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mayo 2020

El ‘Dos de junio’, la fiesta de Italia: ¿Por qué esta fecha?

El ceremonial del evento organizado en Roma incluye la deposición de una corona de laurel en homenaje al Soldado Desconocido en el “Monumento a Vittorio Emanuele” por parte del Presidente de la República Italiana y un desfile militar a lo largo de la Via dei Fori Imperiali, que este año claramente no se celebrará debido a la pandemia de covid 19.

El 2 y 3 de junio de 1946 se realizó un referéndum con el que se convocó a los italianos a las urnas para decidir qué forma de estado, la monarquía o la república, se debía dar al país. El referéndum se convocó al final de la II Guerra Mundial, unos años después de la caída del fascismo, el régimen dictatorial que había sido apoyado por la familia real italiana durante más de 20 años.

Este referéndum institucional fue el primer voto de sufragio universal convocado en Italia. El resultado de la consulta popular, 12.717.923 votos para la república y 10.719.284 para la monarquía (con un porcentaje de 54.3% y 45.7% respectivamente), se comunicó el 10 de junio de 1946, cuando el Tribunal de La casación declaró, después de 85 años de reinado, el nacimiento de la República italiana.

El rey de Italia Umberto II di Savoia, para evitar que los enfrentamientos entre monárquicos y republicanos, tras manifestaciones con derramamiento de sangre en varias ciudades italianas, pudieran extenderse por todo el país, el 13 de junio, decidió abandonar Italia y exiliarse en Portugal. Desde el 1 de enero de 1948, con la entrada en vigor de la Constitución de la República, se prohibió la entrada a Italia a los descendientes varones de Umberto II de Savoia; disposición derogada en el 2002.

Fuente https://www.latinosenitalia.it/index.php?option=com_content&view=article&id=1064%3Ael-due-giugno-la-fiesta-de-italia-este-ano-con-el-puente-del-lunes-ipor-que-esta-fecha&catid=1%3Aultime&fbclid=IwAR3SO7-J1WEYUY0X8BI7gZmQ0jYW8fvtvBAZHoekwSbl3doqnGmfDgGIE78

El covid en América Latina: del negacionismo de Bolsonaro al kit de higiene de Maduro

El covid-19 golpea a América Latina, en particular a los sectores más frágiles de la población, aquellos que no tienen una cuenta bancaria, cartas ‘revolving’ o créditos y ni siquiera los espacios necesarios para vivir a manteniendo la distancia; sin mencionar las regiones extremadamente pobres con un escaso sistema de salud.

En la ciudad de Guayaquil, en Ecuador, hubo más muertes que en los siete países vecinos al mismo tiempo, más de 14 mil según fuentes locales, aunque los datos oficiales hoy hablan de casi 4 mil muertes. Escenas espeluznantes, cadáveres en la calle, abandonados y luego apresuradamente recogidos por el ejército en ataúdes de cartón, con funerales relámpago en cementerios públicos.

En Brasil, se acercan las 22 mil muertes por coronavirus, entretanto el presidente Jair Bolsonaro asegura que una crisis económica produciría más muertes por desnutrición. Aunque ahora ha mitigado la negación inicial, apoyado por seguidores y empresarios que tocan la bocina en la metrópoli, presiona por la apertura de la cuarentena, esta última decretada por los gobernadores. El coronavirus ha dividido el país, las fosas comunes impresionan a los brasileños: “Estamos llegando a la barbarie”, dijo entre lágrimas el alcalde de Manaos, Arthur Virgilio. Pero el pico aún no ha llegado.

Tampoco se ha llegado a la cumbre en México. Aquí el presidente López Obrador comenzó con el pie equivocado, proponiendo un escapulario religioso como protección para la pandemia, no declarando cuarentena si bien ha invitado al encierro voluntario y el distanciamiento social. Hoy los muertos son más de siete mil.

Colombia tiene los ‘desplazados’, miles de campesinos escaparon por el conflicto entre guerrilleros, paramilitares y narcos. Ellos en las capitales venden artesanías, hacen tareas domésticas o trabajan en la construcción, pero ahora están atrapados. Una tela roja en la ventana es su forma de pedir ayuda pidiendo solidaridad a los que están menos afectados. En Guatemala, en cambio, los paños son blancos.

Venezuela ha cerrado todo durante tres meses y las muertes, al menos las oficiales, son pocas: unas veinte. Pero el país del petróleo hoy está en tal crisis que importa y raciona la gasolina. Hay filas para obtener alimentos y no se encuentran medicamentos, incluso aquellos para la presión, y los casi 400 presos políticos piden en vano ir al arresto domiciliario. Todo agravado por el bloqueo económico del presidente Trump. En cambio, del gobierno llega el ‘kit de higiene’: un jabón, una navaja y un desodorante, todo en un sobre con la cara del presidente Maduro.

Perú, por otro lado, eligió la cuarentena rígida, pero la población que vive el día no la tomó bien. El presidente Martín Vizcarra decretó el toque de queda, los hombres podían salir los lunes, miércoles y viernes; mujeres los martes, jueves y sábados, pero este sistema no funcionó. Incluso han propuesto hasta 10 años de prisión para los positivos que rompen la cuarentena. Hoy los muertos se acercan a los 4 mil.

En Nicaragua, el gobierno sandinista no declaró el encierro e incluso convocó manifestaciones. El presidente Daniel Ortega, quien desapareció durante 34 días, ahora reapareció para defender su obra en la crisis sanitaria. Hay 20 muertes oficiales, muy pocas, en marzo en cambio se registraron 70 muertes por neumonía, pero las ONG calculan más de 500 muertes.

En Bolivia es la cuarentena total y las elecciones presidenciales son pospuestas por el gobierno provisional, mientras que el depuesto presidente Evo Morales estudia desde el exilio en Argentina cómo regresar.

Argentina, con la vista puesta en la situación en Italia, declaró de inmediato la cuarentena y hoy las muertes no llegan a 600. Ahora la crisis de salud proporcionará al gobierno del presidente Alberto Fernández otra razón más para no saldar la impagable deuda externa, siguiendo la estela de los tango bonos y del default.

Cuando el coronavirus llegó a Chile, los manifestantes que mantenían en jaque al país pensaron que era un bluff del gobierno de Piñera para declarar el toque de queda. La cuarentena va a regiones según las infecciones, con menos de mil muertes.

En El Salvador, el confinamiento llegó de inmediato y el presidente Bukele lo pospone por 15 en 15 días, con medidas draconianas. Las fotos de las cárceles con pandillas de delincuencia local, las ‘maras’, en ropa interior y algunas máscarillas causan asombro. Sin embargo, las pandillas en guerra con el gobierno en esta era de coronavirus golpean por las calles a aquellos que no respetan el confinamiento.

