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junio 2024

Quién fue Vilfredo Pareto, el economista cuyo concepto de “optimalidad” citó el presidente Javier Milei

Las recientes palabras del presidente Javier Milei en Praga, al recibir el premio del Instituto Liberal de la República Checa “por contribuir a la proliferación del pensamiento liberal y hacer realidad las ideas de la libertad, propiedad privada, competencia y Estado de derecho”, de que está “reescribiendo gran parte de la teoría económica” fueron recibidas con escepticismo e incluso crítica por profesionales locales de la disciplina.

En su discurso, Milei habló de cómo ciertas empresas, a través de un proceso de “destrucción creativa” crean monopolios innovando y buscando capturar rendimientos crecientes que impulsan la productividad y la expansión de la economía.

“Son cuestiones importantes, medulares, a punto tal que con mi jefe de asesores, el doctor Demián Reidel, estamos reescribiendo gran parte de la teoría económica para poder derivar optimalidad de Pareto, tanto estática como intertemporal, teniendo funciones de producción no convexas”, explicó Milei. Y agregó: “si me termina de salir bien, probablemente me den el Nobel de Economía junto a Demián. Eso es parte de otra historia, porque desaparecería el conflicto entre la fábrica de alfileres y la mano invisible.”

El “óptimo de Pareto” refiere una situación de equilibrio distributivo a partir de la cual no se puede hacer que alguien esté mejor sin que algún otro esté peor. El concepto fue extendido a modelos competitivos que asumen que en una economía las funciones de producción tienen, a partir de cierto punto, “rendimientos decrecientes a escala” y las de consumo, también a partir de cierto punto, “utilidad decreciente a escala”.

En Caja

En los cursos de Economía, el “Óptimo de Pareto” es a menudo graficado en la llamada “Caja de Edgeworth”, por el economista británico Francis Ysidro Edgeworth, que presenta dos consumidores, A y B, ubicados en los vértices inferior derecho y superior izquierdo, cuyas “curvas de indiferencia” en materia de mezclas de consumo de dos bienes (1 y 2) se ajusta a una provisión determinada por el ancho y la altura de la caja y son convexas a los respectivos vértices. Cuando esas curvas se hacen tangentes (esto es, se tocan en un único punto común), se está en un óptimo, pues no se puede mejorar la situación de uno sin empeorar la del otro. La línea verde, que une los puntos posibles en el gráfico adjunto, extraido del “BlogSalmon”, es llamada “curva de contrato”. El punto exacto de contrato dependerá de la provisión de bienes y los ingresos de cada uno.

La admisión de “rendimientos crecientes” de modo indefinido tensiona con el principio de competencia, porque implica que las megafirmas pueden crecer sin límites y afirmarse como monopolios, algo negado por la historia económica, combatido por la legislación en la mayoría de los países desarrollados y contrario a la noción de mercados competitivos a la que adhiere la corriente principal de la teoría económica, aunque Milei es un admirador de Murray Rothbard, economista académicamente marginal que sí tenía una visión positiva de los monopolios.

“Milei nunca escribió nada académico original y ahora avisa que va a reescribir la ciencia económica, y a nivel del premio Nobel. Está simplemente divagando”, fue la reacción de Carlos Rodríguez, quien fue asesor del hoy presidente durante un tramo de su campaña electoral. Mariano Fernández, profesor de la Ucema, quien discutió papers de Milei, reconoció no entender a qué se refería. “Es una frase hecha para cautivar a un público que no entiende de matemáticas. Lo único que tengo cuando escucho eso son cortocircuitos. De ahí a inferir cosas hay un camino gigantesco. Si querés tomar un modelo de crecimiento endógeno, como el de Paul Romer o el de Paul Krugman … pero son cosas distintas, ¿y qué tienen que ver con la optimalidad de Pareto? Está mezclando todo”, dijo ante la consulta de Infobae.

