Argentina cierra sus fronteras ante el riesgo de una tercera ola por la cepa Delta

El gobierno argentino reducirá de 2000 a 600 la cantidad de personas que podrán ingresar al país por día para evitar la circulación de la cepa Delta del coronavirus, variante originada en la India que demostró una altísima capacidad de contagio y la posibilidad de sortear la inmunización de aquellos que han recibido sólo la primera dosis de la vacuna.

La asesora presidencial Cecilia Nicolini había dicho este viernes que el Gobierno estudiaba incluso la posibilidad de implementar la obligatoriedad de imponer una cuarentena en hoteles durante diez días para quienes regresen de un viaje al exterior.

Sin embargo, finalmente el Gobierno argentino determinó que serán las provincias las que decidan si quieren obligar a quienes regresan del exterior a cumplir el aislamiento en hoteles. La Casa Rosada eludió así el costo político de una decisión muy resistida y transfirió la responsabilidad a las provincias.

Migraciones de la Argentina detectó la semana pasada que el 40% de la personas que ingresaban del exterior no cumplía la cuarentena obligatoria. El impacto de la variante Delta en poblaciones que no estan completamente vacunadas es un riego que México comparte con Argentina. Chile con más de la mitad de su población con las dos dosis también cerró las fronteras por la variante india.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, dijo que “sigue vigente el cierre de fronteras para el turismo extranjero y solo está permitida para argentinos o residentes, quienes deben realizarse un PCR antes de embarcar hasta 72 horas previas al viaje, hacer un test antígenos al llegar y, en caso de dar positivo, aislarse en un hotel, todo a cargo del pasajero”.

“Para minimizar los riesgos y retrasar el ingreso la variante Delta, que está en 70 países, se disminuye ese cupo hasta el 9 de julio a 600 personas”, agregó Vizzoti.

La ministra admitió de este modo lo que en el Gobierno ya dan por descontado, que es que la cepa Delta sea la mayoritaria en adelante. Fernán Quirós, su par porteño, dijo este viernes que “no hay ninguna duda de que tenemos por delante una nueva ola, probablemente vinculada a las nuevas variantes”.

El principal temor es por el efecto que esta variante tiene aún en las personas que ya están vacunadas. El Reino Unido reveló hace dos semanas que la primera dosis de AstraZeneca es sólo 33% eficaz contra la variante Delta. Para que la cobertura sea del 90%, se deben contar con las dos dosis.

Por eso en el Ejecutivo preocupa que esta variante complique la estrategia de vacunación diseñada por Vizzotti, que se centró en aplicar mayor cantidad de primeras dosis antes que inmunizar por completo a un sector más reducido de la población. Es por ese motivo por el que en la Ciudad decidieron esta semana suspender la vacunación de menores de 40 años, para avanzar con las segundas dosis.

La situación que genera la cepa Delta es motivo de preocupación en el mundo. En Chile, el país más avanzado en el plan de vacunación de Latinoamérica, determinaron este viernes que las fronteras estarán cerradas hasta el 14 de julio luego de que una mujer que volvía desde Estados Unidos diera positivo en la variante Delta. Sidney, en Australia, impuso una cuarentena total; mientras que Israel volvió a hacer obligatorio el uso de tapabocas en lugares públicos.

Fuente: Argentina cierra sus fronteras ante el riesgo de una tercera ola por la cepa Delta (lapoliticaonline.com.mx)