras.
- Ventas al mercado doméstico: el objetivo es vender 1000 millones de litros. En 2020, las ventas fueron de 942 millones de litros, creció 6,5%, porque la gente tomó más vino. El objetivo es muy conservador porque las tendencia no es a un crecimiento pér capita, si cualitativo . Vale recordar que en 2019, las ventas fueron 882 millones de litros en el mercado interno.
- Exportaciones de vino fraccionado: se aspira a tener un volumen de 250 Millones de litros cuyo valor alcance los 1000 millones de dólares. En 2020, vendieron 202 millones de litros a valor 736 millones de dólares.
- Exportaciones de vino a granel: meta de 150 millones de litros, valuados en 100 millones de dólares. En 2020 se vendieron 194 millones de litros, fue de los números más altos de los últimos años valuados en USD 86 millones.
- Exportaciones de jugo concentrado de uva: meta 150.000 Toneladas con un valor de 150 millones de dólares. En 2020 se vendieron 135.000 toneladas a valor 139 millones de dólares. El año pasado fue un año bueno para el jugo de uva, teniendo en cuenta que en años como el 2016 se exportaron alrededor de 80.000 toneladas.
- Exportaciones de pasas de uva: el objetivo es alcanzar las 50.000 Toneladas, equivalentes a 100 millones de dólares. En 2020 se exportaron 36.000 toneladas a valor 52 millones de dólares. La meta es duplicar el valor de las exportaciones de pasas de uva.
- Exportaciones de uva de mesa: meta 15.000 Toneladas que representan U$D 30 millones. El año pasado se exportaron 4000 toneladas, el valor más bajo de los últimos años, a USD9 millones. El sector se propone un crecimiento fuerte, hay potencial y les sacaron retenciones.
Es sector vitivinícola aspira a sumar en 2020 un total de exportaciones de 1.380 millones de dólares, el complejo en 2020 sumando todos los productos rondó los 1022 millones de dólares. Si se logra, todos brindarán.