En cambio, Cuba exporta médicos, muchos de los cuales ven la oportunidad de salir la isla, incluso si el gobierno les otorga solo una pequeña parte del salario recibido. Con el bloqueo económico de los Estados Unidos, la vida es difícil y las colas de alimentos son aún más largas.

También está Costa Rica, un país sin ejército, que registra diez muertes por coronavirus. La llamada ‘Suiza de América Latina’ a pesar de sus numerosos problemas, al menos en esta emergencia está mejor que los helvéticos.

Fuente https://www.latinosenitalia.it/index.php?option=com_content&view=article&id=1060%3Aacuarela-sobre-el-covid-en-america-latina-del-negacionismo-de-bolsonaro-al-kit-de-higiene-de-maduro&catid=1%3Aultime&fbclid=IwAR0-0Lmz1sKjZTmZGBNOg0ARSRySkoKJ-6A0RMftez8OaAPS9thxAxOcF00

Cada vez hay más pobres

Las estimaciones privadas marcan que, por el impacto del freno de la actividad económica fruto del aislamiento obligatorio, la pobreza podría estar afectando al 45% de la población, mientras que el nivel de informalidad habría superado el 50%. El propio ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, sostuvo que aunque es “difícil” hacer proyecciones en este momento, es “evidente que está aumentando la pobreza”, porque la pandemia hizo que subiera el costo de los alimentos y que bajaran los ingresos.

Un informe del Ministerio de Economía señala que el Gobierno destinará $1,7 billones (5,6% del producto bruto interno) entre abril y junio para paliar los efectos de la crisis. La certeza es que cuando la cuarentena termine, la situación económica será peor que la ya mala con que la Argentina enfrentó el Covid-19. La incógnita es qué podría hacerse para acelerar la recuperación. Devaluación, organización entre jurisdicciones de la asistencia social y convocatoria al Consejo Económico Social son algunas de las ideas que se barajan.

Las nuevas filas de pobres se alimentan de aquellos que integraban los sectores medios bajos, monotributistas, autónomos, pequeños emprendedores e incluso asalariados formales que ven recortados sus ingresos. Quienes ya eran pobres son los que están recibiendo algún tipo de compensación por parte del Estado y, en ese grupo, están los que bajarían un escalón más, hacia la indigencia. Según el estudio “El impacto social de la cuarentena”, del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), el índice de pobreza podría subir unos cinco puntos respecto del último semestre de 2019, cuando el resultado de la medición oficial hecha por el Indec dio un nivel de 35,5%.

Desde el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) advierten que esa estimación corresponde a inicios de abril y que, por la extensión del aislamiento, el índice podría ahora rondar entre 43% y 45%.

“¿Cuánto de lo perdido se puede recuperar? -se pregunta Agustín Salvia, director del Observatorio-. Depende del nivel de reactivación; las compensaciones que se están otorgando no resuelven el problema, hacen que no sea más profundo, que no empeore el clima social. Lo que podrá sacar a la gente de esa situación es un proceso; mientras más extendida y extensa sea la cuarentena, más impacto tiene en el empobrecimiento, en la pérdida de empleo y en la retracción de ingresos. La situación solo se resuelve con reactivación”.

Tema prioritario

Desde el Cedlas, su director Leonardo Gasparini señala que las necesidades actuales son “tan urgentes que se vuelven prioridad” por sobre el diseño de políticas de más mediano plazo, para cuando la pandemia ceda. “Para esto, habrá que ver cuál es su duración y qué daños difíciles de revertir dejará”, resume. En el “cortísimo plazo” incluye en su análisis dos frentes a atender: proveer una red de contención de ingresos para todos los hogares, en especial para aquellos de mucha vulnerabilidad, y una combinación de políticas para evitar “efectos sistémicos en la economía, de los cuales es mucho más difícil de volver”.

Jorge Colina, economista de Idesa, plantea que hay que pensar qué hacer cuando se salga del confinamiento, “porque buena parte de la población dejó de recibir ingresos”. A su criterio, ese momento será el “inicio de la película”, porque el Gobierno viene dando ayudas a los que ya la venían recibiendo. Además de la necesidad de que la actividad repunte, Colina señala que es “imprescindible” ordenar los programas sociales.

“Eso nunca se hizo en el país; hay programas nacionales que se entrometen en funciones provinciales y que, además, se van sumando -agrega-. Es una suerte de competencia entre jurisdicciones para ver quién da más, pero en una restricción presupuestaria tan dura como tiene la Argentina, es urgente una administración eficiente; de lo contrario, agravamos la crisis”.

Colina subraya que hay que diferenciar las posibilidades que tiene la Argentina de las de otros países que lanzaron paquetes de incentivos con fondos públicos, porque el punto de partida es diferente: “Son Estados que ahorraron toda la vida; nunca emitieron y ahora lo van a hacer. Los que tienen un Estado más ordenado cuentan con margen para desordenarse; nosotros solo agravamos el caos”. En ese contexto, analiza que la emisión monetaria no genera más bienes y servicios; “sí se sostienen los niveles de ingresos, pero la oferta de bienes y servicios cae y la inflación recrudecerá”.

Para el economista de Idesa, la escapada del valor del dólar paralelo es “solo un anticipo” de lo que está por venir con el resto de los precios. “Si hay menos producción de bienes y servicios, alguien tiene que hacer el esfuerzo equivalente para que la demanda agregada se reduzca a un nivel consistente con la menor oferta agregada -añade-. Más honesto sería explicitar que la sociedad tiene que hacer un sacrificio equivalente a la pérdida de producción que genera el aislamiento; o lo hacen los sectores de ingresos medios y altos aceptando menores remuneraciones, o el grueso del sacrificio se concentrará en las familias de más bajos ingresos a través de una mayor inflación”.

Salvia coincide en que, de cara a la poscuarentena no se ven “señales claras”, teniendo en cuenta el contexto de estancamiento e inflación en el que ya estaba el país previamente. Insiste en que las medidas a las que se esté echando mano son “para detener la caída, para no hacerla tan grave, para que no se corte la cadena de pagos, pero no dan capacidades para reactivar”. Y duda de cuánta es la capacidad que tendrá el Estado de reactivar “sin poder inyectar mucho más dinero sin que se produzca un efecto inflacionario”.

Una salida difícil

A los consultados para esta nota se les dificulta establecer qué forma podría tener la salida de la crisis. Por caso, Gasparini indica que todo dependerá de cuánto se prolonguen la pandemia y la necesidad de mantener la cuarentena; sostiene que el país está “mejor posicionado” que en 2001 en varias dimensiones, pero a diferencia de esa vez, “el mundo no contribuye para nada en una eventual recuperación”.