Una posibilidad es que Milei, quien al igual que Reidel es un entusiasta de las grandes empresas de tecnología y de la Inteligencia Artificial, crea posible construir un modelo de “equilibrio general” a partir de monopolios con “rendimientos crecientes a escala”.

“Cuando menciona a Pareto habla de dinámica y estática, pero para la Escuela Austríaca, a la que dice pertenecer, el análisis de Pareto puede ser nada más que estático, nunca dinámico. Y otra cosa que me llama la atención es cuando mezcla la mano invisible con los alfileres de Adam Smith. Cuando habla de la fábrica de alfileres Smith lo hace en referencia a la división del trabajo (…) no sé por qué mezcla las dos cosas, me parece que el estrés de la presidencia le está afectando”, dijo Roberto Cachanosky, otro economista liberal y ortodoxo.

Más allá de cuestiones de teoría económica, la referencia de Milei a Pareto es llamativa y lo emparenta con Raúl Alfonsín, el único presidente argentino de la democracia recuperada que invocó en algunos discursos al economista y sociólogo italiano, aunque en su caso de modo crítico, por su “teoría de circulación de las elites”.

Trayectoria

Una investigación de Gonzalo Diez Álvarez, de la española “Universidad Francisco de Vitoria” analiza la trayectoria ideológica y académica de Vilfredo Pareto, que desde una inicial etapa liberal democrática, pasó a una de ortodoxia económica y remató en una de sociólogo conservador y combativo que en sus años finales incluso se entusiasmó con el ascenso político en Italia de Benito Mussolini.

Fue todo un recorrido político porque, como cuenta Diez Álvarez, Pareto nació en 1848 en París, donde su padre, un noble genovés involucrado en el partido de Giuseppe Mazzini, figura central del Risorgimento y el establecimiento de la República italiana, se había refugiado, para volver seis años después a establecerse en Florencia, donde Vilfredo se crió, estudió, se graduó de ingeniero y, como mazzinista convencido, fue director de la Sociedad de los Ferrocarriles Italianos, considerada un puntal de la modernización del país.

Todo cambió con los gobiernos Depretis y Crispi (entre 1881 y 1897), cuando Italia cayó en el proteccionismo económico y una serie de escándalos financieros hizo tambalear los cimientos de la economía y desacreditó a la clase política. En esos años, cuenta el estudio sobre Pareto, “el transformismo quedó institucionalizado como práctica de un régimen parlamentario corrupto. Las diferencias programáticas, ideológicas y partidistas dieron lugar a las intrigas, los intereses y los favores, a una política clientelar de facciones y camarillas, a una praxis basada en el ejercicio ventajista del poder por parte de una clase política cohesionada, más allá de sus diferencias, por su interés en mantener el monopolio de dicho ejercicio”.

Para Pareto, el sistema parlamentario se había pervertido, sacrificando los intereses de la gran masa de la población a los intereses particulares y a las pasiones de un pequeño número de personas. El transformismo y el capitalismo de Estado, escribe su biógrafo, no serían más que las dos caras de un régimen plutocrático basado en la alianza entre la burguesía política y la económica. La “corrupción” de los valores patrióticos del Risorgimento había así generado “una ruptura en la cultura económica (…) que determinó su orientación (la de buena parte de aquellos liberales) hacia un socialismo genérico o hacia el marxismo doctrinal”.

A partir de entonces, Pareto derivó de la ortodoxia económica hacia la sociología conservadora y a una -dice Diez Álvarez- “virulenta reacción intelectual contra el mundo liberal-burgués de finales del XIX”. Esa reacción impregna su obra más importante, el “Tratado de Sociología General”, de 1816, en el que desarrolla la categoría de la “circulación de las elites” y se erige como exponente de un “conservadurismo radical”.

“Pareto se sirvió de la sociología para desacreditar política e intelectualmente a esa ‘burguesía ignorante y cobarde’ (sus palabras) que, como la nobleza francesa del XVIII, había sucumbido a la enfermedad del humanitarismo. La decadencia burguesa es el núcleo del diagnóstico histórico de Pareto, que achaca a la “cobardía política” de la burguesía y al “error sociológico del liberalismo” el avance del socialismo, en la creencia de que una política ilustrada (difusión del conocimiento, imperio de la ley, reconocimiento de derechos básicos) libraría a la sociedad del despotismo, la superstición y la violencia”.

Voluntad y Relato

Según Pareto, afirma Diez Álvarez, “siempre tendrá más influencia una opinión falsa, pero capaz de entusiasmar a las masas, que una verdadera, pero que no toque el alma religiosa de la muchedumbre”. En ese contexto, la única política científica digna de ese nombre “es la que sustituye la razón por la fuerza, el conocimiento por la manipulación, la verdad por la utilidad, la lógica por el mito”.

“El intelectual conservador -escribe Diez Álvarez- debe ceder al político fascista. Y cita que Pareto sobre el final de su vida dijo: “Mussolini se ha revelado ahora como el hombre que la Sociología puede invocar”. El discurso fascista, subraya, “por su plasmación política en un discurso de regeneración nacional mucho menos materialista y estrecho de miras que el discurso socialista, está mucho más capacitado para despertar un nuevo entusiasmo entre la religiosa muchedumbre”.

En suma, la raíz de la decadencia liberal burguesa era el humanitarismo, que Pareto consideró “una enfermedad de los hombres que carecen de energía” y por tanto sensibles a las exigencias de los oprimidos. “En vez de ejercer la fuerza contra éstos, tanto nobles como burgueses se habrían dejado dominar por unos sentimientos filantrópicos que, en términos estrictamente políticos, sólo significan una cosa: cobardía. Una aristocracia políticamente cobarde es una aristocracia decadente”, describe el estudio biográfico de Pareto.

Retórica reaccionaria

Otra guía a la historia y personalidad del economista cuyo “óptimo” de distribución fue citado por Milei es el economista, cientista político e historiador alemán Albert Hirschman, quien a los 17 años huyó del nazismo, hizo carrera académica en EEUU e investigó y viajó mucho por América Latina.

En su último libro, “La retórica reaccionaria”, publicado en 1994, Hirschman ubica la obra de Pareto como clave en la tesis de la “futilidad” de los impulsos progresistas de su tiempo.

Hirschman identifica 3 tipos de respuestas “de la reacción” a oleadas sucesivas de avances de derechos: civiles en el siglo XVIII, políticos en el XIX y económico-sociales en el XX y distingue entre quienes consideran que esos intentos son “perversos”, pues en vez de mejorar la situación la terminan empeorando (por caso, desincentivando el esfuerzo y “premiando” la vagancia), quienes los creen fútiles (inútiles), porque no cambian nada, y quienes advierten el “riesgo” de descontrol, anarquía y retroceso económico, político y social. E inscribe a Pareto, que nació en 1848 y murió en 1923, en los años de surgimiento del fascismo en Italia, con su frase sobre la historia como “un cementerio de aristocracias” y su teoría de la “circulación de las elites”, en la tesis de la “futilidad”.

“La lucha emprendida por algunos individuos para apropiarse de la riqueza producida por otros es el gran acontecimiento que domina toda la historia de la humanidad”, dice en un pasaje de su obra el propio Pareto.

Pero a diferencia del marxismo, del que era un declarado enemigo, el economista y sociólogo italiano no hablaba de “explotación” o “plusvalía”, sino que acusaba a quienes controlaban las palancas del Estado, que consideraba “una máquina de expoliación”. Según él, la democracia podía ser “expoliadora” como cualquier otro régimen, por lo que el sufragio universal y la democracia no podía traer ningún cambio político o social verdadero.