“Vislumbro una depresión económica y social; una manera de amortiguar sería una megadevaluación para que todo el dinero inyectado pierda valor -expresa Salvia-; sino, se extenderá el tiempo de espera de la reactivación aunque la duda es con qué financiación. No será una salida ni ‘V ni en U’, no hay señales en ese sentido. Tal vez sea en ‘L'”.

De todos modos, el sociólogo cree que esta crisis, una vez más, es una “oportunidad” en la que “hay que pensar que en el día después nadie va a salir solo, ni siquiera un sector político”. La convocatoria al Consejo Económico Social para avanzar en acuerdos, políticas de Estado y reglas de juego, es una de sus propuestas.

El exministro de Economía Domingo Cavallo está entre quienes sostienen que para poner en marcha un plan de estabilización se requerirá “una devaluación fuerte en el mercado comercial” . Para él, esa es “la clave para pensar la solución para el futuro” aunque alerta también que, si bien puede servir para “convencer y recrear la confianza”, “si se ve una mayor desorganización, no habrá regreso ni aplicación de capitales, sino una fuga aun mayor”.

Los economistas consultados por LA NACION coinciden en que el Estado tiene en la Argentina poco margen fiscal para actuar y advierten que, cuando se empiece a normalizar la actividad económica, la mayor liquidez que habrá como consecuencia de la emisión monetaria podría acelerar la inflación.

Gabriela Origlia (publicado por La Nación el 17/05/2020)

Fuente https://www.lanacion.com.ar/economia/indicadores-sociales-mas-pobreza-un-efecto-que-requiere-alivio-urgente-nid2366096

Italia se prepara para levantar las restricciones de viajes entre regiones a partir del 3 de junio

El Gobierno italiano estudia permitir los viajes en el interior del país a partir del 3 de junio, una medida que se enmarcaría en el plan de desconfinamiento que Italia inició el 4 de mayo, tras controlar la curva de transmisiones por coronavirus.

Se trata de una iniciativa incluida en un borrador de un decreto que aprobará el Gobierno próximamente y que dará indicaciones sobre cómo se llevará a cabo la próxima fase de relajación de medidas restrictivas.

El Gobierno italiano anunció a principios de mayo que el 18 de este mes abrirían museos y tiendas pero, tras las críticas recibidas por la lentitud de su plan de apertura, el gabinete del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, analiza ahora con las regiones si acelerar los tiempos para restaurantes, bares, peluquerías y centros de estética en aquellas zonas en las que la pandemia esté controlada.

Según el borrador del plan, el 18 de mayo también se consentirá a los ciudadanos que se muevan con libertad dentro de su misma región sin ninguna restricción, pero no podrán hacerlo entre regiones, salvo por necesidades de trabajo, urgencia o salud, o para regresar a su lugar de residencia.

La reanudación progresiva de la actividad en el país también busca evitar que la economía italiana sufra un mayor impacto del que ya padecerá, pues Roma calcula que se contraerá un 8 % en 2020 como consecuencia de las decisiones adoptadas para contener la COVID-19.

Fuente https://www.infobae.com/america/mundo/2020/05/15/coronavirus-italia-se-prepara-para-levantar-las-restricciones-de-viajes-entre-regiones-a-partir-del-3-de-junio/

El secretario de Defensa estadounidense advierte a Roma de la propaganda que esconden las ayudas de Pekín y Moscú

El 25 de marzo un convoy de camiones y todoterrenos del ejército ruso entró a Bérgamo (Lombardía) por la frontera con Austria. Transportaba militares, material sanitario y 104 enfermeras y médicos que todavía siguen en Italia. La imagen, con la bandera rusa ondeando en primer plano, debió de llegar en pocos segundos a Washington, como lo había hecho días antes la de los aviones chinos con toneladas de ayuda. Italia se desangraba en plena pandemia de la covid-19, pero sus aliados miraban hacia otro lado. Pekín y Moscú, dos potencias que han tejido una sólida relación con Italia desde que un vendaval populista llegó, aprovecharon ese flanco. Pero EE UU se ha hartado.

Italia no puede permitirse ahora ser un caballo de Troya. Y el primer ministro, Giuseppe Conte, respondió a las palabras de Esper asegurando que su país “no ha cambiado de aliados”. “Recibimos ayuda de muchos países. Entre ellos también estaban China y Rusia. Las hemos gestionado con total transparencia hacia nuestra opinión pública y nuestros aliados”.

Lo mismo ha hecho durante toda la semana el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, en distintas entrevistas. En su ministerio consideran que el aviso desde Washington es fruto de la guerra tecnológica que mantiene EE UU con China y que no responde a la realidad. Italia ha recibido ayuda de 60 países y no ve motivo para focalizar el problema en solo dos Estados. De puertas para adentro, se considera el tema “delicado” y se trata con extremo cuidado.

En el Gobierno italiano conviven dos almas (al menos) con distintas visiones sobre esta cuestión. Di Maio siempre ha estado más cerca de China y durante su periodo como vicepresidente del Gobierno pilotó el acuerdo sobre la Ruta de la Seda (el primero de los países del G7), dirigiendo la escenificación de aquellos lazos con la sonada visita de Xi Jinping. Un teatro político que ya le costó la reprimenda de algunos socios de la UE. En las filas del PD (Partido Democrático), con el ministro de Defensa, Lorenzo Guerini, a la cabeza, la posición es muy distinta y se observa con mayor recelo. Lo mismo que sucede en el palacio del Quirinal, donde el presidente de la República, Sergio Mattarella, encarna aún la identidad de un país con enormes lazos al otro lado del Atlántico.

La estrategia de EE UU tiene algo de palo y zanahoria. La advertencia de Esper llega solo cuatro días después de que el Pentágono adjudicase a Fincantieri, la naviera pública italiana, un contrato de 5.580 millones de dólares (unos 5.160 millones de euros) para la construcción de 10 fragatas de guerra. La primera, un lanzamisiles, dejará ya 795 millones de dólares. El contrato —también concursaba la española Navantia— ha sido asignado a la filial americana de Fincantieri, que fue rescatada en 2009 por la empresa italiana y que permitió conservar 3.000 puestos de trabajo y tres fábricas en Illinois y Wisconsin. “Es solo una confirmación de las buenas relaciones que tenemos”, señalan fuentes del Gobierno. Pero si el apoyo de Rusia y China formaba parte de una estrategia propagandística, como sostiene Esper, podría decirse que ha sido más fructífera.

Los italianos pierden confianza hacia los tradicionales aliados y desplazan el eje hacia el Este. Una encuesta reciente de SWG reveló que China es el país más amigo para un 52% de los ciudadanos, con un increíble aumento del 42% en solo un año. Le sigue Rusia, con un 32% y EE UU con un 17%. A la pregunta sobre con quién debe aliarse Italia en el futuro, el 36% responde que debe hacerlo con China y solo el 30% señala que debería ser con EE UU. El coronavirus ha vuelto a convertir a Italia, primer país donde se detectaron casos de transmisión local en Europa, en la frontera entre dos mundos en conflicto. Una plaza apetecible donde librar una batalla internacional.

Daniel Verdú (publicado por El País el 06/05/2020)

Fuente https://elpais.com/internacional/2020-05-06/el-nuevo-telon-de-acero-pasa-por-italia.html

Italia debate regularizar a 600.000 inmigrantes

Teresa Bellanova (61 años) causó sensación en la última toma de posesión de las carteras ministeriales. Su autenticidad y su procedencia humilde no tenían mucho que ver con la mayoría de titulares elegidos por el segundo Gobierno de Giuseppe Conte. Nacida en Ceglie Messapica, un pueblo de la sureña región de Apulia, dejó pronto los estudios para trabajar como jornalera en el campo. Rápida, tozuda y con una fuerte conciencia política, fue el arma secreta del ex primer ministro Matteo Renzi para ocupar una de las dos carteras que le correspondían a Italia Viva, su nuevo partido. Bellanova, sindicalista desde que tiene memoria, fue nombrada ministra de Agricultura porque conocía el campo mejor que nadie en todo el hemiciclo. Aquel día algunos intentaron burlarse de ella por cómo iba vestida. Le dio completamente igual. Poco tiempo después ha quedado claro que tiene sus propias ideas y está dispuesta a morir políticamente por ellas.

La iniciativa de Bellanova, que dejará el Gobierno si no sale adelante, ha vuelto a poner en jaque al Ejecutivo en una semana complicada. La ministra propone otorgar a los migrantes que trabajen en el campo o en labores domésticas un permiso de residencia en Italia temporal, durante seis meses, ampliable en otro medio año. “Permitamos trabajar de forma regular a las personas sin permiso de residencia que se encuentran en Italia, de lo contrario las empresas dejarán marchitar los productos”, defendió la ministra. Una idea que incluso apoyó el Papa en su homilía matinal esta semana, convertida ya en un clásico de la política italiana. “Hago mío el llamamiento de todos estos trabajadores explotados para que esta crisis sea una ocasión de devolverles la dignidad”.

El problema es que el socio mayoritario del Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), no quiere oír ni en broma hablar de regularizar inmigrantes. El discurso duro que compartió con la Liga durante los tiempos que formaron coalición —Matteo Salvini era entonces ministro del Interior— sigue constituyendo la línea ideológica principal de este partido populista. Pero la estabilidad del frágil Ejecutivo está en juego, porque si Italia Viva retira su apoyo a la coalición formada por los grillinos y el Partido Democrático (PD), no habrá más remedio que buscar un nuevo equilibrio parlamentario y pensar, de nuevo, en una posible convocatoria electoral. La cuestión, ahora mismo, empieza a tener un carácter más político que laboral. Y de ello se lamentan los afectados.

Las tendopolis, campamentos de jornaleros subsaharianos con miles de inmigrantes hacinados y viviendo en condiciones infrahumanas, son un clásico en el sur de Italia. En San Ferdinando (Calabria), por ejemplo, viven unas 3.000 personas en chabolas de hojalata y plásticos esperando la convocatoria diaria para partirse la espalda recogiendo la fruta o verdura de cada temporada. Aquí suele ser la ‘Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa quien, organiza el trabajo.

Cuando comenzó la pandemia unos 200.000 temporeros del este de Europa regresaron a sus países. Un dato con el que no están de acuerdo los jornaleros, cuya voz se hace oír estos días en boca del sindicalista y escritor, Aboubakar Soumaharo. “En el campo no faltan brazos, faltan derechos. Hay gente que camina dos horas andando para ir a buscar el agua para beber y lavarse después, de trabajar 12 horas. El permiso de residencia tiene que ver con la salvaguarda de la vida humana, no con la necesidad de satisfacer el mercado o proteger la verdura que se marchita. Nosotros pedimos que se haga porque son vidas humanas. Ligarlo a la recogida de la cosecha es de un cinismo deshumano. El ser humano no es un bien de consumo. Y eso es lo que nos interesa. El resto es ruido”.

El problema es que ese ruido empieza a ser ensordecedor para el Gobierno, que ha tenido una semana complicada con la excarcelación masiva de miembros de clanes mafiosos y está falto de apoyos. El primer ministro, Giuseppe Conte, deberá ahora hacer equilibrismos sobre uno de los temas más espinosos de los últimos años en Italia.

Daniel Verdú (publicado por El País el 08/05/2020)

Fuente https://elpais.com/sociedad/2020-05-08/italia-debate-regularizar-a-600000-inmigrantes.html

La región italiana que controló al covid-19

Vo’ Euganeo, un pequeño pueblo de 3.275 habitantes en la región de Véneto, se convirtió a finales de febrero en un laboratorio al aire libre contra la lucha contra la covid-19. No hubo secretos, solo pruebas masivas y aislamiento de enfermos y sus contactos. A partir de ahí, la región aplicó un modelo parecido al de Corea del Sur y logró doblegar una curva que crecía en paralelo a la de Lombardía y que hoy ha evitado unos 9.000 muertos con respecto a su vecina del norte.

La investigación de Vo’ Euganeo fue un éxito. Pero el terreno, admite el hombre a quien el Gobierno de esta zona de Italia ha confiado su suerte en una crisis que entró a Europa por esta puerta, era especialmente propicio. Véneto y el laboratorio de la Universidad de Padua tenían ya mucha experiencia en este tipo de investigaciones. La región debió lidiar varios veranos con el virus del Nilo Occidental, que traían sobre todo los mosquitos y provocaba fiebres altísimas. Un cuadro relativamente parecido al de la covid-19, especialmente en su confusa detección. “Hacía tiempo que estábamos preparados para diagnósticos de enfermedades con transmisión de vectores. El laboratorio, además, es una referencia para el estudio de la transmisión de la gripe”, señalaba Crisanti. Tenían la experiencia y la base química para el diseño de los test sin necesidad de sufrir las dentelladas de un mercado en plena ­especulación.

La fotografía del contagio se realizó antes y después de la cuarentena de 14 días y arroja ahora varias ideas sobre las que Crisanti ha empezado a trabajar para una segunda experiencia que durará seis meses más. La primera conclusión es muy pesimista y señala que no hay ni un solo indicio de que haber contraído el virus proporcione inmunidad. Podría suceder, no lo descarta, pero la hipótesis contraria es igual de real ahora mismo. De modo que todo lo que se proponga alrededor del llamado pasaporte de inmunidad le parece “una estupidez enorme”. La conclusión complica también su percepción respecto a la posibilidad de encontrar una vacuna en un periodo corto de tiempo. La solución serán los tratamientos, los test masivos y el aislamiento.