De hecho, su aporte empírico a la Economía, tras asumir su cátedra de Economía en la Universidad de Lausana (Suiza) en 1893, fue un estudio sobre la distribución de ingresos personales en distintos países y diferentes épocas históricas mostrando que seguían muy de cerca una distribución matemática. Estableció así un parámetro luego llamado “Alfa de Pareto”, que llamó “una ley natural”.

Ley natural

Si la distribución sigue una “ley natural”, es en vano que la democracia busque modificarla. Pareto mismo escribió: “los esfuerzos que hace el socialismo de Estado por cambiar artificialmente la distribución tienen como primer efecto la destrucción de la riqueza (…) el resultado es exactamente el opuesto del que se buscaba en un principio: se empeora la condición del pobre en vez de mejorarla”.

No cambiando la distribución, el énfasis debía estar en el crecimiento.

Hirschman explica que la tesis de la “futilidad” de Pareto y otro sociólogo italiano, Gaetano Mosca, incluso minimiza el efecto de acontecimientos históricos como la revolución francesa y el sufragio universal. Según el autor alemán, aunque la crítica de la “perversidad” del cambio luce a primera vista más fuerte, al menos reconoce alguna eficacia a la acción humana o social: “si una devaluación empeora la balanza de pagos, en vez de mejorarla, ¿por qué no probar con una apreciación del tipo de cambio”, señala al respecto.

En cambio, la tesis de la “futilidad” paretiana es desmoralizante y, en definitiva, demoledora. Así lo explica Hirschman: “Si se muestra que las políticas que pretenden dar poder a los impotentes (a través de elecciones democráticas) o enriquecer a los pobres (a través de los programas del Estado de Bienestar) no hacen nada de eso, sino que mantienen y consolidan la distribución de poder y riqueza existentes (… y que) los responsables de esas políticas están entre los beneficiarios, surge la suposición de que no son inocentes o bienintencionados, se cuestiona la buena fe y se sugiere que la justicia social y fines semejantes son solo una cortina de humo (… entonces); lejos de ser ingenuos o llenos de ilusiones, los creadores de las políticas ‘progresistas’ empiezan a ser percibidos como estafadores y sucios hipócritas”.

Hay allí, claramente, un aire de familia con la disputa que el gobierno mantiene con los llamados movimientos sociales y dirigentes como Juan Grabois, a quienes Milei califica de “gerentes de la pobreza” mientras sostiene a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

En términos de Pareto, esos rivales de Milei serían simplemente “expoliadores”.

Sergio Serrichio (publlicado por Infobae.com el 30/06/2024)

Fuente: Quién fue Vilfredo Pareto, el economista cuyo concepto de “optimalidad” citó el presidente Javier Milei – Infobae

Se unieron para hacer quesos de tradición europea y triplicaron sus exportaciones en un año

El grupo nació en 2019 para aunar esfuerzos y tratar de ganar mercado internacional. Son pymes cordobesas fabricantes que constituyeron el grupo “Sensaciones queseras” y en los primeros seis meses del año vendieron afuera por US$1.450.000 unos 350.000 kilos. La cifra ya duplica la de todo 2023.

Las empresas que integran el grupo son Capilla del Señor (Villa María), Quesos Especiales (Arroyo Cabral), Cotahua (Huanchillas, planta en Coronel Moldes), Samijor (marca Tambo Don Santiago, Calchín), Savaz (Ucacha) y Lácteos San Basilio (de la misma localidad). Todas son actores de importancia en el desarrollo económico de sus localidades del interior cordobés. Exportan entre 5% y 15% de su producción.

El grupo tiene una capacidad de procesar 400.000 litros de leche diarios y transformarlos en quesos de tradición francesa (brie, camembert, capricho), especialidades de tradición italiana (Taleggio, Fontal, Di Malga), Queso Azul (tipo roquefort), quesos de la línea saludable (light, sin sal, deslactosados, etc), quesos duros (parmesano, sardo), semiduros (provolone, provoleta, danbo, tybo), mozzarella, entre otros.