El estudio de Vo’ concluyó que el 43,2% de los positivos eran asintomáticos, pero igual de contagiosos que el resto. Bombas de relojería. Ese fue el principal problema en la segunda ronda de test (se realizó al 71,5% de la población), cuando la enfermedad estaba aparentemente ya casi extinguida. Y ese, cree, es un indicio de por dónde irán los tiros. Después de los 15 días de confinamiento, la mayoría de contagios se produjo en el ámbito familiar y en el ­círculo más cercano.

La buena noticia, sin embargo, es que de los 234 sujetos analizados de entre 0 y 10 años, ninguno resultó infectado, pese a que vivían entre personas positivas. Crisanti se basa en eso para afirmar que los niños en esa franja de edad podrían volver hoy mismo al colegio. El problema, señala con algo de ironía, podrían ser más bien las madres esperando a sus hijos en la puerta de los centros y charlando entre ellas.

Daniel Verdú (publicado por El País el 09/05/2020)

Fuente https://elpais.com/elpais/2020/05/08/eps/1588959809_412184.html

El desconfinamiento italiano huele a café

Ha llegado la fase dos a Italia. Tras más de 50 días de máxima emergencia, Italia, el primer país por el que entró la covid-19 a Europa, comenzó ayer a relajar las medidas restrictivas que han permitido reducir la mortalidad por debajo de los 200 casos diarios (ayer 195) y doblegar la curva de contagios (1.221). Se nota ya en la calle. El lunes 4 de mayo volvieron al trabajo unos 4,4 millones de personas, reabrió la industria y los sectores textil, de construcción y mayoristas. Los bares y restaurantes ya pueden servir a los clientes que se lo lleven a casa. A muchos les parece muy poco, pero el paisaje en la calle ha cambiado y se vuelve a empezar desde los fundamentos básicos.

Los bares y restaurantes podrán abrir al público y servir en sus propias mesas a partir del 1 de junio, y solo con medidas de seguridad sanitarias excepcionales. No tuvieron la misma suerte ayer la mayoría de negocios minoristas que no sean los ya regulados (alimentos, higiene personal, quioscos, farmacias, estancos, librerías, tiendas de ropa para niños y bebés, flores y plantas).

Las cuentas ahogan. Y ciertos locales buscan grietas: hasta ayer algunos bares colocaban libros en sus barras para abrir como librerías. Ya hay algunas tiendas que sirven café y comida. “Siempre hemos tenido este servicio”, masculla mirando al tendido la propietaria de un comercio de ropa junto a la piazza Navona. La fase dos de la desescalada será también la de la picaresca. Y hasta que llegue la tres, hay algunas buenas noticias donde agarrarse.

Las calles de Roma y la de las principales ciudades han recuperado cierta vitalidad. Ninguna exageración. Pero centenares de personas con urgentes ajustes de peluquería (hasta el 1 de junio no podrán abrir salones de belleza y derivados) aprovechan la mañana de otro lunes extraño para dar una vuelta. Massimo, diseñador gráfico de 37 años, se ajustaba los guantes seleccionando la fruta en uno de los pocos puestos abiertos en el Campo dei Fiori. “Está mal decirlo, pero ojalá Roma fuera así de tranquila a veces”.

Desde ayer se puede salir a practicar deporte donde se quiera, incluso cogiendo el coche para desplazarse a la otra punta de la ciudad. Se permiten algunas visitas: no muchas y a través de una confusa disquisición sobre lo que sería un allegado o “seres queridos”. Ha quedado claro que se podrá ir a ver a los novios y novias. Pero nada de amigos, reuniones o fiestas familiares.

La movilidad ha cambiado ya. El tráfico en Roma no tiene nada que ver con los infernales atascos de la era precovid-19, pero ayer volvieron a tener sentido los semáforos y pasos de peatones. Más bicicletas, pocas motos y coches. En el transporte público es obligatorio llevar mascarilla y en una gran parte de asientos está prohibido sentarse. Es obligatoria también la autocertificación para salir de casa, pero en las regiones con menos contagios (como Lacio) se impone una evidente flexibilidad policial. Algunas, como Calabria, reabren más servicios de los permitidos, desafiando al Gobierno. Sicilia incluso ha abierto sus playas.

El confinamiento es ahora más bien regional. Los viajes por los motivos permitidos, es decir trabajo y salud, solo están autorizados en la misma región de residencia (excepto para estudiantes o trabajadores atrapados lejos de su casa que quieran volver). Tampoco se puede ir a segundas residencias el fin de semana, -aunque el decreto no lo prohíba explícitamente-, pero la estación de Termini empezaba ya a cobrar más vida a media mañana. Roma reabre. Y no hay rastro del ruido, la contaminación o los turistas. A veces es tentador buscar algunas ventajas de la pandemia.

Daniel Verdú (publicado por El País el 04/05/2020)

Fuente https://elpais.com/sociedad/2020-05-04/el-desconfinamiento-italiano-huele-a-cafe.html

Por el virus se excarcela a 376 mafiosos en Italia

La pandemia solo trae buenas noticias a la mafia en Italia. Primero sembró el terreno ideal para su crecimiento en los barrios desfavorecidos de Nápoles, Palermo o Reggio Calabria. Y ahora ha permitido la excarcelación de 376 capos debido a su avanzada edad y a patologías previas que ponían en riesgo su vida. Todos ellos están ya en arresto domiciliario. Pero a esa lista de nombres, publicada por La Repubblica esta semana, podrían sumarse también otros 6.000 presos con menos de 18 meses de condena por cumplir y muchos otros capos que ya han solicitado acogerse a la medida. El movimiento provocó la dimisión del jefe del Departamento de Administración Penitenciaria (DAP) y ha desatado una tormenta política que amenaza con tumbar al ministro de Justicia, Alfonso Bonafede.

El ministro Bonafede, figura clave del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y padrino de Giuseppe Conte como candidato a primer ministro hace dos años, pretendía aliviar la presión en las cárceles, donde varios motines terminaron con decenas de fugas y la muerte de 13 reclusos. Pero no vio venir el incendio. La oposición, liderada por el exministro del Interior, se ha lanzado en tromba pidiendo su cabeza. Pero no son los únicos molestos.

El runrún llega desde altas instancias de la Fiscalía antimafia, empezando por su máximo responsable, Federico Cafiero De Raho, y alzan la voz personajes como Roberto Saviano, que ha recordado que debe velarse por la salud y dignidad de cualquier preso. Las garantías son para todos, y en eso se basa un sistema de cárceles democráticas. Pero en ningún caso debía abordarse desde el arresto domiciliario, apunta. El periodista, como muchas otras voces, ha pedido que cumplan su condena en centros sanitarios de alta seguridad y no en sus casas.

El riesgo de fuga de muchos de estos capos es altísimo, señalan a EL PAÍS fuentes de la Fiscalía de Palermo. “Tienen todavía un control del territorio elevado y les resulta fácil encontrar ayuda para esconderse”, insisten. Llueve sobre mojado. Al desaguisado de estos 376 presos, se añade también la excarcelación de todos los capos condenados en los años 80 y el regreso de algunas familias que habían emigrado a EE UU cuando explotó la gran guerra entre clanes en Sicilia. Además de los que están ya en la calle, podrían salir ahora históricos como el corleonés Leoluca Bagarella (corresponsable, entre otros crímenes, del asesinato del magistrado Giovanni Falcone), Nitto Santapaola, firmante del asesinato del general Carlo Alberto dalla Chiesa, o el fundador de la Nueva Camorra Organizada, el legendario Raffaele Cutolo. Tienen todos más de 70 años, sufren alguna patología y están dentro de la lista que hizo la autoridad judicial.

El ministro de Justicia se ha visto obligado a rectificar y anunciar un decreto ley que permitirá a los jueces revisar las condiciones que permitieron las excarcelaciones. El texto del decreto trata de pasar de puntillas por la polémica y se escuda en “el nuevo cuadro sanitario” para dar marcha atrás. La crisis, dice el ministro, ha remitido en las últimas semanas. “Los mafiosos son como la pasta de dientes, una vez fuera del tubo es complicado volverlos a meter”, señala el mismo magistrado.

Bonafede tuvo que comparecer el miércoles en el Parlamento para dar explicaciones. También para responder a las gravísimas acusaciones lanzadas por el fiscal Nino Di Matteo, el magistrado que investiga desde hace décadas las conexiones entre la mafia y el Estado en los años noventa. El fiscal acusa ahora al ministro de Justicia de impedir su ascenso a jefe del Departamento de Administración Penitenciaria (precisamente el cargo que debía velar por la salida de los presos) condicionado por las exigencias de los jefes mafiosos. Bonafede contestó que se trataba de una “hipótesis infame, infundada y absurda” y volvió a ratificarlo en sede parlamentaria. Pero el incendio es mayúsculo y Conte deberá decidir ahora entre salvar o soltar lastre, y dejar caer al hombre que le introdujo en política.

ITALIA AUTORIZA LA CELEBRACIÓN DE MISAS DESDE EL 18 DE MAYO

Fieles separados por más de un metro y sacerdotes con mascarilla durante la comunión. El próximo 18 de mayo los italianos podrán volver a misa bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria que ya han sido diseñadas. Termina así una dura negociación entre la Conferencia Episcopal Italiana y el Gobierno. Un tira y afloja que estuvo a punto de saltar por los aires la semana pasada cuando los obispos se lanzaron en tromba contra el primer ministro, Giuseppe Conte, por haberles dejado fuera del plan de desescalada. La tensión llegó a tal punto que tuvo que salir al paso el papa Francisco para pedir obediencia a los prelados.

El Gobierno prohibió la asistencia a misas a principios de marzo. Pero la mayoría de las iglesias seguían abiertas durante la crisis para la oración individual. El protocolo firmado por el primer ministro y el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, pone fin la incertidumbre y quejas de los fieles. Cada sacerdote y parroquia determinará la cantidad máxima de personas que puede caber en una iglesia. La idea es respetar el metro de distancia y trasladar la presión de los domingos a misas suplementarias, ya sean ese mismo día o durante la semana. Los fieles deberán usar mascarillas en el interior de la iglesia, pero los sacerdotes podrán decir la mayoría de la misa sin ella. Llevarán guantes y volverán a cubrirse el rostro cuando distribuyan la comunión.

Los coros estarán prohibidos por el momento, las fuentes de agua bendita no volverán a llenarse y los fieles no podrán darse la paz al concluir la celebración. La colecta permanecerá. Pero serán los fieles quienes deberán ir a depositarla a una suerte de hucha.

Daniel Verdú (publicado por El País el 07/05/2020)

Fuente https://elpais.com/sociedad/2020-05-07/el-virus-excarcela-a-376-mafiosos-en-italia.html#?sma=newsletter_diaria_manana20200508m

Ciudad Deportiva de Boca: la increíble historia de un proyecto faraónico que se convirtió en fracaso

La Ciudad Deportiva de Boca Juniors acaso fue la idea más vanguardista y novedosa que haya llevado a cabo una institución deportiva de nuestro país. Sin embargo, tuvo una vida zigzagueante e inconclusa. Fue un proyecto faraónico que, de tan colosal, no se pudo concretar. Fruto de esa irresolución, su final anticipado. Quedó a mitad de camino. La idea era brillante, aunque atravesada por cierto ADN fallido que acompaña a determinados emprendimientos en la Argentina. Fueron varios los factores que incidieron para coronarla con destino trunco: malos manejos, atravesamiento de la política, la economía del país eclosionada.

La majestuosidad del emprendimiento no podía salir de la creatividad de otra persona que no fuese Alberto J. Armando , aquel presidente del club que pasó a la historia manejando los destinos de la institución entre 1954 y 1955 y, en lo que fue su gestión fundamental, entre 1960 y 1980. Era un hombre querible, una institución dentro de la institución. Cuando dejó su cargo, Boca atravesaba serias dificultades. De todos modos, siempre se lo recordará como el gran servidor que amó al club con devoción.

En 1962 nació la idea algo delirante: sobre las aguas del Río de la Plata se generarían una serie de islas artificiales para contener un estadio para 140.000 espectadores, sectores de entrenamiento para el plantel, un gran polo deportivo para ser disfrutado por los socios, y una zona de entretenimientos. Algunos, muchos, pensaron que solo se trataba de una ensoñación imposible de realizar. Esos mismos, seguramente no conocían el temple y la capacidad resolutiva de Don Alberto, como lo llamaban cariñosamente al presidente de los xeneizes. El 25 de mayo de 1975 era la fecha asignada para la inauguración de aquel estadio que reemplazaría a la mítica Bombonera del barrio de La Boca. No pudo ser. Ese domingo, Boca Juniors empató con Newell´s Old Boys , que oficiaba ocasionalmente de local en Liniers, en un partido que los críticos calificaron de “mediocre”. De aquellas hectáreas vanguardistas no se dijo una palabra. Un día para el olvido.
La construcción del estadio, diseñado por el arquitecto Carlos Costa, jamás se concretó, pero algunas instalaciones sí fueron inauguradas para uso público, en ese archipiélago pegado a la actual Central Térmica Costanera. Con poca vida útil, y emulando a Gabo, la Ciudad Deportiva de Boca fue la crónica de una muerte anunciada. A comienzos de los ´90, el predio fue vendido. Punto final para un proyecto que, en realidad, jamás nació.
El sueño de un estadio modelo

Alberto J. Armando divagaba asiduamente con un gran estadio que fuese modelo en el mundo. La cancha de la calle Brandsen 805 siempre le pareció pequeña y algo incómoda, más allá del enorme valor afectivo que tuvo, y tiene, para los hinchas. El apodo de “Bombonera” habla del amor entrañable hacia ese edificio icónico de la ciudad, pero también da cuenta de algunas estrecheces. El primer lugar escogido, con toda lógica, dada la cercanía con el club, era en los terrenos de la llamada Casa Amarilla sobre la hoy denominada avenida Almirante Brown. La denegación de una autorización municipal dio por terminada esa posibilidad. Claro que, para el presidente del club, una negativa era sinónimo de nuevos impulsos. No era hombre de quedarse con los brazos cruzados, no estaba en sus planes claudicar en su sueño ostentoso.