Ramiro Farías, asesor y coordinador del grupo, señala que Brasil fue el principal destino de los envíos, aunque este mes se retomaron exportaciones a Perú, que se suman a la continuidad que registran las que van a Bolivia. “Estamos avanzando con una próxima operación a Paraguay, que de concretarse permitirá abrir el cuarto mercado activo en Sudamérica”, precisa.

La “innovación”, remarca el asesor, es una “marca” que distingue al grupo ya que están de manera permanente buscando “crear productos” y adaptarlos a los “requerimientos y atributos culturales de mercados externos”.

La diversificación de mercados es uno de los objetivos estratégicos del grupo que, en ese contexto, también quiere profundizar su presencia en Brasil, donde ya cuentan con tres clientes regulares en zonas claves como son los estados del sur, San Pablo y el nordeste.

La primera exportación que concretaron fue en el 2022, cuando embarcaron por US$35.000; el año pasado saltaron a US$525.000. Un factor clave de la estrategia de posicionamiento de las empresas es la participación en ferias internacionales, a las que llegan con el apoyo de la Agencia ProCórdoba y de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.

Farías plantea que, gracias a la presencia en esas ferias -por ejemplo las brasileñas APAS y APRAS- recibieron visitas de potenciales importadores de ese país, quienes visitaron las plantas industriales y degustaron los quesos. Ya tienen planificado una gira comercial a Paraguay para desarrollar el potencial de ese mercado.

La estrategia del grupo se sustenta en el “esquema asociativo como herramienta para mejorar la competitividad, al articular conjuntamente una oferta exportable atractiva en cuanto a escala y variedad de productos, reducir costos y dificultades de acceso a la información, y optimizar la inteligencia y gestión comercial”.

Farías explica que se hicieron envíos de productos a mercados como Vietnam, Colombia, México, Chile, Taiwán, pero no se pudo concretar negocios. Una de las integrantes del grupo está trabajando para habilitar el mercado chileno.

Un Malbec y un Cabernet Franc: los dos vinos argentinos premiados entre los 50 mejores del mundo

“La góndola de vinos más grande del mundo”. Así definió Agnes Csiba Herczeg, de las integrantes del jurado, a los Decanter Wine Awards, el evento que cada año congrega en la ciudad de Londres, Reino Unido, a una elite de expertos del rubro para participar de una masiva degustación de etiquetas de alta gama de todos los continentes.

La definición es bastante gráfica y los números no la desmienten: en esta edición 2024, 243 jueces cataron a ciegas y calificaron un total de 18.143 vinos de 57 países, de los cuales sólo un tercio obtuvo los puntajes más altos.

En ese contexto, y al igual que el año pasadodos vinos argentinos volvieron quedar entre los 50 mejores del mundo al obtener ambos -cada uno en su categoría- 97 puntos, medallas de platino y la calificación de Best in Show, que alcanzan los ejemplares que ganan las rondas finales.

Los elegidos tienen en común que son tintos varietales de un mismo lugar de Mendoza: Tupungato (Valle de Uco), pero uno es Malbec y el otro Cabernet Francuna cepa que no deja de crecer en calidad y viene obteniendo cada vez más reconocimientos internacionales (como sucedió recientemente con el ganador de los 100 puntos del crítico James Suckling).

Pero la gran performance criolla en el certamen Decanter no terminó ahí: otros cuatro vinos (tres de Mendoza y uno de Salta), no llegaron a Best in Show pero sí al puntaje máximo otorgado este año (97) y el platino, mientras que hubo quince que, sólo un poco más atrás, se llevaron una medalla dorada y 95 y 96 puntos.

El Malbec y el Cabernet Franc argentinos entre los mejores del mundo

La batalla por la corona al mejor Malbec argentino en nuestro top 50 es siempre feroz”, escribieron los jueces del concurso al publicar los resultados, reconociendo la calidad pareja de muchos de los vinos en competencia.