Una tarde, caminando por la Costanera Sur junto a uno de los responsables de la construcción de la Bombonera, el ingeniero José Luis Delpini, se engendró la idea de una Ciudad Deportiva “flotante”. Un comienzo que también podría ser fruto del realismo mágico de García Márquez. “Ahí está el lugar”, le dijo Delpini a Armando. El presidente del club dudó del equilibrio mental del ingeniero: solo había agua y más agua donde el profesional imaginaba la construcción monumental, si es que este término cabe tratándose de Boca. Ante la cara espantada del presidente boquense, Delpini le explicó que la planta de Segba, que ambos observaban a pocos metros, había sido construida sobre pilotes incrustados en el lecho del Río de la Plata. Si se pudo hacer eso, también se podría emplazar un archipiélago artificial para contener el estadio imponente y aprovechar las hectáreas para desarrollar un polo deportivo, cultural y de entretenimientos. Descabellado, pero posible.

El primer escollo a sortear era la autorización del Gobierno para poder accionar sobre las aguas del río. Los planos maravillaron a todo el mundo. Sin dudas, la Ciudad Deportiva sería orgullo de todo un país, más allá de la casaca simpatizante. En 1964, el Congreso Nacional sancionó la Ley 16.575, a través de la cual cedió a Boca una porción del río lindante a la Costanera Sur, a la altura de la calle Humberto Primo y pegado a la central que proveía electricidad a la ciudad. Algo así como legar agua. Discutible tratándose de un patrimonio intangible y soberano. El tope estipulado eran 40 hectáreas de islas. La legislación obligaba al club a concluir las obras en un plazo no mayor a diez años y, en caso de incumplimiento, los terrenos pasarían a manos de la ciudad de Buenos Aires. Además, se le prohibía a Boca vender el predio. En definitiva, una especie de comodato de tierras que el propio club generaría con un verdadero trabajo de ingeniería terrestre e hidráulica para el rellenado pertinente sobre el lecho fluvial.

Inmediatamente a la promulgación de la ley, comenzó el trabajo en el río. Aún no existía la reserva ecológica y la gente utilizaba esa costanera para pasear observando el infinito amarronado que proponían las aguas intuyendo la costa uruguaya. Ya no eran tiempos donde el lindante balneario municipal permitía que los porteños se sumergiesen para calmar el calor del verano. A paso firme, comenzaron a emerger las once islas que estarían unidas por puentes que podían soportar hasta el peso de varios ómnibus de pasajeros. El puente curvo voladizo, sin columnas, por el que se accedía desde la avenida costanera se convertía en una hazaña para los automovilistas que debían poseer destreza para sortear un empinamiento pronunciado. Algo similar sucedía para abandonar el archipiélago. Aquellos acueductos se convirtieron en un símbolo del lugar, casi en una atracción en sí misma.

Venecia porteña

Alberto J. Armando quería ofrendarle a la ciudad una costa diferente. Fanático de los lugares públicos, no concebía cómo Buenos Aires le daba la espalda al río. Uno de los objetivos de la Ciudad Deportiva era acercar a los porteños hacia ese sector olvidado, que pudiesen reencontrarse y familiarizarse con una costanera generosa, imponente. Este entramado de once islas, conectadas por puentes, se introduciría hasta 2200 metros dentro del río. El plano de las obras y las maquetas que se construyeron ad hoc les conferían a estas hectáreas sobre el lecho acuático un aspecto similar al de Venecia.

Cuando a Alberto J. Armando se le ponía algo en la cabeza era muy difícil contradecirlo o hacerle cambiar el parecer. Algo de esto sucedió con la construcción de la Ciudad Deportiva. Desde ya, era imparable a la hora de seducir inversores de gran monta. Pero, tal era el desvelo que le generaba la concreción de este proyecto, que no dudó en generar bonos y rifas para recaudar fondos, con la autorización del gobierno democrático del Dr. Arturo Illia. En más de una oportunidad fue visto deambular por las tribunas, en pleno partido, vendiéndole rifas y bonos a los simpatizantes. Cruzada de Oro Cruzada de las Estrellas fueron algunas de las denominaciones de estas campañas. Incluso, para incrementar los ingresos, se vendían los llamados Títulos Pro Patrimoniales . Las sumas recaudadas fueron millonarias. Una de las iniciativas más curiosas fue la convocatoria a transportistas de carga para que llevasen tierras y escombros para depositar en ese río que pronto vería alterada su geografía con islotes. ¿A cambio? Rifas de camiones y neumáticos.

El jueves 25 de mayo de 1972, el presidente de facto Alejandro Lanusse asistió al emplazamiento del primer pilote que conformaría el nuevo estadio en la isla número siete. Evidentemente, la empresa tenía resonancias nacionales. Aquel pilote fue el primero de los 1200 que servirían de base a la cancha modelo. Tenían 1.20 metro de diámetro y se introducían a 32 metros de profundidad. Sin embargo, de aquella construcción vanguardista solo se construyó una pequeña tribuna de treinta metros de largo y ocho escalones. Parece un chiste, de mal gusto, por cierto. Otra vez el realismo mágico que podría explicar semejante cosa.

¿Por qué nunca se terminó de construir el nuevo estadio de Boca? Las versiones son encontradas y ninguna confirmada con certeza. Una de las explicaciones es política. Alberto J. Armando simpatizaba con el peronismo, pero en las elecciones nacionales de 1973 apoyó al candidato del Lanusse: el militar Ezequiel Martínez, que obtuvo muy pocos votos. La presidencia quedó en manos de Héctor Cámpora, el candidato de Juan Domingo Perón. Poco a poco, José López Rega comenzó a tener injerencia en las decisiones gubernamentales. Se dijo que Armando y López Rega no tenían un buen vínculo, lo cual habría sido decisivo para que el proyecto de la Ciudad Deportiva tuviese que sortear varios escollos y falta de apoyo oficial. Esta realidad terminó asfixiando la normal evolución de las obras.