Por eso, así como en los últimos años se inclinaron por etiquetas de las bodegas Terrazas de los Andes, Durigutti (2023), Finca Sophenia (2002) y Catena Zapata (2021), esta vez fue el turno de Finca Flichman, una de las más antiguas del país.

El vino elegido es el Microterroir Malbec Gravel & Stone 2020, que el enólogo Rogelio Rabino elabora con uvas de una finca ubicada a 1.100 m. Los especialistas destacaron su color “negro medianoche”, aromas florales y vegetales y “taninos increíblemente perfumados”.

“No hay calor, exageración, exceso ni cansancio para el bebedor. El vino es más bien hábil, flexible, suntuoso y sumamente bebibleuna magnífica elaboración vinícola trabajando con una fruta excepcional”, concluye el reporte.

Por su parte, el Cabernet Franc que se metió entre los “50 Best” fue el Altaluvia Cabernet Franc 2019 de Bodega Doña Paula. El nombre de la línea a la que pertenece este varietal, Altaluvia, hace alusión a la altura de los viñedos (1.350 m) y a las características del suelo, aluvional, compuesto por arena y piedras.

Ese particular terroir, y la mano experta del enólogo Martín Kaiser, se conjugaron en un vino que, para los jueces, revela lo bien que se adapta la uva al lugar. Entre las notas de cata, observaron “aroma a arándano y ciruela, en el paladar se encuentra destacada la fruta, serena y equilibrada, un arándano más suave, con taninos y acidez que no dominan pero se lucen en segundo plano”.

Los dos vinos premiados ya están a la venta en vinotecas del país: el Malbec a un precio sugerido de venta de 78.000 pesos y el Cabernet Franc, 32.800 pesos.

Los vinos argentinos con medalla de oro: cuáles cuestan menos de $ 10.000

Entre los vinos argentinos que obtuvieron los puntajes más altos y las medallas más codiciadas -platino (97 puntos) y oro (95-96)- hubo tres que, además, fueron destacados como “Value”, por su gran relación precio-calidad. Mientras que en Reino Unido son vinos que tienen un valor inferior a las 15 libras, en Argentina son botellas que se pueden conseguir por menos de $ 10.000.

El más económico es el Trapiche Puro Malbec, que en www.vinosyspirits.com, el ecommerce del Grupo Peñaflor se consigue a $ 5.965, aunque también está disponible en vinotecas y supermercados. Le siguen el reconocido Altosur Malbec, de Finca Sophenia, a un promedio de $ 8.000, y Virgen, el Malbec orgánico de Bodega Domaine Bouquet, que en la tienda oficial cuesta $ 12.600.

Carmen Ercegovich (publicado por Clarín el 22/06/2024)

Fuente: Un Malbec y un Cabernet Franc: cómo son los dos vinos argentinos premiados entre los 50 mejores del mundo (clarin.com)

Fabuloso hallazgo en las ruinas de Pompeya: encontraron un increíble santuario azul

Más tesoros sigue regalando el nuevo ambiente excavado en la zona central de la antigua Pompeya, pintado de azul e interpretado como un sagrario dedicado a actividades rituales y al almacenamiento de objetos sagrados.

La novedad, respecto a la anticipación emitida en ocasión del especial Meraviglie de la RAI del 27 de mayo, comisariado y dirigido por Alberto Angela, es un estudio en profundidad publicado en el diario electrónico de las excavaciones de Pompeya a la luz del descubrimiento de numerosos objetos de mobiliario.

Sobre un fondo azul, las paredes muestran figuras femeninas que flanquean las hornacinas presentes en el centro, y que figuran, en aquellas laterales, las cuatro estaciones, las Horae, y en las de la pared central alegorías de la agricultura y el pastoreo, como indican los atributos del arado y el pedum, un palo corto utilizado por pastores y cazadores.