Otras versiones dan cuenta de factores estrictamente técnicos: la isla artificial número siete no podría soportar el peso de ese estadio que, de concretarse, hubiese sido el más grande de Latinoamérica al momento de su inauguración. Los terrenos ganados al río eran endebles e impedían semejante obra de ingeniería a cargo de la empresa constructora Christiani & Nielsen. Una tercera mirada afirma que la constructora, ante la falta de pago, retiró a los 40 obreros que trabajaban en el lugar. Esa pausa se convirtió en un punto final irremediable.

El fracaso

Si bien aquel estadio soñado no se concretó, lo cierto es que la Ciudad Deportiva cumplió con algunas funciones recreativas. En el ingreso, los visitantes se topaban con un edificio de estilo futurista, una especie de hongo gigante que preludiaba la modernidad del proyecto. El predio contó con piscinas, canchas de fútbol y hasta una zona de camping con parrillas.

En el área del entretenimiento cultural, se habilitó el llamado Salón de las Américas para ofrecer conciertos y un autocine con capacidad para decenas de vehículos. Sorteando el puente de paredes de vidrio que daba la bienvenida a esta urbe cosmopolita, también se podía acceder a la confitería con vista en 360° y a un acuario albergado en una construcción gigante con forma de pez. Uno de los grandes atractivos de la Ciudad Deportiva era el llamado Parque Genovés, una especie de hermano menor del Italpark que nunca gozó de la trascendencia de la feria infantil ubicada en Del Libertador y Callao. Aquel parque, bautizado en honor a los inmigrantes que fundaron Boca Juniors, contaba, entre sus atracciones, con un gran tobogán de más de veinte metros de altura. Los visitantes accedían por una escalera hasta la parte más alta desde donde se arrojaban acolchonados en una especie de alfombra individual que mitigaba los impactos. El entramado de puentes, las fuentes de agua y la inmejorable visión del río convertían al lugar en un paseo sumamente atractivo.

El plazo de los 120 meses se iba acercando y Boca Juniors debía mostrarle al Estado Nacional la grandilocuente obra terminada. Sin embargo, tal cosa no sucedió. Debido a las múltiples trabas que fue sufriendo el proyecto, muchas de ellas debido a un país cuya inflación crecía año tras año, los juicios de los inversionistas no tardaron en llegar. Las demandas eran millonarias. A eso se sumaba la merma del padrón de socios de la institución. En 1974, a modo de salvataje, se declaró el proyecto como de Interés Nacional. Sin embargo, no se contemplaba la construcción del estadio, una idea que bien podría haber tomado nuevos bríos con vistas al Mundial de 1978 que se iba a disputar en Argentina. La prórroga que se estableció en 1974 vencería cinco años después, tiempo suficiente para que la anhelada Ciudad Deportiva estuviese terminada. Sin embargo, las obras no se reiniciaron.

Algunos acusaron a la comisión directiva del club por el mal manejo de los fondos, pero lo cierto es que la economía del país marchaba cada vez peor. El proyecto fue atravesado por el llamado “Rodrigazo” y la inflación fue una puñalada letal para que las obras jamás se pudiesen continuar. En 1976, el Golpe de Estado llevó nuevamente a los militares al poder. Tres años después, el predio seguía tan inconcluso como entonces y un club al borde la quiebra. Ante esto, el intendente porteño, Brigadier Osvaldo Cacciatore, decidió otorgar un nuevo plazo, esta vez de tres años, para que Boca pudiese concluir algunas de las promesas sobre ese lugar que ya mostraba signos de abandono sin siquiera haberse terminado en su totalidad. En 1980, Alberto J. Armando dejó la presidencia del club. Lo sucedió Martín Noel, quien se encontró con una institución acorralada. Eran tiempos en los que brillaría Diego Armando Maradona y las deudas, luego de un período de “plata dulce”, agobiarían, aún más, a la institución azul y amarilla.

En 1982, tal como preveía la disposición de Cacciatore, el club obtuvo, finalmente, la posesión legal de la Ciudad Deportiva, en una Argentina devastada económicamente y con la Guerra de Malvinas declarada. Con todo, la posesión legal no le contemplaba al club la atribución de vender los terrenos. Cuando, en 1985, Antonio Alegre llegó a la presidencia de la institución, encontró un Boca diezmado por los juicios, las deudas, jugadores y personal en huelga y un estadio clausurado. En 1989, ya con Carlos Saúl Menem al frente del Poder Ejecutivo, el Congreso Nacional dispuso, mediante una ley, que se le podía modificar el destino a las tierras de la Ciudad Deportiva, que se autorizaba al club a vender el predio que otrora le cediera el Estado Nacional y que podían utilizarse esos confines ribereños para la construcción hotelera, instalación de clubes náuticos y hasta la creación de un balneario. Es decir, vía libre para un suculento negocio inmobiliario. En 1992, el predio se vendió por veintiún millones de dólares a Santa María del Plata, una empresa en formación. En 1997, el grupo IRSA habría adquirido los terrenos.

¿Querían los hinchas del club una sede fuera de La Boca? Los socios jamás se aquerenciaron con la idea de un nuevo estadio ajeno al barrio tradicional del club. Aunque distaban pocas cuadras, los hinchas querían seguir gritando los goles de su equipo a orillas del Riachuelo y del Puente Nicolás Avellaneda. Hoy, los pastizales cubren las estructuras residuales de aquel emprendimiento que nació como un proyecto modelo en el mundo, pero concluyó en un fracaso estrepitoso. Aunque, desde ya, su venta le permitió a la institución sanear sus cuentas quebrantadas.

Actualmente, la foto es desoladora. Desde la costanera se puede divisar la cúpula de la confitería y el esqueleto corroído de la fuente de aguas danzantes. Los empinados puentes de ingreso y salida lucen deteriorados, con sus laterales rotos y con barras que impiden el paso a los curiosos. A un costado, el barrio Rodrigo Bueno pelea las carencias de una zona que, un poco más allá, se convierte en Puerto Madero, el barrio más caro de la ciudad.

“Soy doctor en ideas y no hay ninguna facultad que lo enseñe”. Alberto J. Armando dixit . Le decían El Puma y fue uno de los próceres de Boca Juniors. El ideólogo de una obra faraónica, adelantada a un modernismo que nuestro país no permitía. Un proyecto que no despegó jamás y que estuvo atravesado por los intereses de la política y la tragedia económica de la Argentina.

El relato concluyente y reflexivo sería, más o menos, así: de cómo sobre un río se iba a construir un archipiélago artificial que albergaría al estadio de fútbol más grande del Latinoamérica y del que solo hay ocho escalones que atestiguan la derrota en medio de yuyales en una Venecia abandonada. Realismo mágico de pura cepa. Destino trunco para un cuento que ni al propio Gabo se le hubiese ocurrido.

Pablo Mascareño (publicado por La Nación el 07/05/2020)

Fuente https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/ciudad-deportiva-boca-increible-historia-proyecto-faraonico-nid2362494

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