El color azul encontrado era poco frecuente en los frescos pompeyanos y estaba generalmente presente en ambientes muy decorativos. Ya parcialmente explorada en época borbónica, la excavación devolvió objetos pertenecientes al mobiliario de la casa, depositados temporalmente durante las obras que se extendieron a todo el complejo.

Los increíbles objetos que hallaron en el lugar

En el lugar se encontraron 15 ánforas de transporte y un kit de bronce compuesto por dos cántaros y dos lámparas. También hay acumulaciones de materiales de construcción, listos para ser utilizados en renovaciones. En el umbral de entrada se encontró un montón de conchas de ostras ya consumidas que, una vez picadas, probablemente se añadían a las mezclas para los yesos y morteros.

La habitación, que mide unos 8 metros cuadrados, surgió entre las estructuras colocadas en la parte sur del bloque, pertenecientes a un distrito secundario de una gran domus, que hasta ahora reveló un barrio termal aún en excavación y una gran sala con frescos negros que dan a un patio, con escalera de acceso al primer piso del conjunto.

Además, se encontraron las herramientas de un carpintero. Dentro de un pequeño habitáculo se hallaron una sierra, trozos de madera, una cuerda, cestas y una cama en “un entorno preservado en un caso excepcional”, explicó el Parque Arqueológico de Pompeya.

Los investigadores encontraron estos utensilios gracias a la técnica de los ‘calcos’, basada en el rellenado con yeso de las cavidades huecas que se formaron bajo las capas de ceniza tras la descomposición de materiales orgánicos como cuerpos o alimentos, y que permiten crear impresiones ‘en negativo’ de estos objetos.

Fuente: https://www.clarin.com/viste/fabuloso-hallazgo-ruinas-pompeya-encontraron-increible-santuario-azul_0_ihW4OK58IZ.html

Elecciones europeas: Meloni sella una victoria que la refuerza en el bloque, pero aún más en Italia

Quiso que las elecciones europeas fueran un virtual referéndum sobre sí misma para fortalecerse a nivel interno y externo. Y así fue. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que se había presentado como candidata testimonial de su partido posfascista, Hermanos de Italia y había llamado a los electores a escribir “Giorgia” en las papeletas -aún sabiendo que jamás iría a Bruselas-, logró su objetivo y más.

Después de 18 meses en el poder, en efecto, según una primera proyección de la RAI el partido de Meloni habría cosechado el 28.5% de los votos y no sólo sigue siendo el más votado por los italianos, sino que tuvo una performance mejor de cuando ganó las elecciones de fines de 2022.

Los primeros datos indicaron, así, que, de acuerdo con esos vientos de derecha que soplaron en toda Europa, Meloni no sólo superó a los partidos de la oposición de centroizquierda, sino también y sobre todo, a sus aliados en la coalición de centroderecha, que casi triplicó ya que Forza Italia habría obtenido el 10%, superando a la Liga de Matteo Salvini (8,3%).

En una decisión estratégica, Meloni, de 47 años, había decidido a fines de abril pasado involucrarse personalmente en estos comicios presentándose como candidata testimonial en las cinco circunscripciones italianas, bajo el lema de campaña “Con Giorgia, Italia cambia Europa”. “Me presento como candidata para que quede claro que el 8 y el 9 de junio se votará para darle aún más fuerza a nuestro gobierno y a Italia en Europa y lo hago porque siempre me consideré un soldado: los soldados, cuando tienen que hacerlo, no dudan a ir a la primera línea”, aseguró. “Si aún creen en mí, escriban solo Giorgia” en la papeleta “porque sigo siendo solamente una de ustedes, a quien pueden tutear sin formalismos y sin distancia. No me va a cambiar la política, no me voy a aislar. Pero necesito saber una vez más si vale la pena hacer la vida que hago, sólo me interesa el juicio de los italianos”, explicó, al lanzarse en primera persona en estos comicios, vistos por muchos como virtuales elecciones de medio término.

Ese llamado a votar a “Giorgia” también significó un modo para polarizar al máximo la competición con la mujer que es la líder del bando contrario, es decir, la líder del Partido Democrático (PD), Elly Shlein. Shlein, que también fue candidata testimonial -algo mal digerido por muchos en su partido-, llevó al PD a sacar un 23,7%, siempre según una primera proyección de la RAI y a tener una mucho mejor elección con respecto al voto de fines de 2022, superando con creces al Movimiento Cinco Estrellas del ex premier Giuseppe Conte (10,5%), que tuvo un derrumbe. Hizo una buena elección, en cambio, la Alianza Verdes e Izquierda (6,7%), que llevó como candidata a Ilaria Salis, docente de izquierda detenida desde hace un año en Hungría tras un confuso incidente.

Más allá del PD, el principal partido de la oposición de centroizquierda, en verdad lo que más le interesaba a Meloni, en el poder desde fines de 2022 al frente de una coalición junto a otros dos partidos de derecha, Forza Italia del fallecido Silvio Berlusconi y la Liga de Matteo Salvini, era dejar en claro quién manda. Objetivo que también logró con creces, ya que Hermanos de Italia, como había ocurrido en los comicios nacionales, dejó en ridículo a estas dos fuerzas y sobre todo a su máximo competidor interno, es decir, su aliado, pero adversario, Salvini, vicepremier y ministro de Transporte e Infraestructura de su gobierno.

A diferencia del también vicepremier y canciller, Antonio Tajani, que también optó por presentarse como candidato testimonial de Forza Italia, Salvini jugó otra carta y no cedió a esta costumbre bien italiana de presentarse como falso candidato. En una movida más que disruptiva, que causó un terremoto interno en la Liga, decidió poner como candidato en las cinco circunscripciones a Roberto Vannaci, un personaje de lo más polémico. Se trata de un exgeneral del Ejército que a mediados del año pasado repentinamente saltó a la fama a través de un libro, Il mondo al contrario (”El mundo al revés”), de contenido machista, xenófobo y homófobo, que se convirtió en un fenómeno editorial.

Vannacci no resultó una buena apuesta de Salvini, que al margen de no lograr el objetivo de superar a Forza Italia, hizo que el legendario “senatur” Umberto Bossi, el creador de la antes llamada Liga Norte hace cuarenta años, de 81 años, anunciara que dejaba de votar por su partido. “La Liga ha sido traicionada”, dijo Bossi, que hizo saber que iba a votar por Marco Reguzzoni, exjefe de la bancada de la Liga en Diputados, que se presentó como candidato independiente de Forza Italia, el partido de su viejo amigo Berlusconi.

El voto no es obligatorio en Italia, país que eligió a 76 diputados de los 720 del Europarlamento y que fue el último de Europa en cerrar las urnas este domingo a las 23 y donde también pudo votarse el sábado. Tal como se temía, hubo una abstención récord: de los 51 millones de personas habilitadas, se presentó menos del 50% según las primeras estimaciones, una caída histórica con respecto al 56,1% de las elecciones europeas de 2019. “Deberían hacer votar un día de semana, no un fin de semana y cuando ya parece verano, con más de 30 grados: muchos se van a la playa”, comentó a LA NACION Mariana, fiscal de una mesa electoral desierta de una escuela del centro de Roma.

Entre sábado y domingo en Italia también se votaba para elegir alcaldes de 3700 localidades y por el presidente de la región Piamonte, donde, siempre según los primeros resultados, logró ser reconfirmado el actual gobernador, Alberto Cirio, de Forza Italia, respaldado por las otras fuerzas de la coalición de derecha ganadora de Meloni. En ciudades importante como Florencia, Bari, Bérgamo y Cagliari, siempre según datos preliminares, se había impuesto la centroizquierda.

Elisabetta Piqué (publicado por La Naciòn el 09/06/2024)

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/elecciones-europeas-giorgia-meloni-que-habia-planteado-el-voto-como-un-referendum-sobre-su-gestion-nid09062024/

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